- Estimaciones de expertos apuntan a este nivel en consumos mayores a 500 kWh-mes. Esto pondría presión -a juicio de algunos- a iniciativas como el proyecto de transición energética que implicaría más costos para los clientes.
Comentario obligado ha sido en la industria la reciente publicación por parte de la Comisión Nacional de Energía (CNE) de un nuevo Informe Técnico Preliminar de Fijación de Precios de Nudo Promedio del Sistema Eléctrico Nacional, correspondiente al primer semestre de 2023, siendo que éste ya se había emitido en mayo. Pero además, porque tendría efectos de mayor magnitud en las cuentas de la luz.
Para el gerente general de Systep, Rodrigo Jiménez, tanto el informe preliminar de mayo como el publicado ahora conllevan alzas en la cuenta de la luz, lo que difiere es que se retrasan las alzas, pero estas aumentan su magnitud (el alza prevista originalmente para octubre se retrasa para diciembre).
“Todos los clientes verán aumentadas sus tarifas, pero quienes tendrán un mayor impacto serán aquellos consumos mayores a 500 kWh-mes, tales como clientes regulados industriales o comerciales, pymes o clientes residenciales de alto consumo”, asegura.
La consultora estima que los clientes del primer segmento, que incluye la mayor parte de los residenciales, verán respecto de la tarifa vigente aumentos promedio de 12,5% en su componente de energía según los cálculos realizados por la CNE, mientras que los clientes del tercer segmento de mayor consumo tendrán alzas promedio de 75,9%.
El componente de energía -recalca- representa entre 55% a 65% de la tarifa a cliente final, dependiendo también de la tarifa y distribuidora a la que pertenezcan.
Humberto Verdejo, académico de la Universidad de Santiago, dice que, según parece, se modificó el mecanismo de ajuste del Mecanismo Transitorio de Protección al Cliente (MPC) para dar cumplimiento a lo establecido en la ley. Por lo tanto, aclara, fue necesario redefinir los precios de energía. “Las alzas (de la cuenta final de la luz) aplicarán para los tres tramos y los incrementos estarían en el rango del 12% al 48%, teniendo comunas en que el alza podría ser incluso mayor. Los grupos más afectados por las alzas, serán sin duda, los usuarios que consumen más de 500 kWh por mes”, sostiene.
De acuerdo a los cálculos de Verdejo, en el caso del primer y segundo tramo (hasta 350 kWh, y de 350 a 500 kWh, respectivamente), las subidas en el informe preliminar de mayo eran de 5% y 12%, pero ahora en promedio serán de 14% para ambos tramos. En cuanto al grupo sobre los 500 kWh, con el informe preliminar de mayo, el alza sería de 23%. Con el actual, el alza estará en alrededor del 48%.
Consultada la CNE, indicaron que “el efecto en las ‘cuentas tipo’ de los clientes es diverso dependiendo de la comuna y distribuidora que los abastezca, tanto por el hecho que los precios traspasables a los distintos segmentos de consumo en este informe son distintos, como porque las otras componentes de las tarifas a público, como transmisión y distribución, también son distintas para cada caso”. Además, “por tratarse de un nuevo informe preliminar sujeto a observaciones, los números podrían cambiar en el informe definitivo”, dijeron.
Desde el Ministerio de Energía señalaron que, como consecuencia de la implementación de la ley PEC II, el 90% de los clientes residenciales verán en las cuentas de electricidad una variación que no superará el IPC acumulado en los últimos meses. Y reconocieron: “Sin embargo, creemos necesario avanzar en instrumentos focalizados de protección tarifaria a clientes vulnerables, así como mecanismos de contención para el resto de clientes regulados”. Y agregaron que, en el marco de la discusión del proyecto de transición energética, “se ha comprometido trabajar en medidas regulatorias que permitan hacerse cargo de esta situación”.
En medio de lo sucedido, desde Systep apuntan a que la implementación de la ley MPC ha sido deficiente, principalmente debido a los retrasos en los informes de precios de nudo y sus respectivos decretos, lo que implica alzas abruptas en tarifas para el tercer segmento que no se encuentra estabilizado. Al respecto, dicen, ha habido falta de medidas complementarias para este. Y, por otra parte, “la CNE está haciendo un uso ajustado del fondo MPC”.
Las esquirlas de las alzas
Fuentes de la industria comentan que hay otros temas que presionan las tarifas de los clientes y que agregarían tensión a este escenario. El más comentado es el proyecto de transición energética que, principalmente por la discusión sobre la reasignación de ingresos tarifarios extraordinarios, ha encendido el debate. Los senadores incluso han advertido durante la tramitación la relevancia de aclarar los efectos del articulado a nivel tarifario.
Consultado, Jiménez, de Systep, reconoce que “de alguna manera puede poner en jaque otras iniciativas del gobierno, debido a que algunas de dichas iniciativas también implican presiones a las tarifas, aunque en el largo plazo”. Respecto al proyecto de transición energética, puntualiza que “hay dos pilares que también implican más costos para los clientes: la licitación de almacenamiento en gran escala y la reasignación de ingresos tarifarios extraordinarios”.
Otra iniciativa -añade- “podría ser las nuevas disposiciones en las licitaciones de suministro, en donde hay un traspaso directo de los costos laterales y ventajas en la evaluación de proyectos de almacenamiento que pudiesen ofertar precios mayores que otros generadores”.
Verdejo apunta a que es un hecho que las tarifas subirán de manera sostenida hasta el año 2032 cuando deje de estar vigente el mecanismo de estabilización definido en la Ley 21.472. “La respuesta del gobierno debiese ir por la propuesta de un subsidio focalizado y la posibilidad de apoyar a las PYME para poder optar al mercado de clientes libres”, dice. Mientras, respecto a la nueva licitación de suministro de clientes regulados, cree que “sería conveniente dejarla en espera y resolver los flancos tarifarios que realmente serán un problema para al menos los próximos cuatro o cinco semestres”.
FUENTE DIARIO FINANCIERO