La principal razón es la situación que atraviesa la fundición Hernán Videla Lira, que producto de su desempeño, vio reducir a la mitad sus niveles productivos.
Pérdidas por US$ 108 millones fueron las que informó la Empresa Nacional de Minería (Enami) al cierre del primer semestre, cifra que se compara con las mermas por US$ 21 millones que tuvo la compañía en el mismo período en 2022. Y si bien se trata de una tendencia que se viene repitiendo en los últimos diez años al cierre de la primera mitad del año, resalta que la cifra se quintuplicó en doce meses. Este tipo de indicadores se suma al alto nivel de endeudamiento de la compañía, y a la importante necesidad de capital que tiene la estatal, ante el proyecto de modernización de la fundición Hernán Videla Lira en Paipote, y Salares Altoandinos, mediante el cual busca también entrar al negocio del litio.
Las razones
La estatal Enami cerró el último ejercicio (2022) con pérdidas por US$ 78 millones, por lo que al cierre de junio esa cifra ya fue superada largamente. Según se detalla en los estados financieros de la empresa, esto se explica por los menores márgenes operacionales, los que a su vez se deben al efecto de la menor producción de cobre acumulada en el período y mayores costos de venta. “Esto nos da un margen bruto en el año 2023 de US$ -43,5 millones, lo que se compara negativamente con el margen bruto del año 2022 de US$ 2,3 millones”, explica la empresa.
En ese sentido, la caída en los niveles de producción durante el primer semestre fue drástica en las unidades de la Enami, retrocediendo en un 37% en comparación al primer semestre de 2022 y llegando a 31 mil toneladas. Este indicador se vio fuertemente impactado por la compleja situación que atraviesa el principal activo de la Enami, la fundición Hernán Videla Lira. Y es que debido principalmente a detenciones preventivas y menor continuidad operacional, esta planta reportó una producción de 16 mil toneladas, una reducción de un 50,7% respecto al cierre de junio del ejercicio anterior.
Caen las ventas
Debido a esta tendencia, también cayeron en un 17% las ventas de cátodos realizadas por la estatal, que retrocedieron por el menor desempeño de la fundición, y el menor contenido de subproductos incluidos en los concentrados y ánodos que se envían a maquila a
Codelco. Ante esta situación, las ventas físicas de minerales y concentrados crecieron en un 225%, gracias a ventas extraordinarias que se realizaron para suplir la menor producción.
“Enami tiene una situación financiera compleja, nosotros tenemos una proyección de endeudamiento que supera los US$ 650-700 millones a fines de 2023. Para nosotros es fundamental abordar lo que significa Enami en toda su dimensión (…) esta es una empresa que se dedica al fomento, no esperamos ni hablamos de una Enami rentable, hablamos de una Enami sostenible, que sea capaz de desarrollar la labor de fomento que corresponde”, aseguró hace unos días la ministra de Minería, Aurora Williams.
El proyecto de fundición
Una de las principales preocupaciones de la compañía estatal es la modernización de la fundición Hernán Videla Lira, y es que esta unidad es la responsable de gran parte de las mermas de la Enami.
En el primer semestre, hubo más interrupciones productivas, y es que según reportó la compañía, existieron 629 horas en las que las condiciones ambientales fueron “regular”, mientras que en 313 horas, la situación fue “desfavorable”. En el primer semestre de 2022 esos indicadores fueron de 370 y 127 horas respectivamente.
En el último directorio de la estatal, se acordó avanzar en los estudios preinversionales de la fundición, luego de la aprobación y comentarios de Cochilco, que estableció 5 ámbitos de acción que deben ser aprobados.
Entre estos elementos, según explicó hace unos días la ministra de Minería, Aurora Williams, se encuentra la gobernanza del proyecto, la revisión en la estimación de metales preciosos —en particular paladio y platino, que estaban sobreestimados—, la estimación de costos de operación, y una estrategia comercial.
“A fines de junio nos llega autorización de Hacienda para modificación presupuestaria. Es un Estudio de Preinversión (EPI) de 4 etapas, con un presupuesto de US$ 15 millones, donde cada etapa está supeditada una a la otra. En la medida en que existan resultados positivos se puede avanzar en la etapa 3, que es donde se evalúa una planta de refinación, condicionado a los resultados”, dijo la ministra.
Fuente: El Mercurio