El timonel del PC descartó que el oficialismo busque dilatar la definición sobre el Plebiscito al plantear una consulta interna, sino que abre una ventana de posibilidad a la oposición de buscar acuerdos.
El presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, abordó en Emol el momento constitucional en el marco de la votación de la comisión experta sobre las observaciones al texto despachado por el consejo constituyente.
Una etapa que terminó de encender las alertas del oficialismo. Por ejemplo, si bien el ejercicio de la comisión partió con la eliminación del inciso 13 del artículo 16 que incluía la “objeción de conciencia individual e institucional”, descartó las observaciones que buscaban reemplazar la norma que establece que “la ley protege la vida de quien está por nacer”.
Una disposición que para los sectores de izquierda supone un riesgo a la ley de aborto en tres causales y constituye entonces un atentado a los avances civilizatorios.
¿Cuál es su balance de los resultados que ha ido arrojando el proceso?
Mi balance, desde la perspectiva de que el objetivo es proponer una nueva Constitución, es muy malo y mi mirada es que la responsabilidad principal la tiene quien tiene el control del Consejo. Me refiero al Partido Republicano, que sumado a Chile Vamos, constituyen más de los 3/5. Sin embargo, nunca han tenido la voluntad real de intercambiar para ver cómo proponer una nueva Constitución y no una propuesta, en las palabra de Evelyn Matthei, que fuera la representación de un programa de Gobierno, porque lo que hay es un retroceso respecto a la Constitución actual. No augura nada que vaya, el día de mañana, a descomprimir el Estado subsidiario y a permitir un Estado social y democrático de derechos.
La alianza de Gobierno decidió someter a una consulta interna de los partidos la definición de votar por el En contra o A favor de la propuesta constitucional ¿No dilata esto la resolución del oficialismo? Considerando que parte de la oposición ya arrancó con la campaña para aprobar el texto.
No la dilata porque está marcando que hay una incitación de voluntad de parte del oficialismo de atender a la hipotética posibilidad que quienes tienen los votos reflexionen, reconsideren, permitan una Constitución como tal. Así es que en este caso, demostrarle a la ciudadanía que hemos hecho todo, hasta la enésima posibilidad, es una presentación muy correcta, muy responsable y que va a demostrar que hay una voluntad significativa al respecto.
Usted ha dicho que de caer el proceso, el mandato de tener una nueva Constitución sigue vigente ¿Cómo ve que se pueda materializar esa voluntad en caso que se rechace la segunda propuesta?
Yo aplico una lógica que hasta el día de hoy ha funcionado: Hubo un Plebiscito de entrada que resolvió que se trabajara por una nueva Constitución. Eso tuvo un momento, que fue una propuesta rechazada. Nadie dijo que después venía una segunda posibilidad, ni que haya una tercera, una cuarta y una quinta. Sin embargo, enfrentados al tema político nacional de que sigue vigente la pregunta de una nueva Constitución, creo que si uno proyecta esa pregunta que se aplicó en este segundo esfuerzo, va a quedar pendiente para cuándo va a ser orden del día.
Es evidente que es altamente probable que durante nuestro Gobierno no, porque es un Gobierno que tiene ya dos años consecutivos de calendario electoral, pero eso no lo determina para sí o para no, ningún partido. El día de mañana, la ciudadanía puede reclamar que se agende de nuevo el tema de la nueva Constitución. En ninguna parte está escrito que estas eran las posibilidades, no. Lo que está evidente, es que en tanto no se apruebe una nueva Constitución, sigue vigente el actual y mientras siga vigente el actual, hay una regla, un fair play que organiza la convivencia normativa de la sociedad, no hay caos, pero si hay posibilidad cierta de que el tema siga vigente y pendiente.
Si se rechaza el texto y el proceso deriva a reformas de la Constitución vigente en el Congreso Nacional ¿El PC estaría de acuerdo?
No son contradictorios, no son temas que sean excluyentes entre ellos. A la fecha la Constitución del 80 no es la del 80, es la Constitución con todos los cambios que a nivel del Congreso se han realizado de acuerdo a los quórums que se requieren y a las coincidencias que hayan. Ese ejercicio también seguirá vigente, pero eso no está resolviendo el tema de origen que es una nueva Constitución. No lo veo en absoluto una contradicción, algo excluyente uno de otro, sino es una posibilidad de caminar con esfuerzo en dos dimensiones.
¿El Partido Comunista está inclinado por el En Contra? ¿O van a seguir el mecanismo de consulta ciudadana que se dio la alianza de Gobierno?
El Partido Comunista lo ha dicho y lo sostiene hasta el día de hoy, primero va a tomar conocimiento una vez que se cierra el capítulo en mérito de cual es el proyecto, con conocimiento de causa y lo hará de conjunto con los otros partidos de Gobierno y ojalá también con la Democracia Cristiana, pero no adelanta posición porque de lo contrario no cumple con algo que por opción propia hemos cuidado mucho, que tengamos una posición común.
Fuente: Emol
