- Expertos creen que adquisición de la firma australiana viabiliza la operación en el Salar de Maricunga, pero no ven grandes cambios con los ingresos de compañías chinas.
Movido ha estado el negocio del litio esta semana.
Al ingreso de la compañía china Tsingshan a Chile para fabricar baterías de este compuesto no metálico en Mejillones por US$ 233 millones, se sumó el anuncio hecho por Codelco de que comprará el 100% de Lithium Power International (LPI) en US$ 244 millones, operación que se concretará el primer trimestre de 2024.
Según los expertos, aunque a primera vista ambas jugadas significan avances en la Estrategia Nacional del Litio, lo cierto es que tal conclusión es engañosa, dado que posiblemente solo el acuerdo al que llegó la corporación estatal implique aumentar la producción de Chile, pero en el mediano plazo y largo plazo.
“Tsingshan, como antes lo hizo BYD, lo que hacen es procesar litio ya producido en Chile, en este caso por SQM Salar, que son cuotas disponibilizadas por Corfo para un productor de derivados que las procese en el país. En este sentido, no se ha aumentado la capacidad de extracción de litio de Chile”, explicó el socio fundador de iLiMarkets, Daniel Jiménez, quien detalla que el precio de venta, además, será inferior al precio de venta promedio de SQM, por lo que puede eventualmente significar menores ingresos para el Fisco.
Además, en las compañías que buscan producir y procesar litio en Chile, hay resquemor por la coincidencia de que sean dos empresas chinas -BYD y Tsingshan- las que se adjudicaron la licitación convocada por Corfo. Un ejecutivo de una firma de capitales norteamericanos señaló que “ambas compañías tenían interés en desarrollar otras áreas del negocio -tanto extracción como procesamiento a gran escala- pero que optaron por este contrato con Corfo a una escala menor a la que están acostumbradas para poder tener presencia en un mercado que consideran estratégico y luego crecer”.
Otro inversionista comentó: “las compañías chinas han sido muy agresivas en su ingreso a Chile y estos contratos (con Corfo) les sirven para conocer al socio estatal, al ecosistema de negocios“.
Codelco y Maricunga
El informe de JP Morgan sobre litio ya lo adelantaba: a las expansiones de SQM y Albemarle en el Salar de Atacama, se sumaría el desarrollo de Maricunga, donde estaba Codelco y LPI. El banco de inversión proyectó que la extracción en esta cuenca comience en 2024 en poca cantidad y su máximo llegue hacia 2030, con 20.000 toneladas de carbonato de litio equivalente.
Las conversaciones entre LPI y Codelco venían desde hace tiempo. En 2018 hubo un acercamiento oficial, que se frustró. Pero desde 2023, las partes comenzaron a dialogar nuevamente. De hecho, en la campaña de exploración realizada por Codelco en el Salar de Maricunga se contó con la colaboración de la filial chilena de LPI, Minera Salar Blanco. Además, esta firma tiene una resolución de calificación ambiental aprobada y consulta indígena favorable de su proyecto, que contempla una inversión de US$ 700 millones para producir 20 mil toneladas de carbonato de litio.
Parte de la propiedad minera de Salar Blanco se superpone con el CEOL (Contrato Especial de Operación) de Codelco en Maricunga. “La transacción consolidará propiedad minera y en ese sentido, facilita el desarrollo del proyecto”, explicó Daniel Jiménez, de iLiMarkets, quien detalla que SQM también tiene propiedad en la zona, por lo que es dable pensar que un eventual acuerdo con esta última empresa también incluya derechos sobre Maricunga y sobre know how de la producción de litio.
“La transacción proporciona certeza a los accionistas de LPI en comparación con un escenario de desarrollo independiente de Maricunga por parte de Lithium Power y en el contexto de una perspectiva económica incierta en general”, dijo Cristóbal García-Huidobro, director ejecutivo de Lithium Power, al explicar las bondades del deal al mercado.
Pero no todos consideran que la operación redundará en beneficios para Codelco. Sergio Jarpa, presidente de la asociación Voces Mineras y ex vicepresidente de la estatal, estimó que “Codelco no tiene ninguna ventaja en la producción de litio, hay productores que saben más y cuentan con la experiencia. Codelco debería concentrarse en su negocio principal que es producir cobre”, señaló. Hizo ver que, incluso, se están desviando recursos de la reciente emisión de bonos por US$ 2.000 millones para financiar esta operación, “cuando se dijo que esos recursos eran para los proyectos estructurales”.
Foreign Investment Review Board de Australia debe autorizar operación de la estatal
Martín Borda Mingo, que tiene el 28,25% de la propiedad, apoyó el acuerdo.
Además de los accionistas de LPI -que tendrían junta en enero de 2024-, la Corte de Justicia, así como a la opinión del experto independiente, quien ya visó la operación, Codelco debe ser autorizada por el Foreign Investment Review Board de Australia para concretar la compra de LPI. Esta entidad asesora tanto al gobierno australiano como al Tesoro. Según el documento que detalla el plan, la transacción incluye un premio de 119% considerando el precio de cierre no perturbado de 0,26 dólares australianos por acción LPI al 26 de septiembre de 2023 o de 136% a 30 días, informó la compañía oceánica.
Martín Borda Mingo, principal accionista de LPI a través de Minera Salar Blanco SpA, tiene la intención de votar su participación del 28,25% en favor del plan propuesto.
FUENTE DIARIO FINANCIERO