Se demoró en contestarle el teléfono. El Presidente Gabriel Boric tenía la intención de llamar al libertario Javier Milei este lunes, un día después de que fue electo Mandatario de Argentina, pero costó coincidir, como es habitual entre los políticos cuando ganan una elección.
Fue el martes recién, alrededor de las 15:00 horas, cuando pudieron conversar. Hablaron cerca de 10 minutos. En la charla Milei invitó a Boric al cambio de mando en Buenos Aires el domingo 10 de diciembre y el Presidente dijo que iba a asistir.
Después de esa conversación, al día siguiente, la ministra Camila Vallejo -quien el lunes había abierto la duda con la asistencia del Mandatario a Argentina por temas de agenda- confirmó la presencia de Boric en Buenos Aires.
“Esto es un estándar que el Presidente tiene para todos los casos, a nosotros nos interesa construir y fortalecer las relaciones diplomáticas de Estado con todos los países, independientemente de si los gobiernos de turno son afines o no”, dijo la vocera.
La cautela con que están viendo el tema se debe a que la instrucción de La Moneda a sus ministros ha sido ser extremadamente precavidos con cualquier referencia al nuevo gobierno argentino, dado que Milei ha sido un crítico acérrimo de la administración de Boric y lo ha tratado de empobrecedor. De hecho, por lo mismo, no querían confirmar la presencia en el cambio de mando hasta recibir una invitación formal.
En el comité político de ministros se insistió en esa postura, de ser sumamente cuidadosos por la relevancia de la relación diplomática Chile-Argentina.
En La Moneda estaban pendientes de lo que podrían plantear los ministros sectoriales y por ello el domingo la Secretaría de Comunicaciones (Secom) les recordó a los integrantes del gabinete que los voceros autorizados en materia internacional son el Presidente y el canciller Alberto van Klaveren. Por lo mismo, y en forma de alinearlos, se envió la primera declaración de Boric sobre el tema que escribió en su cuenta de X.
“Hoy el pueblo argentino tuvo una jornada democrática para elegir a su Presidente por los próximos cuatro años. Saludo a Javier Milei por su triunfo y a Sergio Massa por su digno reconocimiento de la derrota. Al pueblo argentino le deseo lo mejor y sepan que siempre contarán con nuestro respeto y apoyo. Como Presidente de Chile trabajaré incansablemente por mantener a nuestras naciones hermanas unidas y colaborando para el bienestar de todos y todas”, escribió el Mandatario a las 21:01 horas.
El miércoles Milei le agradeció a Boric, eso sí con una breve mención en su cuenta de X. De todas formas, ninguno quiso entregar más detalles de la llamada entre ambos.
El embajador
El 24 de septiembre la entonces embajadora de Chile en Argentina, Bárbara Figueroa, renunció a su cargo para asumir como secretaria general del Partido Comunista. Desde ahí, dicen fuentes diplomáticas, se sintió el vacío en Buenos Aires, ya que el reemplazo subrogante quedó a cargo de Alberto Rodríguez, encargado de negocios de la embajada, quien fue nombrado embajador en Marruecos.
Pero la intención del gobierno de Chile era esperar el resultado de la elección para definir al reemplazante, ya que era muy distinto si ganaba Milei, quien se ha declarado anticomunista, a que ganara su rival, el oficialista Sergio Massa.
Fuentes diplomáticas aseguran que pese a que es habitual en países como Argentina que desde la embajada se comuniquen con los comandos de los candidatos del balotaje, para esta ocasión no ocurrió por los últimos cambios que sufrió la embajada.
Apenas ganó Milei la intención del ministro Van Klaveren y del Presidente Boric fue poner a un embajador con experiencia en el cargo e incluso se pensó en diplomáticos de carrera.
Así surgió la opción de José Antonio Viera-Gallo (PS), cuyo nombre, según algunas versiones del oficialismo, fue empujado por la timonel del PS, Paulina Vodanovic, y también promovido por el titular de la Segpres, Álvaro Elizalde, y el propio canciller.
Viera-Gallo es un hombre que cuenta con experiencia en el mundo diplomático: se desempeñó como embajador en Buenos Aires entre 2015 y 2018, donde hizo redes con autoridades del gobierno de Mauricio Macri, varias de las cuales hoy colaboran con Milei. A través de esas mismas autoridades se hicieron contactos para adelantar el anuncio del socialista y ver la recepción que tendría en Argentina.
Con la información en la mano, el Presidente optó por apurarse y nombrar de inmediato a Viera-Gallo, luego de conversarlo con el canciller.
Así, además, era más fácil obtener el agreement (beneplácito) desde Buenos Aires, ya que tanto Boric como Van Klaveren tienen una relación fluida con el actual Mandatario transandino, Alberto Fernández, y su canciller Santiago Cafiero, a quienes también les adelantaron el nombramiento. De hecho, el beneplácito verbal llegó casi de inmediato.
De todas formas, en La Moneda no esconden la incertidumbre que existe ante las acciones que pueda tomar Milei al llegar al gobierno argentino. Para ello, en Cancillería hacen análisis frecuentes de la contingencia. Habitualmente, Van Klaveren aborda los distintos escenarios con sus asesores más cercanos, como su jefa de gabinete, Verónica Rocha, y el secretario general de política exterior, Rodrigo Olsen.
Una de las decisiones más controversiales que puede tomar Milei, creen en el Ejecutivo, es la extradición de Galvarino Apablaza, exintegrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, acusado por el asesinato de Jaime Guzmán.
En La Moneda, en todo caso, dicen que Boric ya se ha referido a ese tema, y ha traspasado las solicitudes de la oposición, desde su primera reunión con Alberto Fernández, por lo que, dicen en Palacio, no es un tema que acompleje.
Fuente: La Tercera