Este jueves 30 de noviembre se publicó en el Diario Oficial el Decreto Supremo que crea el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) “Archipiélago de Humboldt”, una de las zonas más ricas en biodiversidad del centro-norte de Chile y que abarca una superficie de más de 2.200 km2 entre las regiones de Atacama y Coquimbo.
La creación de esta área marina protegida fue aprobada por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad en agosto de este año, luego de un intenso trabajo participativo con la comunidad local, el mundo ambiental y los sectores productivos involucrados. El objetivo de esta iniciativa es conservar y proteger el medioambiente marino y costero, así como las actividades sustentables que se desarrollan en la zona, como la pesca artesanal y el turismo.
De acuerdo a lo señalado por el gobernador regional, Miguel Vargas, esta es una medida esperada y que se concretó gracias al trabajo mutuo entre las distintas comunidades de ambas regiones.
El Archipiélago de Humboldt es uno de los diez ecosistemas marinos más importantes del mundo, donde habitan especies emblemáticas como el pingüino de Humboldt, el chungungo, el delfín nariz de botella y la ballena azul, entre muchas otras y con la creación de esta área, se protegerá no solo la vida marina, sino también los servicios ecosistémicos, como la regulación climática, la educación, la investigación científica y la recreación.
Y es precisamente lo que destaca la autoridad atacameña, lo que lo hace un interés único para el mundo del turismo y la comunidad científica.
Ahora, lo que se viene tras la publicación en el Diario Oficial, es garantizar un adecuado plan de manejo del área. Si bien, la tarea ha sido encomendada al Ministerio de Medio Ambiente, desde el Gobierno Regional están a disposición para aportar.
El Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos “Archipiélago de Humboldt” es la primera área birregional protegida de Chile y representa un ejemplo de gestión integrada y participativa del territorio marino y costero. Su creación es un paso fundamental para la protección de la biodiversidad, el desarrollo local y el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
