Por Dr. Omar Luz Hidalgo, Consejero Regional de Atacama, Presidente Comisión de Salud
Soy médico pediatra y neonatólogo. En la actualidad ejerzo mi profesión sólo en el área privada, ya que pasé a retiro en mi condición de funcionario del Hospital Regional de Copiapó, en el que trabajé casi 40 años de mi vida, 34 de los cuales fui Jefe de Servicio de Neonatología y en 24 de ellos, compartí esa jefatura con el Servicio de Pediatría.
Durante todos los años en que he trabajado en esta especialidad me he encontrado con una situación que, sin duda, ha estado presente también en mis colegas pediatras y es el concepto de licencia maternal.
Es cierto que, la licencia maternal la otorga el obstetra y lo hace en base legal según la ley 20.545. Para aclarar un poco esto, el descanso postnatal – que, dicho sea de paso, de descanso no tiene nada, pues el cuidado de un bebé recién nacido y mientras crece en sus primeros meses, no solo es un enorme trabajo y conlleva también una tremenda responsabilidad, sino que es una tarea que se suma al resto de labores del hogar, por lo tanto, solo lo llamaré “permiso postnatal” -, hasta el año 2011 estaba regido por la ley N°17.928 del año 1973, que otorgaba permiso postnatal de 12 semanas (84 días) tras el parto.
Entonces salió publicada la mencionada ley 20.545 que modificó sustancialmente ese derecho, quedando del siguiente modo:
- 24 semanas de permiso completo para las madres (postnatal normal más postnatal parental de 12 semanas a jornada completa), con un subsidio equivalente a la remuneración, con tope de 73,2 Unidades de Fomento (UF) brutas.
- 12 semanas de permiso completo para las madres y, a continuación, 18 semanas media jornada. En esta segunda etapa se pagará el 50% del subsidio (con tope de 36,6 UF).
- 12 semanas de permiso completo para las madres. De las 12 semanas restantes en jornada completa pueden traspasar un máximo de seis semanas a los padres. Si las madres optan por la media jornada para esta segunda etapa, solo pueden traspasar 12 semanas a los padres en la misma modalidad.[1]
En esencia se agregó un permiso adicional de otras 12 semanas a las que ya se encontraban vigentes, con lo que el post natal quedó en 24 semanas (poco más de 5 y medio meses) además de otras garantías que incluyeron el permiso parental a los padres según lo descrito más arriba.
La OMS recomienda un periodo de 6 meses de alimentación materna exclusiva, lo que contrasta con este periodo inferior en Chile, además de prolongación de la lactancia materna hasta los dos años de vida.
Es importante señalar que, cuando se nace, el cerebro continúa su desarrollo y el niño es especialmente sensible con lo que ocurre en su entorno, por lo que, la cercanía con sus progenitores es vital para un desarrollo armonioso y estable.
La situación, sin embargo, se les empieza a complicar desde el momento que el padre solo cuenta con 5 días de permiso en su trabajo, después del parto de la madre, y puede estar un máximo de seis semanas si la madre decide traspasárselas.
Luego de los mencionados 5 ½ meses la madre debe volver al trabajo. En ese momento, se produce un problema, pues la necesidad de lactancia del bebé se ve interrumpida bruscamente por una lactancia con fórmulas no maternas. Además, la madre puede perderse ese periodo vital de los bebés, que es cuando se comienza con la alimentación complementaria, es decir, cuando empieza a recibir el alimento no materno, llámese almuerzo, cena, etc. De allí que las madres, con frecuencia, solicitan alguna manera de extender esa licencia, algo que no es posible pues no existe esa alternativa.
Hay otros países, especialmente los nórdicos, que consideran un postnatal para ambos progenitores y de hasta de un año de duración.
Creo que es el momento, también, de considerar ambas cosas en nuestro país, por el bien de las nuevas generaciones. Aunque se está mejor que antes, todavía los bebés son afectados por esta temprana separación y, además, hemos de observar el envejecimiento progresivo de nuestra población, pues así tendríamos, como se ha observado en Suecia, un incremento de la tasa de nacimientos, con hijos e hijas mejor desarrollados y más proclives a expresar sus mayores potencialidades.
[1] https://www.chileatiende.gob.cl/fichas/8647-postnatal