Los dos años que restan de Gobierno pueden no ser suficientes para terminar de legislar las reformas a las que llama a zanjar el Presidente Gabriel Boric y así lo advierten algunos parlamentarios de oposición.
El calendario de elecciones; los debates legislativos por asuntos coyunturales y estructurales -como los desafíos en materia de seguridad- sumado a la falta de acuerdos en el fondo de los proyectos, hace que la reforma de pensiones y el pacto fiscal peligren no ver la luz antes que culmine la administración del frenteamplista.
Junto a ello, hay que considerar que en el caso del pacto fiscal, el Ejecutivo ha optado por desagregar la reforma en varios proyectos para viabilizar su aprobación de forma parcelada.
Este jueves, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó que se dividirá en siete proyectos: cuatro que ingresarán en enero y los tres restantes en marzo.
Los primeros están relacionados con racionalización de permisos para inversiones, otro sobre medidas para el cumplimiento de las obligaciones tributarias y otro que regula de manera permanente los convenios entre privados y el Estado. Aquellos que ingresarán en marzo versarán sobre impuesto a la renta, la creación de la Agencia de Calidad de Políticas Públicas e impulso de infraestructura.
En el caso de la reforma de pensiones, el Ejecutivo presentó este jueves las indicaciones al proyecto que se encuentra en la comisión de Trabajo de la Cámara. Con ellas plantea la reorganización de la industria, la nueva fórmula del “3,2,1” de la cotización adicional de cargo del empleador y la no derogación el DL 3.500, tal como lo había solicitado la oposición. Sí mantiene el aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250.000 y aumento su cobertura.
Debate
Bajo estas consideraciones, jefes de bancada de los comités parlamentarios de la Cámara, debaten sobre la viabilidad de las reformas.
Por ejemplo, el jefe de bancada de diputados de la UDI, Guillermo Ramírez, indicó que “hay reformas complejas que requieren de mucho tiempo para poder revisarlas y votarlas. La reforma tributaria, por ejemplo, estuvo siete meses solamente en la comisión de Hacienda de la Cámara, sesionando de manera extraordinaria casi todas las semanas. La de pensiones se presentó hace ya mucho, y todavía no se vota ni un solo artículo en la comisión de trabajo”.
A su vez, su símil de Renovación Nacional, Frank Sauerbaum, advirtió que “siempre los tiempos son escasos cuando hay malos proyectos que se trancan, porque no son compartidos en el Parlamento, ni por la ciudadanía”.
“Nosotros no estamos disponibles para aprobar, por ejemplo, un pacto fiscal que considere alza de tributos. Sí estamos evaluando la aprobación de todo lo que tenga que ver con terminar con evasión y elusión tributaria, hay que luchar contra eso decididamente, pero además, hay que poner el foco en la reactivación económica y todo lo que tenga que ver con permisología para aprobar inversión y generación de nuevos puestos de trabajo. En Chile hoy día tenemos un millón de cesantes y debe ser la mayor preocupación, junto con materias de delincuencia”.
Por lo demás, el diputado recalcó que “nosotros en materia previsional, no estamos disponibles para aprobar un sistema de reparto, que es lo que propone el Gobierno. Por lo tanto, aunque dilatemos esta discusión, nos vamos a enfrentar a un rechazo, porque nosotros vamos a defender la propiedad de los fondos de los trabajadores”.
“Nosotros llamamos al Gobierno, en vez de mandarnos al diálogo, que usen su tiempo en mejorar los proyectos, en lugar de seguir insistiéndonos a nosotros a obligarnos a sentarnos en una mesa por proyectos que no compartimos”, añadió.
Sobre el debate, el jefe de bancada de diputados de la Democracia Cristiana, Eric Aedo, señaló que “necesita el Gobierno dedicar mucho tiempo, mucha paciencia para lograr acuerdos que permitan, por ejemplo, lograr en el marco del pacto fiscal, terminar con la excesiva burocracia, dar aliento a la inversión y con eso, enfrentar el déficit económico que tenemos hoy día y el aumento de la cesantía que ha ido creciendo el último año”.
“Yo espero que el Gobierno, antes que termine su período, con el pragmatismo y con la búsqueda real de acuerdos, sin imponer sus ideologismos, logre consensos amplios (…) Si va a insistir en sus ideologismos, en no salirse de sus trincheras, obviamente está condenado al rechazo”, advirtió.
Por su parte, el subjefe de bancada de diputados Independientes-PPD, Jaime Araya, afirmó que “ahora tenemos una ventana de oportunidad para armar una conversación grande y amplia que permita implementar soluciones sencillas, útiles y concretas a las principales urgencias de Chile”.
“Yo estoy convencido que los lindos discursos que hemos escuchado estos días y las renovadas promesas que se están haciendo, deben traducirse en acuerdos concretos en seguridad, pensiones, empleo, educación, crecimiento, fin a listas de espera en salud y vivienda, de tal manera que demostremos que la política sirve para algo, es indispensable entender que la votación del domingo es una derrota abismante de la política”.
Contrario a sus pares, el jefe de bancada de diputados del Partido Comunista, Luis Cuello, relevó que “lo primero, es que las reformas tienen sentido de urgencia. Estimo que para alcanzar a tramitarlas es necesario volcar la agenda legislativa a la reforma previsional y pacto fiscal. Al menos, durante enero debemos hacer todo el esfuerzo por despachar la reforma previsional”.
En esa línea, el líder del comité parlamentario del Partido Socialista en la Cámara, Daniel Manouchehri, apuntó que “tenemos reformas que son urgentes para la gente. Las pensiones, la salud, la reactivación económica, no puede esperar. Sería mezquino que algunos quisieran entrampar las reformas bajo la excusa del tiempo, cuando quedan dos años de Gobierno. Los parlamentarios tenemos un mandato popular que cumplir. Aquellos que no quieran legislar, tendrán que responderle a la gente por las bajas pensiones, por las listas de espera y por la inseguridad”.
Fuente: Emol.com