- Junto con detectar deficiencias en la metodología de planificación, en el documento encargado a entes expertos, se definen aspectos de tarificación que requieren una reforma.
Un inédito trabajo conjunto impulsaron dos gremios relevantes del sector energético para presentar propuestas en busca de un adecuado desarrollo del sistema de transmisión en medio del proceso de transición energética. Por primera vez, las asociaciones de Generadoras y Transmisoras de Chile se unieron para encargar un estudio al Instituto Sistemas Complejos de la Ingeniería (ISCI) y la consultora SPEC, el cual se denominó “Identificación de acciones sistémicas de corto y largo plazo para un desarrollo adecuado de los sistemas de transmisión como condición habilitante de la carbono neutralidad”.
Pensando en el corto plazo, en el documento -de 141 páginas- se advierte que, en cuanto a la operación en tiempo real, el actual esquema manual de control de transferencias y determinación de costos marginales entre zonas puede resultar en menores transferencias por las líneas y consecuentes desacoples que pueden ser inconsistentes.
Respecto a la programación de operación de las centrales a carbón, que la inflexibilidad de estas plantas está asociada principalmente a sus altos costos de partida y parada. Para alcanzar la máxima disminución de reducciones, las medidas en favor de la flexibilidad deben ser -sostienen- “complementadas con aporte de otras tecnologías a la inercia del sistema”. No obstante, se reconoce que dada la proyección de crecimiento de energías renovables variables en horas solares, “la disponibilidad de estas superará la demanda del sistema, lo que pone una cota superior a los efectos de las medidas pro flexibilidad operacional para reducir las reducciones”.
De cara al mediano plazo, se revisa la experiencia internacional en la aplicación de tecnologías avanzadas que son complementarias a líneas de transmisión, las cuales tienen menores tiempos de despliegue y pueden contribuir a hacer un uso más eficiente del sistema de transmisión. Pese a sus ventajas, se alerta de barreras potenciales para su despliegue al depender del contexto económico y regulatorio de las jurisdicciones donde se desean incorporar o independientes a esto como -por ejemplo- las limitaciones técnicas y complejidades propias de la tecnología.
Ya pensando en acciones de mediano-largo plazo, se concluye que existe una importante brecha de la metodología actual para continuar recomendando expansiones de la red de acuerdo con las necesidades futuras, en particular, bajo el contexto de descarbonización. Se proponen “modificaciones incrementales” que pueden ser implementadas mediante las herramientas de simulación existentes que ya son aplicadas en distintas partes del proceso y, por lo tanto, que podrían ser implementadas en el corto plazo.
Pero también, se identificó un conjunto de “modificaciones profundas” a la metodología, fundadas principalmente en la necesidad de aplicar modelos avanzados de optimización. Entre otros aspectos, se plantea la coordinación de trazado y territorios, clave para las iniciativas del sector. En este punto se recoge la experiencia internacional, en específico de Brasil, la que muestra que estos riesgos pueden acotarse mediante un proceso de coordinación central en etapas tempranas (previo a licitación) entre planificadores y desarrolladores, así como con un fuerte rol del Estado para la resolución de conflictos y facilitación de permisos. Cambio regulatorio
Al analizar la regulación actual, si bien se detecta deficiencias en la metodología de planificación y brechas en la operación de corto plazo y análisis de nuevas tecnologías, el estudio puntualiza que se requiere facilitar esta coordinación entre estos sectores. Considerando que la sincronización entre el desarrollo de la generación de energía y la infraestructura de transmisión ha demostrado ser un problema desafiante en Chile, se propone “una reforma más concreta para la regulación del país” basada en tres ejes fundamentales.
El primero, la creación de contratos financieros de red que “brinden a los generadores una forma de protegerse contra el riesgo de congestión en las redes de transmisión, al mismo tiempo que sirven como un indicador valioso para la planificación del sector”. Segundo, modernización del régimen de inversiones libres en transmisión, donde se sugiere un comité o una autoridad competente que tome decisiones basadas en un consenso mayoritario y “siguiendo una regla de oro que garantice beneficios sistémicos”. Y, tercero, remuneración de las expansiones con cargo vía peajes a los beneficiarios. Esto último también aborda -se dice- “el desafío político de evitar aumentos excesivos en las tarifas a clientes finales a corto plazo para respaldar las inversiones en infraestructura de transmisión, ya que se busca encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad económica y el desarrollo del sistema eléctrico”.
Presentado a autoridades
El estudio se ha socializado con las autoridades, a través de una presentación preliminar a la Comisión Nacional de Energía (CNE) y el Coordinador Eléctrico. Javier Tapia, director ejecutivo de Transmisoras de Chile, enfatiza que “este estudio analiza las condiciones existentes, las barreras y los requerimientos sistémicos, tecnológicos y regulatorios necesarios para desplegar la infraestructura de forma más eficiente y oportuna, para cumplir tanto con las metas de calidad de servicio como de descarbonización y contribuir así al proceso de transición energética”.
Mientras, el gerente general de Generadoras de Chile, Camilo Charme, aseguró que las redes de transmisión son cruciales para la transición energética y deberían ser priorizadas como tal: “Este estudio viene a establecer que la mayoría de las medidas propuestas no requieren cambios legales, por lo que resulta imperativo avanzar en la implementación de las iniciativas de corto y mediano plazo”.
FUENTE DIARIO FINANCIERO