La muerte del ex Presidente Sebastián Piñera ha dejado una larga estela de reconocimientos, condolencias y análisis de sus dos administraciones, desde los distintos sectores políticos. Una de esas voces fue la de propio Presidente Gabriel Boric, quien al anunciar la realización de sus funerales de Estado, lo reconoció como un “demócrata desde la primera hora“.
El Mandatario también reconoció los hitos de la administración de Piñera, “como por ejemplo, cuando asumió la reconstrucción del país después del terremoto del 27 de febrero del año 2010, o cuando se la jugó con mucha decisión y audacia para rescatar a los 33 mineros de la mina San José, o también, más recientemente en el manejo de la pandemia en tiempos de incertidumbre a nivel mundial”. Todo ello, en un claro giro a la postura que había tenido en los años previos, desde su vereda de oposición, cuando era diputado.
Para varios, estos reconocimientos son parte del impacto que generó la repentina y trágica muerte del ex Presidente Piñera; de hecho, algunas voces del oficialismo han apuntado a la necesidad de condensar una mirada de Estado, al momento de revisar su gestión, las anteriores y las venideras; hay, en el ambiente, un sentido de unidad que se desata en el fervor de la pérdida.
Pero la duda es ¿cuánto podría durar este ambiente de reconocimiento y conciliación?, ¿variará la opinión negativa que ha tenido la izquierda frente a la forma en que Piñera encauzó sus administraciones?, y sobre todo: ¿sobre quién o quiénes recae el peso de contribuir a un mejor ambiente político?
El jueves, el ex ministro del Interior y primo el ex Presidente Piñera, Andrés Chadwick, mostró su esperanza en que la muerte del ex Mandatario “contribuya enormemente a que la unidad de todos, la unidad del país, la unidad que Chile necesita, la posibilidad de entendimientos, la posibilidad de lograr mayor seguridad, mayores empleos y de unirnos para poder alcanzar esos objetivos, se pueda dar ahora con mayor fluidez”.
Y en esa línea, al ser consultado por un cambio de tono por parte de oficialismo, comentó que “sí, yo siento un ambiente distinto, y ojalá que eso no solo sea por el impacto de la muerte del Presidente Piñera, sino que sea por un reconocimiento a lo que fue su principal sueño, una patria grande, una patria de todos, una patria con entendimiento, una patria en que los desafíos se asumieran no solo por un sector político o por quien gobierna de turno, sino que por la colaboración de un Chile unido”.
En conversación con Emol, analistas políticos resuelven estas dudas con optimismo moderado. Hay un reconocimiento al cambio de actitud que varios personeros han expresado estos días, pero sigue siendo un desafío de toda la clase política el avanzar hacia un status duradero de esas intenciones, las mismas que también afloraron tras la muerte del ex Presidente Patricio Aylwin, en 2016.
La “reacción” ante un deceso repentino
Alejandro San Francisco, director del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián, pone el foco en la “reacción” luego de la tragedia. “Al ser una muerte ‘prematura’ trágica, es evidente que hay un sentimiento de estupor y una reacción generalizada de incredulidad. Esto sin duda contribuye a elevar los sentimientos hacia su familia y su persona, produciendo una empatía transversal que deja de lado las posiciones más odiosas que fueron tan visibles durante su segunda administración”, comenta.
Lo anterior, remarca, ha permitido que desde ya se pueda observar “un nuevo clima político, más respetuoso, más humano y más cercano”. Por ejemplo, “desde el Gobierno, figuras como el presidente Boric o la ministra Vallejo, han hecho reconocimientos de estado e incluso de carácter político y de valores democráticos, en circunstancias que, en su momento, propiciaban acusaciones constitucionales y descalificaban al presidente Sebastián Piñera, promoviendo su salida”.
Desde la vereda del frente, también reconoce que “entre los ex ministros y funcionarios del gobierno de Piñera ha habido un gran esfuerzo por valorar la obra de sus dos administraciones y lo que podría representar su legado”.
Esta repercusión, tanto política como nacional como incluso internacional, “va a obligar a replantearse no sólo lo que fue él políticamente, sino que también sus gobiernos e impacto en la actualidad y hacia la historia”.
Un mejor clima político, pero con difícil proyección
Tomás Duval, académico de la Universidad Autónoma, coincide en que el clima político “ha mejorado” tras la muerte del ex Presidente Piñera, pero pone en duda que aquello perdure en el tiempo. “Me parece muy bien el tono producto del hecho del fallecimiento del ex Presidente, eso sí produce una cierta unión y dejar de lado rencillas, pero pasado algún tiempo, vamos a volver al clima anterior. No veo que vaya a tener ese efecto, ojalá esté equivocado”.
En la misma línea, el ensayista y sociólogo, Eugenio Tironi, comenta que “es difícil anticipar si habrá un cambio en el clima político, pero uno esperaría que sí. El Gobierno, y en particular el Presidente Boric se ha mostrado particularmente conmovido y empático por el fallecimiento de una persona con la que vamos descubriendo que ha tenido mucho más relación de lo que parecía”.
Tironi recapitula la relación que Boric y Piñera tuvieron en el último tiempo. “El Presidente Boric había encontrado en Piñera un consejero, un puente con la oposición; y a su vez, Piñera había encontrado en el Presidente Boric a una persona que había sido su adversario, que había sido muy duro con él, y que hoy día lo entendía y lo apreciaba. Creo que eso, para Piñera, fue muy sanador y reparador”.
Por eso, plantea que sería esperable que en ese clima que se gestó se produjera más amistad cívica, “pero es difícil hacer pronósticos, pensando además que tenemos los incendios en Valparaíso, una economía en condiciones difíciles, entonces estamos en una coyuntura donde el país clama por entendimiento en el sector político, pero ya veremos si eso es así“, precisó.
“Ni siquiera se logró tras la muerte del Presidente Aylwin”
Un antecedente en la historia política reciente del país es la muerte del ex Presidente Patricio Aylwin, en abril de 2016, la que generó un ánimo de encuentro y reflexión en el mundo político. Por esos días, además, la política enfrentaba duros cuestionamientos por el financiamiento ilegal a las campañas.
“¡Qué paradoja que se nos vaya justo cuando se vive una tremenda crisis de la confianza en la política! (…) Una de las lecciones que hemos aprendido también es que las coaliciones deben sustentar a los gobiernos, acompañar y apoyar al gobierno elegido y su programa”, dijo el ex Presidente Eduardo Frei en su discurso en el ex Congreso.
Quien también reflexionó sobre lo ocurrido y llamó a la unidad, fue el propio ex Presidente Sebastián Piñera. “Todos hemos alabado muchas virtudes del Presidente Aylwin, pero el mejor homenaje es que empecemos a practicar esas virtudes (…). Ojalá que el ejemplo no se quede en tres días, sino que tenga una obra más fecunda y transcender más allá de este tiempo. El ejemplo de Aylwin ha sido reconocido por todos, pero ¿por qué no practicamos más ese ejemplo? La política sería mejor si no nos quedamos sólo con las palabras”, sostuvo entonces.
Para Mauricio Morales, analista político de la Universidad de Talca, de acuerdo a lo que se ha visto estos días, en el contexto de funeral de Piñera, “se espera que la madurez que ha mostrado la clase política se extienda a la relación entre gobierno y oposición. Sin embargo, es un optimismo moderado. Esto, pues la dinámica de polarización no se resuelve mediante la pérdida de un ex mandatario“.
“Adicionalmente, la opinión negativa de la izquierda sobre Piñera no ha variado, como tampoco la molestia de la derecha por el trato que la oposición le dio a Piñera, especialmente en su segundo mandato a raíz del estallido social. Piñera no fue ni será una figura capaz de unir a toda la clase política, por más que exista un compromiso de la misma para llegar a acuerdos. Esto ni siquiera se logró luego de la muerte del Presidente Aylwin, fiel representante de los consensos. En consecuencia, no veo un cambio significativo en el ambiente político en el mediano y largo plazo a raíz de la muerte de Piñera. Ojalá ocurra, pero lo veo poco probable”, remarcó Morales.
¿Quién podría contribuir a modificar el clima político? A juicio de Morales, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, hoy tiene un rol clave. “Ella debe mostrarle a Chile que no es Kast, y que es capaz de dialogar con el gobierno en la necesaria búsqueda de acuerdos. Lo más probable es que su coalición no la respalde en esta tarea, pero si quiere construir un liderazgo presidencial, un acto de generosidad sólo vendría a fortalecer su imagen en la opinión pública”, cerró.
Fuente: Emol.com