El ministro subrogante de Justicia, Jaime Gajardo, desestimó los argumentos que planteó el juez Daniel Urrutia para permitir videollamadas y visitas a reos de alta peligrosidad.
Esto luego de que Urrutia fundamentara su decisión con normas de Naciones Unidas, Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos y Reglas Nelson Mandela, entre otras, que “recomiendan mantener vínculos sociales y afectivos a través de comunicaciones periódicas y visitas regulares (…) que lo anterior previene efectos desocializadores de la vida en prisión y mantiene red de apoyo mientras dura el encarcelamiento”.
En el informe que presentó el magistrado agrega que “analizando cada caso, sobre todo que existían algunos internos extranjeros que llevaban más de siete meses sin contacto con sus familias, se adoptaron las autorizaciones”. Además, recuerda, todos son imputados, por lo que deben “ser tratados de acuerdo al principio de inocencia”.
Gajardo, en conversación con CHV Noticias sostuvo que “aquellos aspectos que señala el juez Urrutia pueden ser relevantes en personas que se encuentran imputadas o que están condenadas por delitos que son comunes, por delitos que eventualmente implican que estas personas tengan alta, mediana o bajo compromiso delictual, pero no respecto a las personas más peligrosas que tenemos dentro de nuestro país, que están cometiendo crímenes que tienen un impacto muy importante, pero que además han puesto en riesgo la seguridad de nuestro país y han puesto en riesgo la seguridad del país vecino”.
“No estamos hablando de personas que sus crímenes sean delitos comunes, sino que son crímenes organizados, son crímenes que ponen en riesgo la seguridad del país y que por lo mismo se requiere un régimen especial para mantener a estas personas aisladas del resto de la población penal”, agregó.
En esa línea, dijo que se trata de “personas que están imputadas por los delitos más graves que establece nuestro ordenamiento jurídico: secuestro, extorsión, mutilaciones, homicidio, trata de persona, homicidio de carabineros, etc. Es decir, además sabemos que son los líderes de las bandas criminales a través de las cuales el Ministerio Público está llevándose esas investigaciones, y estas personas por lo mismo se encuentran en una cárcel de máxima seguridad”.
Sobre los regímenes diferenciados que hay en las cárceles de máxima seguridad explicó que “Gendarmería de Chile tiene las potestades para establecer regímenes diferenciados conforme a la peligrosidad de las personas privadas de libertad. Esto no implica que estas personas no puedan ser visitadas, pero en la cárcel de alta seguridad y de máxima seguridad – que fue reaperturada después de una inversión muy importante recursos precisamente para que nuestro sistema penitenciario tuviera una cárcel que le permitiera alojar a los líderes de las bandas criminales, pero para desbaratarlos y descomunicarlos del resto para que estas bandas no sigan operando – tiene un sistema que le permite a las personas recibir una visita pero a través de un locutorio. Por lo mismo, para mantener los estándares de seguridad. Esto existe en general en las cárceles de máxima seguridad en el mundo”.
Fuente: Emol.com