- El precio del metal se cotizó en US$ 3,77 la libra al cierre del viernes, repuntando desde sus mínimos de tres meses con un alza semanal de casi 3% y desafiando las negativas apuestas de fondos de inversión.
En el mercado es sabido que la producción mundial del cobre está a la baja, y que se trata de una de las principales causas por las que el mineral no bajaría más allá de los US$ 3,5 la libra, volviendo a retomar la marca de los US$ 4 más adelante, gracias a un entorno que además promete estar marcado por la transición energética.
Fue el 7 de marzo de 2022 cuando el cobre spot arrojó un máximo histórico de US$ 4,87 la libra, según el reporte de Cochilco en base a datos de la Bolsa de Metales de Londres (BML). El viernes, el cobre se negoció a US$ 3,77 la libra, lo que implica un alza semanal de 2,85% desde sus niveles más bajos en tres meses.
Como en otras ocasiones recientes, la caída no tardó en despertar incentivos de compra. En particular, hubo un brote de optimismo sobre China, lo que desafió el negativo posicionamiento sobre los futuros del commodity en Comex que fondos de inversión declararon el martes.
Las perspectivas al alza sobre el cobre han motivado ajustes en las carteras accionarias. En una reciente actualización a su cobertura de 12 acciones mineras, Deutsche Bank recomienda “comprar” los papeles de Anglo American y Teck, y “mantener” los de BHP y Antofagasta.
En busca de un piso
“Es difícil que el precio se pueda mantener bajo US$ 3,5 la libra”, dijo a DF la directora de estudios de la consultora Vantaz Group, Daniela Desormeaux. “Dado que no hay una gran capacidad productiva nueva que vaya a entrar a nivel mundial, esto te asegura que el precio del cobre no se va a desplomar”, sostuvo.
El director ejecutivo de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo, señaló que “tenemos una previsión de precio en torno a US$ 4 por libra. La aumentamos hace algunas semanas desde US$ 3,8 la libra debido a la menor oferta esperada. Nuestra visión sobre el cobre a más largo plazo es positiva, pues es un producto muy vigente en la economía actual y futura y es cada vez más difícil producirlo”.
El último hito en esta restricción de oferta es que la producción de cobre de Chile bajó a 5,25 millones de toneladas al cierre de 2023, lo que implica su nivel más bajo en dos décadas.
A esto, Desormeaux suma el aumento de los costos operacionales de las mineras como un segundo factor alcista relevante en lo que concierne a la oferta del metal.
“El precio del cobre a fin de año se situaría en torno a US$ 4 la libra, y se mantendría en ese nivel durante los próximos años”, dijo por su parte el economista de Bci Estudios, Juan Ángel San Martín.
En la misma línea, remarcó que “más allá de la caída de la producción de cobre en Chile, la oferta global de cobre ha estado contenida los últimos años contribuyendo a que su precio se mantenga en niveles históricamente altos, incluso ajustando por inflación”.
Futuro verde
Pero también existe un importante respaldo por el lado de la demanda, que es la transición global hacia el uso de energías renovables. San Martín detalló que “la demanda verde le da un piso más alto al precio del cobre, en torno a US$ 3,5 la libra, el que se alcanzaría con un crecimiento de China este año menor a 4,5%, incremento en los conflictos geopolíticos y retraso en los recortes de tasa de política monetaria en Estados Unidos”.
“Siempre se comenta que la demanda de cobre crece de forma parecida a como crece la economía mundial. Podríamos hablar de un 3% o 3,5%, pero el factor de transición energética le puede aportar medio punto o un punto porcentual adicional, hay distintas estimaciones”, estimó Desormeaux.
Con todo, recientemente Cochilco elevó su proyección para 2024 a un promedio anual de US$ 3,85 la libra, desde el US$ 3,75 de la estimación anterior para este año. “Esta modificación al alza responde a factores como la normalización de la política monetaria en EEUU y sobre todo, al desafío de abordar las consecuencias del cambio climático con más energías verdes y electromovilidad”, informó la comisión, que además pronostica un promedio anual de US$ 3,9 la libra para 2025.
Aún más alcistas son los analistas de Bank of America, para quienes “el cobre debería sobresalir al alza” de cara a los próximos años, según un reciente informe. La firma estima un precio de US$ 3,63 la libra al cierre del primer trimestre, pero desde ahí prevé una escalada hasta un peak de US$ 4,54 durante el primer semestre de 2025.
Desormeaux hizo hincapié en que “siempre hay que considerar qué está pasando con los costos, con los proyectos que van entrando y con el cobre como activo de inversión”. Esto último, referido a las compras del mineral como reserva de valor, que le han dado un apoyo extra en medio de los riesgos de tasa. “Vamos a seguir viendo volatilidad por este componente financiero”, aseguró.
Sobre esto agregó que están los factores de incertidumbre desde el plano geopolítico, teniendo en cuenta, por ejemplo, la probabilidad de que EEUU y China entren en una nueva guerra arancelaria con negativos efectos globales.
La incógnita de China
Por otra parte, el gigante asiático ha venido causando inquietud por su menor capacidad de demanda. Antes de que el país entrara en un receso por las festividades del Año Nuevo Lunar, los inventarios de cobre en la Bolsa de Futuros de Shanghai subieron por siete semanas consecutivas, más que compensando la caída de las existencias en Londres y contribuyendo a las preocupaciones que tenían al metal cotizando en mínimos del año.
De acuerdo con Guajardo, “China es aún el factor más importante para la demanda de cobre, por lo que ciertamente en las dudas sobre su crecimiento económico residen las interrogantes sobre la dirección del precio del cobre”. Observó que, en medio del pesimismo de los inversionistas, de todas formas seguiría teniendo un gran potencial en la producción ligada a la electromovilidad.
“La moderación del crecimiento económico del gigante asiático es parte de nuestro escenario base”, y que en el corto plazo, “la incertidumbre asociada al desempeño económico en el sector inmobiliario de China va a presionar el precio del cobre a situarse por debajo de su fundamento de US$ 4 la libra”, anticipó San Martín.
Guajardo agregó que “también incide el cambio geopolítico que se está experimentando. Por mucho tiempo China fue funcional a la globalización, pero ante el fin de ésta, el reacomodo será difícil para todos, pero especialmente para dicho país”.
Sin embargo, Desormeaux aterrizó que, si bien, los problemas de la nación oriental traen volatilidades de corto plazo, “las mineras miran hacia el largo plazo, y el factor de transición energética es muy potente”.
De hecho, afirmó que “la revolución de la transición energética podría ser parecido a lo que fue el súper ciclo de los commodities producido por la migración del campo a la ciudad en China. Son cambios estructurales en la industria, y que llegaron para quedarse”.
FUENTE DIARIO FINANCIERO