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Conferencia conservadora más grande del mundo reunió a Milei, Trump y Bukele

CPAC es la conferencia anual conservadora más importante del mundo. Durante cuatro días, en el estado de Maryland, Estados Unidos, se reunieron los líderes políticos, sociales, culturales y empresariales más importantes de lo que se ha conocido como alt right (derecha alternativa), pero que cada día parece tener menos de alternativa.

Imagine usted en un mismo fin de semana tener a Donald Trump, Javier Milei, y Nayib Bukele como speakers principales del evento, con una convocatoria que deja poco a la imaginación, CPAC 2024: “Donde el globalismo morirá”. Con Metallica y Guns N’ Roses como música de fondo. CPAC, de algún modo, es pura irreverencia.

Wokeconomics

Uno de los temas más interesantes expuestos al abrirse los fuegos de la conferencia fue planteado por la ex primera ministra Británica Liz Truss, también conferencista de CPAC 2024. Truss planteó que la agenda woke, no sólo avanza a nivel gubernamental, en las escuelas y las universidades, sino que cada vez expande con fuerza sus tentáculos hacia el mundo empresarial. Inoculando directorios y gobiernos corporativos con ideas tales como el D-E-I (siglas en inglés de diversidad, igualdad e inclusión).

El D-E-I ha sido fuertemente denunciado por cientistas sociales como el canadiense Jordan Peterson, quien lo ha catalogado como la nueva -no sagrada- trinidad del wokismo.

Desde esta perspectiva, las empresas dejan de ser vistas como un espacio para la generación de utilidades, empleo, oportunidades y bienestar, para ser comprendidas como una trinchera más de activismo y propaganda.

El wokeconomics transformaría la diversidad de talentos en diversidad de identidades, la inclusión de personas, en la inclusión de minorías presuntamente postergadas por la sociedad y la igualdad de oportunidades, en igualdad de resultados a través de sistemas de acción afirmativa que distorsionan la natural distribución de talentos.

Know your enemy: George Soros. 

Una de las intervenciones que concitó mayor interés y fervor en la CPAC 2024 fue la del Presidente salvadoreño Nayib Bukele. La participación de Bukele no deja de llamar la atención, puesto que no es alguien afín a la etiquetas partidarias. Sin embargo, pese a no comulgar en un 100% con el ideario republicano norteamericano, sí comparte un enemigo común con él: el globalismo.

La intervención de Bukele empleó como metáfora central el síndrome de la rana hervida. Planteando que la agenda globalista sitúa a los ciudadanos en una situación homóloga a la de ranas siendo expuestas a un lento proceso de cocción a fuego lento, pero incesante.

El Presidente salvadoreño planteó que bajo la agenda globalista, los ciudadanos -como las ranas- serían incapaces de distinguir que están siendo cocinados, impidiendo toda forma de reacción, por temor a la incorrección política.

La invitación de Bukele fue a saltar de la olla, para evitar así ser hervidos de manera inconsciente por fenómenos como el crimen organizado, que hoy tiene incluso a ciudades norteamericanas como San Francisco tomadas por la tragedia del fentanilo.

Ante la crítica de la prensa global y organizaciones internacionales, Bukele indicó que un 84% de los electores de El Salvador lo respaldaron recientemente en las urnas, preguntando irónicamente a la audiencia y haciendo honor al título de la conferencia: “¿Me pregunto, quién eligió a George Soros para dictar políticas públicas e imponer su agenda global? Hoy El Salvador es inmune a su influencia”.

Trump como telonero de Milei

Presentado como el próximo Presidente de Estados Unidos, algo que no parece del todo improbable, considerando que lidera en prácticamente todos los sondeos la intención de voto para retornar a la Casa Blanca, Trump partió su discurso definiéndose como un disidente de la corrección política y el asedio periodístico, indicando que un 92% de la prensa es corrupta.

Para Trump la próxima elección presidencial de noviembre será el “día del juicio” contra los “mentirosos”, “corruptos” y “cobardes” que hoy lideran el gobierno norteamericano, indicando que ese día “será nuestra revancha” y el día de la “liberalización de Estados Unidos”.

En un discurso lleno de ironías, anécdotas, imitaciones a Biden y provocaciones, quizás lo más interesante del discurso de Trump fue la definición del movimiento conservador norteamericano como una “unión de personas con sentido común, eso es lo que somos”.

Pero quien realmente concentraría toda la atención sería Javier Milei, a quien Trump se refirió como “el tipo que está haciendo MAGA: Make Argentina Great Again”, en un claro juego de palabras con su tradicional Make America Great Again.

Milei, el rugido del león en Norteamérica.

“Lindo día para hacer temblar a la izquierda”, así partió la intervención del mandatario argentino. A Javier Milei no le bastó con haber sido el rockstar de la conferencia anual de Foro Económico Mundial en Davos, esta vez fue por la conquista de Norteamérica.

El economista Argentino Ricardo López Murphy -crítico de Milei- hace algún tiempo se refirió despectivamente a Javier Milei como un “fenómeno barrial”.  El Presidente trasandino irónicamente recordó ese episodio, señalando: “Se agrandó un poco el barrio, ¿no?

Si en el discurso en Davos, Milei centró su intervención en los fundamentos filosóficos de la superioridad moral del libre mercado, esta vez, profundizó en los fundamentos técnicos de la superioridad del capitalismo.

Milei ofreció una auténtica clase de economía austríaca, en la que por extensos minutos se adentró en la crítica a la economía neoclásica, la que, en la perspectiva de Millei, cuando fallan sus modelos, culpa al mercado bajo la etiqueta de “fallas de mercado”, abriendo la puerta a políticas e intervenciones socialistas que destruyen la economía. Milei, a modo de anécdota, recalcó que, junto a sus equipos en la Casa Rosada, descubrieron 380.000 regulaciones que traban el funcionamiento del sistema económico trasandino.

El mensaje de Milei fue el de no dejar avanzar al socialismo, no avalar la regulación, no validar la idea de las fallas de mercado, ni dejarse llevar por los cantos de sirena de la justicia social.

Milei recalcó que viene de un país que abrazó todas esas nocivas ideas y, que, de ser el país más rico del mundo, hoy pasó a tener más de un 50% de la población en situación de pobreza.  “Si no pelean por la libertad, los van a llevar a la miseria”.

Al cierre de su intervención Milei indicó que cuando inició su carrera política, se propuso no guiar corderos, sino que despertar leones. Al parecer, su rugido, comienza a reverberar no sólo en otras latitudes, sino también en otras magnitudes.

FUENTE EX-ANTE

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