Por Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, Ingeniero Comercial, Magister en Administración de Empresas de IEDE y Master de Administración de Empresas en la Universidad de LLeida
Hace solo unos días el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó sobre una caída abismal en los permisos de obras para viviendas, registrando su cifra más baja en más de 30 años. Producto de esto, la Cámara Chilena de la Construcción, proyecta que alrededor de 140 mil empleos no se crearán por esta razón.
Desde hace unos meses hay un nuevo término que ha venido empapando las discusiones en el mundo de la construcción y el inmobiliario: “permisología”. Este concepto hace alusión a la sobre carga de procesos burocráticos que terminan por asfixiar las iniciativas de inversión.
Que no se malentienda. Es importantísimo poder encontrar un equilibrio que considere la correcta protección del medio ambiente y la agilización de los procesos de aprobación, ajustando las intenciones en razón de las legislaciones establecidas, pero simplificando algunos trámites para que se pueda llegar a un punto medio que sea beneficioso tanto del punto de vista de la sustentabilidad, como también para incentivar las inversiones.
Eso sí, el escenario no se ve tan auspicioso, tal y como demuestran las cifras entregadas por el INE, ya que vemos con preocupación que la retórica política dificulta muchas veces la implementación de acciones más flexibles en “permisología”. Si bien, el año está recién iniciando, es importante que las discusiones sobre esto se hagan a la brevedad.
En Chile no estamos experimentando un crecimiento económico, de acuerdo a distintas cifras, por lo que las voluntades tienen que estar concentradas en esto, ya que el impacto de la no inversión en este sector, acarrea consecuencias multidimensionales. Es importante entender las diferencias entre crecimiento y desarrollo económico, en este caso, ninguno de los dos se logrará si no se resuelve este embrollo.
Aquí, también hay que considerar que los esfuerzos deben ser conjuntos, ya que los distintos estamentos deben estar alineados. En Recoleta, por ejemplo, la Corte Suprema rechazó la idea propiciada por el alcalde de la comuna, de demoler un proyecto inmobiliario. A pesar del fallo, sin el permiso de recepción final, el cual es entregado por el organismo comunal, es imposible realizar cualquier avance.
Considero que hay que poner urgencia y aunar criterios, con una visión política, económica e ideológica. Con estas tres variables, sentarnos a conversar y tomar el timón para dirigir de forma exitosa el barco, en medio de estas tempestades. La eficiencia nos permitirá crecer sin descuidar el medioambiente.