El lunes recién pasado, la Corte Suprema de Estados Unidos le encontró la razón al ex presidente Donald Trump, al declarar inconstitucional la expulsión del líder republicano de las primarias de su partido dictada por la justicia de Colorado. La resolución no extraña si se considera que seis de los nueve miembros del máximo tribunal estadounidense son de tendencia conservadora, pero lo que realmente llamó la atención fue la unanimidad del fallo.
Así tal cual, el ex Mandatario también fue respaldado por Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, las únicas juezas de tendencia más bien liberal, quienes consideraron que los estados no tienen el poder para hacer cumplir la Sección 3 de la Enmienda 14, la cual fue utilizada por el Tribunal Supremo de Colorado para fallar en contra de Trump, al concluir que el republicano participó en un intento de “insurrección”, en el marco del asalto al Capitolio realizado por sus adherentes el 6 de enero de 2021.
La única diferencia que hubo entre estas tres magistradas y el resto de sus colegas (cinco hombres y una mujer, todos ellos de tendencia más conservadora) fue sobre el alcance de este fallo. Mientras la mayoría del tribunal afirmó que esta decisión es de alcance nacional y se aplicaría a todos los casos de este tipo -además de Colorado, los estados de Illinois y Maine han adoptado medidas similares-, la disidencia liberal aseguró que cada situación debe resolverse de forma separada.
De todos modos, la decisión de Sotomayor, Kagan y Jackson viene a marcar una diferencia. Desde hace un tiempo que la Corte Suprema ha realizado fallos bastante polémicos en temas valóricos como el aborto, contando siempre con el voto disidente de estas tres juezas. Es por eso que la decisión unánime sobre la situación de Trump marca un precedente y también es un llamado de atención en un año marcado por la elección presidencial de noviembre próximo.
Conoce aquí a estas tres juezas que, de una forma u otra, han hecho historia en su carrera profesional.
La primera latina en la Corte que es recordada por “salvar al béisbol”
Sonia Sotomayor (69) hizo historia en 2009 cuando se convirtió en la primera persona de origen hispano en integrar la Corte Suprema de Estados Unidos, tras ser designada por el entonces Presidente Barack Obama para reemplazar al retirado juez David Souter.
Oriunda del Bronx (Nueva York), esta hija de padres puertorriqueños asegura que su interés por el derecho nació gracias a la serie televisiva Perry Mason, que narraba las historias de un abogado criminalista de California. Sacó su licenciatura en la Universidad de Princeton y luego obtuvo el título de abogada en la Universidad de Yale.
En 1979, a los 25 años, comenzó su carrera como fiscal adjunta del distrito de Manhattan, donde vio diversos casos penales, desde robos comunes hasta posesión y distribución de pornografía infantil. En 1984 pasó al mundo privado, como socia del estudio de abogados Pavia & Harcourt, donde vio temas relacionados con propiedad intelectual.
En 1991, el entonces Presidente George H.W. Bush la nombró jueza en el Tribunal Federal para el distrito sur de Nueva York, convirtiéndose en la magistrada más joven, con 37 años. Fue en ese cargo donde le tocó ver uno de los casos más mediáticos de su carrera, relacionado con la extensa huelga protagonizada por los jugadores de la liga de béisbol profesional de EE.UU., quienes estaban enfrentados con los dueños de los equipos por el tope salarial. No era algo menor, considerando que se trataba de uno de los deportes más populares del país, que veía cómo una de sus principales entretenciones estaba completamente detenida.
El caso llegó a manos de Sotomayor en 1995. La jueza examinó la situación y consideró que los deportes en general, y el béisbol en particular, ocupan un lugar especial en la idiosincrasia estadounidense, según NPR. Asimismo, encontró la razón a los jugadores y concluyó que los propietarios de los clubes habían violado la ley laboral, obligando a ambas partes a negociar de nuevo. Es por ello que se le conoce por haber “salvado al béisbol”.
En 1998, la jueza Sotomayor fue nominada por el Presidente Bill Clinton para integrar la Corte Federal de Apelaciones del Segundo Circuito, cargo que ocupó hasta 2009, cuando fue elegida y propuesta por Barack Obama para conformar la Corte Suprema. Su designación fue aprobada por el Senado con 68 votos a favor y 31 en contra, convirtiéndose en la tercera mujer en la historia del máximo tribunal.
En la Suprema, Sotomayor se ha erigido como uno de los miembros del ala más progresista. Un ejemplo de ello es su voto a favor en la mayoría de los casos que defendieron la Ley de Cuidado de Salud Asequible y la legalización del matrimonio igualitario, según consigna el Brennan Center. Asimismo, se ha manifestado contraria a las disposiciones que buscan restringir el aborto.
Gracias a su trabajo, esta jueza se ha convertido en un referente de la comunidad latina, que la ha reconocido como una de sus figuras más importantes.
Una académica fanática de los cómics en la Corte Suprema
Justo un año después de la llegada de Sotomayor, la jueza Elena Kagan (63) se convirtió en la cuarta mujer de la historia en integrar la Corte Suprema de Estados Unidos. Fue designada en 2010 en sustitución del recién retirado John Paul Stevens, en ese entonces el magistrado más longevo del máximo tribunal.
Oriunda de Nueva York, es hija de una profesora de escuela primaria y de un abogado que defendía a los inquilinos de no ser expulsados de las viviendas que arrendaban. He ahí que nació su temprano interés por el derecho, el que incluso manifestó en su época escolar.
Estudió licenciatura en Artes en la Universidad de Princeton y luego obtuvo una maestría en Filosofía en el Worcester College de Oxford, en Inglaterra. Regresó a Estados Unidos para estudiar Derecho en la Universidad de Harvard, de donde se tituló en 1986.
Su carrera comenzó como asistente del juez Abner Mikva en la Corte de Apelaciones para el circuito de Washington D.C., para luego sumarse al equipo del juez Thurgood Marshall en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Tras un breve paso por el campo privado, Kagan comenzó su carrera como profesora en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago. En ese entonces ya tenía una cercanía con el Partido Demócrata, al punto de que el entonces Presidente Bill Clinton la llamó para trabajar en la Casa Blanca, primero como asistente adjunta del Mandatario para Política Interior y luego como subdirectora del Consejo de Política Interior. Estuvo cuatro años en el Gobierno.
Tras un fallido intento para integrar la Corte de Apelaciones en Washington en 1999, al final de la era Clinton regresó al mundo académico, esta vez en la Universidad de Harvard, donde realizó una destacada y meteórica carrera que la llevó a convertirse en decana de la Facultad de Derecho en 2003, cargo que ostentó por cinco años.
En 2009, el recién asumido Presidente Barack Obama la designó como procuradora general, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo. Un año después, el Mandatario la propuso para reemplazar a John Paul Stevens en la Corte Suprema. Obtuvo el beneplácito del Senado, con 63 votos a favor y 37 en Contra.
A diferencia de la mayoría de sus colegas que provienen del mundo judicial, Kagan se ha caracterizado por darle un perfil más académico a la Suprema, lo que ha quedado demostrado en sus diferentes argumentaciones. Conocida también es su afición a los cómics, por lo que fue la elegida para redactar la opinión mayoritaria en el caso Kimble vs. Marvel, en la que el ciudadano Stephen Kimble demandó a la compañía estadounidense por el uso de una patente basada en un juguete de Spider Man que él decía haber creado.
En su texto, donde la Corte falló a favor de Marvel por seis votos a tres, Kagan utilizó numerosas referencias a Spiderman. Esto la llevó a ser reconocida como la jueza con mayor conocimiento y conexión con la cultura pop y la tecnología.
Esta jueza también se ha manifestado a favor del matrimonio igualitario y de la Ley de Atención Médica Asequible. Al igual que Sotomayor, Elena Kagan forma parte del ala liberal, aunque es conocida por tener una postura más moderada que sus colegas.
La primera afroamericana de la historia
Durante su mandato, Donald Trump tuvo la oportunidad de nombrar a tres jueces de la Corte Suprema, inclinando la balanza para el sector conservador. Su sucesor, Joe Biden, en cambio, solo ha podido designar a una magistrada: Ketanji Brown Jackson (53), la primera mujer afroamericana en integrar el máximo tribunal estadounidense.
Al igual que su colega Kagan, esta magistrada oriunda de Washington es hija de un abogado y una profesora. Creció en Miami en momentos donde aún existía segregación racial, según consignaba la BBC. “Mis padres me enseñaron que, a pesar de las muchas barreras que tuviera que enfrentar al crecer, si trabajaba duro y creía en mí misma y en Estados Unidos, podría hacer cualquier cosa o ser cualquier cosa que yo quisiera ser”, dijo Jackson, de acuerdo con el citado medio.
De destacada trayectoria escolar, ingresó a la Universidad de Harvard, donde era uno de los pocos alumnos afroestadounidenses. Se graduó primero con una licenciatura en Gobierno y luego se tituló de abogada en la misma casa de estudios. Fue en esa época donde conoció a su marido, Patrick Jackson, proveniente de una familia blanca.
Su carrera ha estado vinculada tanto al ámbito privado como al público, donde incluso trabajó en la Corte Suprema con el juez Stephen Breyer, a quien precisamente reemplazó años después en el máximo tribunal.
En el servicio público, Jackson trabajó en la Comisión de Sentencias de EE.UU. y también como defensora pública federal entre 2005 y 2007. Esta experiencia ha sido de mucho beneficio para esta abogada, ya que es la única integrante de la actual Corte Suprema que se ha desempeñado como defensora.
Tras un nuevo paso por la Comisión de Sentencias, fue nominada por el Presidente Barack Obama para el Tribunal de Distrito en Columbia, donde se desempeñó hasta el año 2021. Luego, el Presidente Joe Biden la designó para la Corte de Apelaciones en el Distrito de Columbia.
Un año después, el Mandatario la propuso como jueza de la Corte Suprema en reemplazo del retirado Stephen Breyer. El Senado aprobó su nombramiento con 53 votos a favor: los 50 demócratas y tres republicanos moderados, mientras que los otros 47 votaron en contra.
Su proceso de designación no estuvo exento de complicaciones. El senador Dick Durbin acusó a Jackson de tener “un patrón de dejar libres a los delincuentes de pornografía infantil”, lo que fue negado por la propia magistrada y calificado de engañoso por sitios de verificación de hechos.
Asimismo, senadores opositores cuestionaron a la jueza de haber sido defensora de detenidos de Guantánamo. Jackson explicó que los defensores públicos no eligen a quién representar y recordó que todos los acusados tienen “derecho a representación y a ser tratados de manera justa”, aunque reconoció que este trabajo a veces significaba ayudar a liberar personas que estaban en contra de los intereses estadounidenses.
Todo esto llevó a una apretada votación, que fue seguida por Joe Biden, en compañía de la propia Jackson. “La confirmación de la jueza Jackson es un momento histórico en nuestra nación. Hemos dado otro paso para hacer que nuestra máxima corte refleje la diversidad de Estados Unidos. Ella será una jueza del Supremo increíble, y fue un honor compartir este momento con ella”, dijo el Mandatario.
Fuente: Emol.com