Expertos afirman que este tipo de estrategias son propias de complejo escenario de elecciones, “las más importantes en los últimos 20 años”, subrayan. Así, la gestión ante las crisis -como catástrofes y seguridad-, se hacen clave para la permanencia en los terrenos conquistados en 2021.
En mayo de 2021, una camada de jóvenes que promediaba los 34 años de edad, surgía con nuevos rostros para varios codiciados municipios del país: todos ellos del Frente Amplio, y con el “mérito” del sector de haber logrado arrebatar varias alcaldías a Chile Vamos.
De las 13 que conquistaron, hay varias emblemáticas: Tomás Vodanovic (RD) se quedó con Maipú con el 46,82%, destronando así a la ex alcaldesa Cathy Barriga. En tanto, Emilia Ríos consiguió un triunfo relevante en Ñuñoa, donde se quedó con el 31,85% de los votos. En Estación Central, en tanto, triunfó con el 58,12%, Felipe Muñoz, quien compitió como Independiente dentro del Frente Amplio.
En Viña del Mar, se impuso Macarena Ripamonti, también militante RD, quien ganó, con el 38,5% de los votos, a la carta de Chile Vamos, Andrea Molina (21,52%), poniendo fin a una extensa hegemonía de la UDI, con Virgina Reginato. De la misma región, Valeria Melipillán (CS), se quedó con la alcaldía de Quilpué, con el 33,13% de los votos.
Los nuevos alcaldes venían bajo la premisa de la unidad y el proyecto transformador, “opositores al personalismo y el ego, y en contra de la política de redes sociales que no se construye en terreno con la ciudadanía”, según los principios que definían el programa de Vodanovic. En tanto, Ríos apuntó a “potenciar las ayudas sociales, impulsando la economía local” y potenciar el enfoque participativo (patrullajes) en materia de seguridad. Desde Viña, Ripamonti apuntaba a mejorar la probidad dentro del municipio y implementar el Plan de Seguridad Comunal.
Pero tal como le ocurrió al Presidente Gabriel Boric -quien en reiteradas ocasiones ha reconocido que estar desde el lado de la gobernanza es distinto a ser oposición-, dos años después (2023) algunos alcaldes frenteamplistas comenzaban a reconocer las dificultades que mostraba el Ejecutivo para gobernar, afirmando que “no estaban preparados” para ello.
Vodanovic reconoció entonces que “yo sentía que era muy pretencioso hablar de un proyecto transformador cuando ya solo el hecho de administrar el Estado es sumamente complejo. Y nosotros no sabíamos hacerlo y teníamos que ser conscientes de ello”; mientras Ríos valoraba los ajustes que hacía el Presidente al incorporar figuras de la ex Concertación a su Gobierno, aunque reconoció que “ha habido un proceso que todavía no termina de ir aquilatando las expectativas del programa -muy altas- con las herramientas del Estado. A veces cuesta ir a la velocidad que uno quisiera, algo que hay que revisar”.
Los emplazamientos post incendios
Ya de cara a las municipales de este 2024, algunas figuras del Frente Amplio, más asentados en sus sillones municipales, han comenzado a remar con sus propias naves, incluso, enfrentándose directamente a las autoridades del Gobierno central, o con solicitudes que resultan, al menos “incómodas” a la histórica posición que ha tenido el Frente Amplio en algunas materias.
Las contingencias -que han sacado a relucir graves falencias en gestión- han sido una suerte de catapulta para las ofensivas. En Viña del Mar, la alcaldesa Macarena Ripamonti (RD) no dudó en emplazar al Presidente Gabriel Boric sobre la reconstrucción de viviendas.
En una actividad de entrega de útiles escolares en esa comuna, la jefa comunal dijo que “al Estado de Chile, al Presidente, debo decirle que estas mochilas y estos implementos, estos útiles, van a llegar en la mayoría de casos a guardarse adentro de una carpa, porque todavía no podemos llegar con viviendas de emergencias necesarias”.
“No podemos contentarnos, ni dar ningún aplauso más, hasta que cada uno tenga una vivienda, una ducha y un alimento para poder llevar a los niños a un colegio, a su escuela de manera adecuada“, continuó la alcaldesa. También ofreció disculpas a los vecinos porque “de seguro hay dolor y no se ha respondido como ustedes esperan”.
En ese mismo contexto de emergencia, la alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, se enfrascó en una polémica con Senapred, luego que desde el organismo afirmaran que en esa comuna no se solicitaron viviendas de emergencia. “No pueden existir descoordinaciones por la prensa, ni mucho menos desinformación de su mismo servicio, porque esto perjudica directamente a las personas que han perdido su hogar y que hoy esperan del Estado respuestas claras”, dijo la jefa comunal, quien también exhortó al subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, a “colaborar en poner orden” en el Senapred.
Crisis de seguridad y despliegue militar
Por su parte, el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (RD), provocó un “cortocircuito” en el oficialismo al pedir a la ministra del Interior, Carolina Tohá, el despliegue militar en su comuna, distanciándose así de la histórica postura que ha tenido el bloque en materia de orden y seguridad, el que debe estar en manos de las policías y no de las Fuerzas Armadas. El llamado, además, fue respaldado por alcaldes independientes -como Lorena Facuse, de Cerrillos y Felipe Muñoz, de Estación Central-, y por jefes comunales de oposición.
El subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, salió al paso al señalar que el alcalde solicitó la medida para “casos y lugares puntuales”, mientras que la delegada presidencial de la RM, Constanza Martínez, dijo que “quienes están más preparados para poder abordar esta problemática son precisamente las policías”.
Pese a ello, el miércoles, el Presidente Gabriel Boric, se mostró llano a la solicitud de Vodanovic, al señalar en radio Condell que los militares “pueden colaborar en algunas funciones específicas para liberar a policías que si están preparados, pero eso requiere también modificaciones legales y yo no me cierro en ningún caso a poder disponer de esas herramientas, por ejemplo mediante la ley de infraestructura crítica”, aunque de paso, anunció el reforzamiento de operativos e intervenciones, tal como ocurrió esta semana en la toma Vicente Reyes, de Maipú.
Pero para el alcalde oficialista de Padre Hurtado, Felipe Muñoz (PS), el desalojo de dicha toma, cercana a su comuna, generará problemas, por lo que emplazó al Presidente Boric. “Es un error demoler y desalojar en Cerrillos y Maipú sin un plan de reubicación de personas. En Padre Hurtado habrá que hacer frente a esa movilidad irregular que se generará de cientos de familias”, escribió en su cuenta de X.
La reflexión en Educación de Delpino
En materia educativa también se han abierto flancos. Hace tres semanas, la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino (PS), dijo en entrevista con La Tercera que “el fin de la selección les jugó una mala pasada a los liceos emblemáticos”, apuntando a que primero se debió haber “elevado la calidad de la educación escolar pública en general, con una fuerte inyección de recursos”.
Los dichos de la ex dirigenta estudiantil -quien compartió en las movilizaciones con el ahora Presidente Boric- fueron recogidos por el presidente del PC, Lautaro Carmona, quien afirmó que aquella observación motiva a que “yo vaya a acercarme al Ministerio de Educación a obtener el máximo de información al respecto. Creo que tenemos un desafío de marca mayor en profundizar la calidad de educación medida en los rendimientos que tengan las y los estudiantes sobre pruebas, de tal o cual tipo, sino de contenidos de desarrollo de estos estudiantes y que sean instrumentos en la vida futura desequilibrantes”, sostuvo.
Por su parte, el Presidente Boric, dijo en una actividad pública que mantenía las convicciones que levantó en 2006, donde la educación “debía ser un derecho y no un negocio”, y de paso, comentó que los principios de la reforma educacional impulsada por la ex Presidenta Michelle Bachelet, “como la gratuidad, la equidad, la inclusión, el fin al lucro con recursos públicos, pueden perfeccionarse sin duda, pero yo no tengo ninguna duda que están bien inspirados y son un avance en la dirección correcta”.
Un escenario esperable para unas “municipales complejas”
En conversación con Emol, Eric Latorre, director del magíster de Gobierno y Dirección Pública de la U. Autónoma, comenta que este tipo de situaciones son propias de un escenario electoral que se visualiza complejo. Esto, considerando además los niveles de desaprobación que marca el Gobierno del Presidente Boric a dos años de su llegada a La Moneda. Según la última Cadem -del 3 de marzo-, este indicador llega al 29%, mientras que la desaprobación marca un 66%.
“Esta elección municipal que viene es la más importante de los últimos 20 años, porque después de todos los procesos electorales que hemos tenido, hoy realmente no sabemos cuánto pesa cada partido, fuerza política o movimiento. Lo que sabemos, es que lo que pasó en el proceso electoral pasado no es la realidad hoy día, o al menos eso hay que probarlo”, expuso.
Lo anterior abre un escenario de incertidumbre que, de paso, pone en perspectiva lo que ocurrirá para la elección parlamentaria y presidencial. “Aquí aplica entonces el que cada quien busca jugar hacia su propio beneficio político, a través de estrategias comunicacionales y políticas para destacarse”.
En esa lógica, por ejemplo, dice que es clara la estrategia de la alcaldesa Ripamonti, cuestionada por su capacidad de gestión. “Este escenario de crisis, pone justamente a prueba esa variable y está intentado mostrar que sí es capaz de tener una mejor performance“, precisa.
En definitiva, “esta catástrofe y lo que pase en función de la reconstrucción, le puede significar la reelección o no. Lo mismo ocurre con políticos que cambian varias veces de tienda para asegurar su reelección”, comenta Latorre.
“Esto es algo que, en otras circunstancia, también está pasando con Tomás Vodanovic, quien hace rato está desmarcado del Gobierno. Lo vemos intentando erradicar este campamento, con un fuerte discurso de la seguridad y la lucha contra el narcotráfico, que es un discurso que al Gobierno no le funciona”, agregó.
Para José Francisco Lagos, director ejecutivo del Instituto Res Publica, comenta que “como la tónica ha sido que la oposición está en mejor pie de cara a las elecciones, los alcaldes se desmarcan poco a poco de la línea del gobierno. Eso explica, entre otras cosas, que personas que han pertenecido al núcleo duro del oficialismo, se distancien en la medida que se acerque la elección”.
La explicación de aquello, agrega, es simple: “la elección de alcalde requiere la mayoría de los votos de su comuna, en cambio, los gobiernos tienen una aprobación considerablemente menor a eso”.
“Esto lo vimos por ejemplo en la pandemia y la relación de los alcaldes con el manejo de esta por las autoridades centrales. Por ejemplo, cuando algunos alcaldes entonces oficialistas retrasaron la vuelta a clases, a pesar de la iniciativa del Ejecutivo”, relata Lagos.
Además de eso, los alcaldes tienen una “ventaja”, y es que “pueden palpar directamente en sus comunas las deficiencias que ocurren durante una administración. Eso podría explicar lo que ocurre en la región de Valparaíso a propósito de los incendios y la respuesta del Gobierno frente a la crisis y reconstrucción”, zanjó.
Fuente: Emol