La autoridad cree viable una sociedad con China para explotar litio. Además, prevé que cinco proyectos público-privados partirían antes del fin de este Gobierno.
Mientras visitaba la Región del Biobío el miércoles, el alcalde de Talcahuano, Henry Campos, le regaló a Nicolás Grau dos camisetas del club Huachipato: una con “25%” y otra con “33%” en el dorso, en referencia a las sobretasas arancelarias que piden en la zona para detener las importaciones chinas de barras de acero y bolas de molienda. Ocurrió días después de que CAP resolvió la suspensión indefinida de la siderúrgica Huachipato al argumentar que la salvaguarda otorgada resultaba insuficiente para operar. Grau (40, penquista de nacimiento) dice que no se ha probado esas camisetas. “Un ministro de una cartera tan relevante como Economía siempre tiene muchas tareas y tiene que lograr que toda ellas avancen de buena manera. No me quejo”, reflexiona en su oficina en Santiago al pensar en Huachipato, el litio, la permisología o el censo, todos asuntos urgentes que se han arremolinado en su agenda. “Pensamos que un cierre de Huachipato es una mala noticia para las mineras. Si ellas lo ven desde una perspectiva estratégica de largo plazo, esto puede ser incluso negativo en términos de la proyección. Si se toman bien en consideración estos elementos, cada una de estas mineras, por separado, debiera tener una visión y una estrategia distinta respecto de Huachipato. Entonces, nuestra visión es que las mineras no deberían ser indiferentes; deberían ser parte de la solución. Ahora, la forma en la que ellas toman este mensaje y decidan o no ser parte de la solución, es algo que cada una de estas empresas tiene que evaluar de forma individual. No pueden conversarlo de forma articulada, porque eso es lo que no permitiría nuestra legislación de libre competencia”.
Fuente: Emol