Por Luis Carrasco Garrido, Ingeniero, director del Programa de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (UTEM)
El agua que cae en copiosa lluvia tiende a tomar los mismos caminos que tomó antes. Por eso, lo que sucede cuando llueve es muchas veces anunciado: si no limpiaste las canaletas de tu casa o empresa, se rebalsarán; en resumideros tapados, el agua escurrirá por las calles, creará un canal que los peatones no podrán cruzar y los autos van a sufrir desperfectos.
Así, el agua mal conducida entrará a los inmuebles, impedirá el normal tránsito, afectará los pasos bajo nivel, mojará y hará sufrir a gente en condición de calle; afectará a los animales callejeros; hará escurrir la basura, que la tierra y todo aquello que no esté bien asentado se suelte; en los cerros, todo aquello irregular o mal construido, será parte de una prueba de resistencia para el agua.
Si vas por la vía pública y te sorprenden vientos y lluvias fuertes, se recomienda esperar que el agua amaine y -aunque te mojes un poco- utilizar locomoción segura y alta.
Transita atento, evita dar saltos o pasar por superficies inundadas, ya que pueden ocultar socavones, pisos sueltos, lomos de toro u otras imperfecciones que pueden causar un accidente a pie o en vehículo.
Siempre es recomendable una visión panorámica de lo que pasa alrededor: cables caídos, ramas u objetos proyectados por acción del viento, elementos que están por caer, carteles, persianas, ventanas, etc. No te detengas debajo de los árboles ni de ningún elemento saliente como carteles, toldos, techos ligeros, etc.
No transites a pie o en automóvil por calles inundadas. De ser imperiosamente necesario, hazlo en vehículo con las luces bajas encendidas. Conduce con precaución, ya que la lluvia disminuye la visibilidad y aumenta el tiempo necesario de frenado. Aumenta la distancia con el auto de adelante para evitar choques por alcance, reduce la velocidad del vehículo que conduces y utiliza el cinturón de seguridad.
Para el interior de inmuebles
En casa o empresa, en caso de lluvias fuertes e ingreso del agua al recinto, pide ayuda a Bomberos (132), Carabineros (133), empresa de agua potable o municipalidad, organizando a tu familia o compañeros/as de trabajo. Se recomienda usar botas de agua o calzado adecuado y desconectar los artefactos eléctricos.
En caso de anegamiento, espera a que baje el agua para realizar algún trabajo interno específico. Si es posible, desvía el flujo de agua, muchas veces contar con arena, sacos de cemento, piedras o piedrecillas ayuda, mientras que el material de construcción y los escombros también sirven.
No manipules ningún artefacto eléctrico que esté enchufado a la red eléctrica; desconecta primero el tablero general. Si el flujo es muy grande e intenso, desplázate a las partes más altas.
Cierra y asegura ventanas y puertas. Si hay mucho viento y se han roto puertas y ventanas, elige una habitación sin ventanas. Usa colchones y ropa de capa, enciérrate hasta que pase la tempestad. Si tienes una mascota en casa, llévala contigo, si es un animal superior suéltalo.
Mantén un stock de mercadería que te permita estar sin problemas durante 72 horas, con productos que no necesiten ser calentados y otros que puedan ser calentados incluso en una estufa, además de agua envasada.
Mantén una radio a pilas: recuerda que la radio del teléfono a veces requiere datos. Si percibes peligro, informa lo que vas a hacer antes de que se corten las comunicaciones, muchas veces el WhatsApp y las redes sociales tienen conexión durante más tiempo, prueba con esos medios para comunicarte. Las radios tienen FM, pero cuando se pierde la señal puedes captar en AM, el vehículo también tiene radio.
Ten especial cuidado con la calefacción, casas cerradas por más de cuatro horas pueden acumular una gran cantidad de monóxido de carbono (gas de la combustión que es mortal), la calefacción a gas, carbón, leña, kerosene (parafina), toda la que funciona a combustión lo provoca, excepto la eléctrica.
Elementos muy simples pueden ayudar mucho: nylon, plástico o telas impermeables en la emergencia permiten tratar una gotera o filtración menor. La cinta adhesiva gruesa puede ser un elemento vital para unir y cerrar forados o fisuras por donde entra aire, por ejemplo. Se recomienda también tener bolsas plásticas para los desechos, bolsas de basura y un botiquín de primeros auxilios.
¿Y si fuera nieve?
Si la temperatura se mantiene en los 4°C o baja, por algunas horas, es posible que el agua en las cañerías se congele y se mantenga en esa condición por algún tiempo. Por lo tanto, puede que no cuentes con agua para beber, cocinar o ducharse. Es recomendable guardar bidones de agua bajo techo, lo que permitirá realizar las acciones básicas mientras el agua esté cortada. Incluso -en algún momento- es posible que llaves que hayan quedado con filtración sea imposible abrirlas o artefactos como el calefón queden inutilizados mientras no suba la temperatura.
La nieve -debido a su peso e intensidad- puede provocar caída de árboles, ramas, muros, canaletas, techos, toldos y estructuras con techos planos o casi planos, entre otros efectos. Ante ello, se recomienda tomar medidas preventivas sobre elementos que evidentemente no puedan soportar este peso. Sin embargo, techos demasiado planos, estructuras no diseñadas para lugares donde cae nieve, claramente sufrirán con su impacto, ya que no fueron ni diseñados ni construidos para eso.
Es indudable también que el corte de cables por la caída de árboles o estructuras tendrá un impacto en líneas de electricidad, teléfonos, cable tv, internet, etc.
En cuanto a la falta de electricidad, va a significar –en algunos casos- la falta de calefacción, luz y agua, entre otras cosas. De tal modo que es importante diversificar la matriz de calefacción, más allá de la fuente eléctrica: contar con estufa a gas, a kerosene o chimenea, permitiendo –además- alternativas para calentar agua y cocinar. Recuerda que una pala o herramientas básicas ayudan a abrir puertas o a desplazarse unos metros; y es que la tarea no es fácil cuando hay nieve o hielo.