Con traje y corbata roja llegó hace poco más de una semana el ministro de Educación, Nicolás Cataldo (PC), hasta el Centro Educacional Bicentenario de Excelencia de Huechuraba, para realizar su cuenta pública participativa 2024. En un gimnasio repleto, Cataldo pasó lista de lo que fue su gestión durante el año pasado.
Al final de su presentación, que duró casi dos horas, Cataldo reveló la primera pista que da cuenta del obligado proceso de ajuste de expectativas que debió hacer el gobierno con su promesa de la “condonación universal de las deudas estudiantiles”. Ahí, con una presentación de powerpoint, afirmó: “Hagámonos cargo hoy en educación superior para avanzar en este nuevo sistema de financiamiento público y un plan de reorganización y solución justa de las deudas educativas que por largo tiempo han afectado a cientos de familias a nivel nacional”.
Por primera vez un representante del gobierno ocupaba dos conceptos nuevos: “reorganización” y “solución”. Sus palabras pasaron inadvertidas, pero tenían una sola explicación: el gobierno había definido abandonar la condonación, al menos como la pensaron antes de llegar al gobierno. Con esa postura, La Moneda se divorciaba de una de las estrellas de su campaña y la promesa más emblemática del proyecto político del Frente Amplio (FA): la condonación universal cuya deuda asciende a US$ 11.900 millones.
Ese divorcio ha sido un largo y doloroso proceso que también ha tocado a Boric. En 2021, cuando era candidato, afirmaba que tenía “la convicción de que hay que condonar las deudas educativas”. En 2022, ya como Mandatario, en su primera cuenta pública, insistió en el punto: “Vamos a avanzar en la condonación progresiva del CAE, generando incentivos para continuar su pago, porque si se hiciera lo contrario, todos dejarían de pagarlo”. Fue en 2023 cuando llegaron las primeras señales de distanciamiento. “La primera prioridad hoy es la reactivación educativa, pero, sin lugar a dudas, no pierdo de vista lo que habíamos planteado en el programa, tanto respecto del CAE como a la deuda histórica con los profesores”, comentó.
Si bien actualmente hay quienes en el oficialismo intentan acomodar los hechos y desentenderse de la promesa realizada, las pruebas abundan. “Proponemos la condonación universal de las deudas educativas a través de un esquema de pagos a largo plazo por parte del Estado. Pondremos fin al CAE y crearemos un nuevo sistema único de créditos, que será transitorio, hasta alcanzar la gratuidad universal. Será público, solidario, sin interés, sin participación de los bancos y no reproducirá los abusos del CAE”, se leía en el programa de gobierno.
Por eso, lo que hizo Cataldo no fue al azar. Menos aun cuando a días de la cuenta pública las gestiones internas del FA y el PC para conseguir anuncios concretos respecto del CAE aumentaban cada vez más.
Tres días antes de la exposición de Cataldo, en La Tercera, la presidenta de la fundación Nodo XXI y secretaria de contenidos del FA, Camila Miranda, había puesto presión sobre el tema: “Esta es la última oportunidad para dar señales sobre alguna política en materia de educación que toque el CAE. Significan compromisos que el gobierno tiene capacidad de materializar para equilibrar los planteamientos originales del programa”.
A Miranda se sumó, justo el día anterior a la cuenta pública de Cataldo, el ministro de Hacienda, Mario Marcel. El secretario de Estado, al final de una entrevista en Radio Duna, fue consultado por las novedades que se podrían venir con la promesa del CAE. “Hay un compromiso de hacer una propuesta en septiembre”, respondió.
Eso fue suficiente para que el mismo miércoles 15 de mayo el tema explotara y se tomara el debate público. Sin embargo, Marcel no reveló nada nuevo. “Tenemos el compromiso del Presidente y también un marco temporal establecido por el ministro Cataldo y el ministro de Hacienda, en que vamos a presentar ese proyecto antes del próximo ejercicio presupuestario, es decir, antes de septiembre de este año”, había dicho en enero el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana (FA), al Diario Concepción.
La diputada Daniela Serrano (PC) cuenta que “esa fecha límite” quedó estipulada en un protocolo de acuerdo suscrito en noviembre del año pasado entre los partidos oficialistas y el gobierno, al aprobarse la Ley de Presupuesto 2024. “Cuando estuvimos revisando el presupuesto para el Mineduc se encendió una alerta: no podíamos contar con toda la plata que se iba a ir en garantía de las deudas para pagar el CAE, cerca de $ 300 mil millones”, dice Serrano.
Las palabras de Marcel encendieron un debate que siempre ha sido polémico, ya sea por las divisiones que hay al interior del oficialismo, por el poco margen político que le queda al Ejecutivo para seguir defendiendo una condonación universal que no llegará o porque despierta de inmediato el portazo de la oposición. La decisión de no hablar de condonación también quedó en evidencia cuando la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), evitó utilizar dicho concepto y se limitó a hablar de una “solución al problema”. Además, si en 2023 Boric supeditó el avance en la condonación a la aprobación del pacto fiscal, este miércoles la jefa de gabinete señaló todo lo contrario.
Por eso fue que esta misma semana La Moneda difundió entre sus ministerios una instrucción directa para intentar controlar el mensaje. “Importante. Con respecto al CAE, tal como lo ha señalado la ministra Vallejo, no hay novedades con lo que como gobierno hemos declarado. Ya en noviembre el ministro Marcel señaló que los detalles serán dados a conocer en septiembre de 2024, cuando se ingrese el proyecto de ley, y que la fórmula estará estructurada bajo tres principios: justicia, progresividad y autocontención. La reorganización de la deuda educativa es parte del programa de gobierno por el cual fue elegido el Presidente Boric y daremos cumplimiento a este compromiso adquirido con la ciudadanía”, decía el mensaje que fue difundido en Palacio.
Independiente de los esfuerzos comunicacionales de Palacio, el hecho político de la semana fue que el CAE otra vez complicó al gobierno y lo enfrentó son sus propias divisiones internas. Todo esto en un contexto en que el Mandatario intenta profundizar su agenda de seguridad; acordó con el Congreso un fast track para apurar 21 proyectos del Pacto por el Crecimiento Económico, y la reforma previsional sigue trabada. Con ese telón de fondo, el CAE se transformó en el invitado de piedra de la próxima cuenta pública presidencial.
Fuego amigo
Uno de los grandes objetivos de Boric durante estos años de mandato ha sido tratar de unir a su alianza de gobierno, la cual está integrada por tres fuerzas: el FA, el PC y el Socialismo Democrático. Pero esos esfuerzos han chocado, una y otra vez, con diferencias en temas de fondo. La solución al problema del CAE no fue la excepción y la encargada de dejarlo en evidencia fue la presidenta del PS, Paulina Vodanovic.
El domingo pasado, en TVN, la timonel socialista criticó duramente a las fuerzas oficialistas que siguen pidiendo una condonación del CAE. Dijo que se trata de un “ofertón con motivaciones electorales” y que “populismo es prometer cosas en las que no están los recursos suficientes”. La reacción de sus aliados llegó de inmediato. Del PC acusaron un “desconocimiento brutal” y desde el FA recordaron que los “compromisos están para cumplirse”.
Lo cierto es que su respuesta fue algo espontáneo respecto de un tema en el cual está en desacuerdo y algo molesta. Esto último por la lluvia de declaraciones de parlamentarios del FA y del PC que, tras los dichos de Marcel, comenzaron a pedir que se anunciara una “condonación total” de la deuda en la cuenta pública, creando expectativas a la gente que, según Vodanovic, no se podrán satisfacer.
A eso se sumó que algunos dirigentes del Socialismo Democrático interpretaron la jugada para revivir la condonación del CAE como una estrategia para volver a captar a la base de apoyo del Presidente Boric -el famoso 30%-, que semanas atrás, en la encuesta Cadem, había bajado los niveles de aprobación luego de que el Mandatario renegara del llamado “perro matapacos”.
La senadora Vodanovic quedó levemente sorprendida cuando se enteró de los dichos de Marcel por la radio. Días antes lo había invitado a comer a su casa para hablar, entre otras cosas, del fast track económico. En esa conversación, cuentan quienes supieron del encuentro, no apareció el CAE. Por ello, la forma en que el FA y el PC reaccionaron a los dichos del jefe del equipo económico no calzaba con lo conversado.
Para asegurarse de que no hubiera una nueva decisión sobre el tema, Vodanovic llamó a la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, quien le aseguró que no había novedades, que Marcel había señalado algo que era público y que las propias autoridades del Mineduc lo habían reiterado con anterioridad: que el gobierno está trabajando en un proyecto de ley para modernizar el sistema de financiamiento de la educación superior, que dicho proyecto no contempla una condonación universal y que no se entregaría el detalle de su contenido el 1 de junio, porque aún se está trabajando en él.
Lo cierto es que los dichos de Vodanovic volvieron a tensionar al oficialismo y molestaron a varios parlamentarios del PS que salieron a rebatirla públicamente. Incluso, la senadora recibió críticas por parte de dirigentes oficialistas, como el diputado Diego Ibáñez (FA) y Diego Vela (FA). Además, recibió llamados de ministros del comité político, quienes le manifestaron que tuviera calma para esperar el proyecto y que evitara mostrar al PS como un partido contrario al proyecto de reforma al sistema de financiamiento de la educación superior.
En medio de estas turbulencias, la timonel socialista citó a su mesa directiva para el miércoles de esta semana. A la cita llegó con información actualizada sobre el estado de la discusión al interior del gobierno, ya que el lunes se reunió con Orellana. En esa reunión, el subsecretario contextualizó a la senadora sobre los objetivos del proyecto de ley, no adelantó detalles de las fórmulas que se están estudiando y le pidió paciencia para esperar la presentación del mensaje ante el Congreso. En la cita con la mesa socialista, Vodanovic expuso sobre el asunto y la directiva respaldó su postura, pese a las duras críticas que recibió por parte de la vicepresidenta Fanny Pollarolo.
Asesores contrarreloj
Los equipos del Mineduc y de Hacienda estaban viendo los detalles del proyecto con la meta puesta en septiembre. Sin embargo, hace algunos días, desde Presidencia llegó un apretón. Los asesores de Palacio transmitieron a ambas carteras que el Presidente pedía que aceleraran al máximo el trabajo, para tener la mayor cantidad de detalles posibles para la cuenta pública.
Si bien aún no está claro cuál será el anuncio de Boric, por el momento en el gobierno comentan que no debiese haber nuevas sorpresas, que el Mandatario renovará la promesa del envío del proyecto antes de septiembre y que seguirá delimitando el campo de acción dando los principios que guiarán esta nueva política pública.
Por parte del Mineduc, los que llevan la delantera en este trabajo son el asesor legislativo del titular de Educación, Leonardo Vilches, junto al jefe de asesores de Orellana, Pablo Sandoval, y su jefa de gabinete, Miski Peralta. Por el Segundo Piso participa el ingeniero Andrés Couble (FA), quien anteriormente trabajó como analista del Departamento de Estudios de la Dipres, desde donde participó de los análisis que hacía la Subsecretaría de Educación Superior para preparar este proyecto de ley.
Por parte de Hacienda, las gestiones las lidera la directora de la Dipres, Javiera Martínez (FA), y todo es supervigilado por Marcel, quien, según afirman en el gobierno, se ha transformado en el dique de contención de la presión por condonar las deudas educativas.
En La Moneda dicen que todo este trabajo se viene desarrollando bajo sigilo durante estos dos años. El exministro de Educación Marco Antonio Ávila (FA) lo confirma y reconoce que la discusión del CAE siempre ha sido compleja, incluso al interior de su propio partido. Recuerda que, como participante del programa de educación del Presidente Boric en 2021, el tema produjo “una tensión bien grande”.
Ávila cuenta que durante su gestión presentaron distintos modelos para terminar con el CAE ante la Dipres, ante el ministro Marcel, el Presidente Boric y el Segundo Piso. Contrario a lo que había sido la bandera enarbolada durante la campaña, Ávila revela que ninguna de las propuestas que vio mientras fue el titular del Mineduc incluía la condonación universal de la deuda: “Nunca estuvo el pago total de la deuda, sino que siempre estuvo asociado a un cambio en el sistema de financiamiento en la educación superior, entendiendo que esto tenía que constituirse en un sistema de garantía de un derecho, que era el derecho a la educación, y a la educación superior. Eso siempre fue así. Siempre se habló de crear un nuevo instrumento que tuviera que ver con la capacidad financiera del Estado y su responsabilidad fiscal”.
¿Qué pasó con la promesa de la condonación? Ávila responde así: “Lo que pasa es que uno simplificaba y decía condonación del CAE, ¿no?, pero claro, condonar significa borrar la deuda completa. Y no era así. Eso es imposible hacerlo. Lo que siempre se entendió es que eso era una manera para explicar con mayor facilidad, porque si uno hablaba de ‘adecuación del sistema’ o ‘eliminación de los intereses’ es más difícil de explicar”.
El dilema de cuánto condonar
“El proyecto se está diseñando, así que no hay nada que comentar”. Eso es lo que más se repite en La Moneda cuando se les pregunta a los asesores por dónde irá el proyecto que se presentará en los próximos meses. Por ahora están claros los principios: autocontenido, progresivo y justo.
La duda está en la parte de la condonación. Una fórmula sobre la mesa para terminar con el CAE es sacar a los bancos -actualmente la licitación solo se la adjudicó BancoEstado- y crear una especie de “autopréstamo” o un impuesto a los egresados. Las tensiones están en la parte de la condonación.
Lo que más convence a Marcel es modernizar el sistema de financiamiento a la educación superior. Desde 2006 hasta la fecha se han entregado 1.219.300 CAE. Sin embargo, el mecanismo que se pensó para aumentar el acceso a las universidades e institutos profesionales se transformó en una herramienta poco eficiente y que implica un alto gasto por parte del Estado.
Solo en materia de pago de garantías -lo que cobra el banco cuando los beneficiarios son morosos- el Fisco ha desembolsado más de US$ 1.257 millones, tomando como referencia el valor del dólar al cierre de 2023. A eso se suma lo que ha pagado el Estado por compra y recarga de créditos.
Fuentes conocedoras de este trabajo comentan que los equipos están categorizando con el mayor detalle posible el perfil de los deudores, de manera de tener una tabla específica para cada grupo. Con esto en mano, la pelea estará en el alcance de la condonación, algo que aún no está cerrado.
En el FA, por mientras, elevan la presión para que el proyecto no deje caer la condonación. “La modernización del sistema de educación superior tiene que considerar la condonación, porque al crear un mecanismo distinto que termine con el CAE supone que va a generar una situación de desigualdad respecto de quienes ya estudiaron con el CAE. Entonces, sí genera un problema de desigualdad entre las personas no abordar la dimensión de la condonación en términos de una modernización del sistema de financiamiento que es urgente de hacer”, dice Miranda.
Mientras el proyecto aún no se cierre, en La Moneda piden calma a los partidos. El viernes, en la reunión que tienen semanalmente los partidos oficialistas con el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi (FA), se transmitió el mismo mensaje.
En el encuentro, el exdiputado pidió cautela para evitar mostrar división y “no caer en el juego” de las dos almas. Junto con eso, Crispi dijo que los detalles se sabrán más adelante, se comprometió a compartir en el momento adecuado insumos con los partidos y también aseguró que habrá un trabajo prelegislativo. Mientras todos compartían un ceviche, el mandamás del Segundo Piso calmó las aguas y descartó que vaya a haber sorpresas en el penúltimo discurso presidencial de Boric.
El ABC del CAE
¿Qué es el Crédito con Aval del Estado?
El año 2005, a través de la Ley N° 20.027, se creó el Crédito con Aval del Estado (CAE), un instrumento para el financiamiento de estudios superiores, concebido como “un sistema que intermedie recursos desde el mercado de capitales hacia los estudiantes, en condiciones que permitan la devolución de estos fondos en concordancia con el incremento futuro de sus ingresos”.
¿Qué organismo es el encargado del CAE?
La Comisión Administradora del Sistema de Créditos para Estudios Superiores, más conocida como Comisión Ingresa.
¿Qué bancos participan?
Cada año, Comisión Ingresa realiza una licitación pública para determinar qué bancos entregarán los recursos a los estudiantes que lograron el CAE. Desde 2022 hasta la fecha el único banco que participa y se ha adjudicado las licitaciones es BancoEstado. El resto de los bancos ya no están interesados en participar del CAE.
¿Cuántos CAE se han entregado?
Desde 2006 a la fecha se han entregado un total de 1.219.300 créditos. Para tener una referencia: la matrícula de pregrado en 2023 fue de 1.249.401.
¿De cuánto es la tasa?
Desde la última modificación realizada por el expresidente Sebastián Piñera en 2012, la tasa de interés está fijada y subsidiada por el Estado y es de UF + 2% anual.
¿Cuándo se empieza a pagar?
La deuda no se cobra -el llamado período de gracia- mientras el alumno estudia y hasta 18 meses después de su egreso, o bien, declarada su deserción.
¿Cualquiera puede acceder al CAE?
Desde 2014 las condiciones presupuestarias han permitido que el CAE se otorgue sin restricciones socioeconómicas.
¿Cuánto cubre el CAE?
El CAE se puede pedir desde $ 200.000 anuales y hasta el monto equivalente al 100% del arancel de referencia. Este arancel es un valor fijado todos los años por el Mineduc para cada carrera e institución de educación superior.
¿De cuánto es la cuota?
Depende de cada CAE. Sin embargo, todos los beneficiarios, sean egresados o desertores, pueden solicitar que sus cuotas sean rebajadas al 10% de su renta bruta promedio del último año, si lo que pagan por el CAE supera ese valor.
¿Si se pierde el trabajo, hay que pagar igual?
En ese caso se puede solicitar la suspensión del cobro de las cuotas del CAE. Lo mismo se puede hacer si se está cursando un posgrado en el extranjero.
¿El CAE solo beneficia a los quintiles más pobres?
Eso ha ido cambiando. Una mayor participación del quintil 5 en la distribución de nuevos beneficiarios CAE fue uno de los elementos relevantes del proceso de asignación de nuevos créditos del año 2023: casi la mitad de ellos (49%) proviene de las familias de mejores ingresos. A la inversa, los quintiles 1 y 2, han disminuido su participación, que llegó a 24%, en el año.
¿Cuánta pagan los deudores?
Según Comisión Ingresa el 78% de los egresados en etapa de cobro tiene una cuota no mayor a 2 UF. Para dicho grupo, la cuota promedio mensual es de aproximadamente 0,88 UF ($ 32.790) y el saldo promedio de la deuda, de 179 UF ($ 6.670.000).
¿Por qué el Estado compra créditos a los bancos y lo hace con recarga?
Las bases de licitación permiten que los bancos le vendan los créditos al Estado. En un inicio se esperaba que la recompra de créditos llegara al 25% del total al año. Además se estableció un sobreprecio (recarga) que se calculaba sobre la recompra de los créditos, que se esperaba que alcanzara cerca del 6% del valor de cada crédito. A partir del momento en que el Fisco compra un crédito en el marco de la licitación pública, ya es el acreedor del titular de ese crédito, puesto que lo está financiando, no obstante que la administración (incluyendo el cobro y la cobranza) siga siendo responsabilidad del banco. En estos casos no existe garantía estatal ya que el Fisco es el acreedor y el deudor de la obligación de pago de la garantía. Al año 2016 del total de créditos entregados, el Fisco había comprado el 50% del total (superando el 25% esperado). Estos créditos fueron adquiridos por el Estado con un 26,6% de sobreprecio, más que cuadruplicando el 6% esperado.
¿Qué es la garantía?
El CAE tiene dos avales: la institución de educación superior y el Estado, los que otorgan garantía por el 90% de la deuda.
¿Qué porcentaje de la deuda cubre cada garante?
Durante el primer año de carrera la institución de educación superior es garante del 90% de la deuda. En el segundo año de carrera la institución de educación superior garantiza el 70% de la deuda y el Estado es garante del 20% restante. A partir del tercer año de carrera la institución de educación superior es garante del 60% de la deuda y el Estado es garante del 30% restante. Desde el egreso el Estado es garante del 90% de la deuda.
¿Cuándo se paga la garantía?
Cuando el beneficiario deja de pagar sus cuotas del CAE, el banco acreedor debe iniciar acciones de cobranza. Para hacer efectiva la garantía estatal, el banco, luego de la cuarta cuota impaga y tras haber agotado la cobranza prejudicial, debe demandar al deudor y notificar personalmente de la demanda al deudor, o bien realizar al menos dos búsquedas negativas, debidamente certificadas por receptor judicial. Según la Comisión Ingresa desde 2011 se dejó estipulado en las bases de licitación para la administración y el financiamiento del CAE un plazo máximo de ocho meses, a contar del primer vencimiento impago, para presentar la demanda y cobrar la garantía. Este proceso significa que la casa de estudios y/o el Estado, representado por la Tesorería General de la República, pagarán el 90% de la deuda al banco, una vez que Comisión Ingresa revise y apruebe los antecedentes que justifiquen el cobro de la garantía. Que se pague la garantía no significa que la deuda ha sido condonada. Cuando ya se pagó la garantía significa que, de ahora en adelante, el beneficiario del crédito se transforma en deudor directo del Estado y/o de la institución de educación superior.
¿Cómo se paga la deuda después del cobro de la garantía del CAE?
Cuando ya se pagó la garantía, para regularizar la situación del CAE la persona debe firmar un convenio con su/s nuevo/s acreedor/es para devolver el financiamiento solicitado. Si se trata de un egresado, la garantía del CAE será pagada por el Estado. Para regularizar esa deuda, hay que acercarse a cualquier oficina de atención de la Tesorería General de la República y establecer un nuevo convenio de pago. Si se trata de un desertor que abandonó su carrera al primer año, la garantía será pagada por la institución de educación superior. En tal caso, la persona debe ir directamente a la casa de estudios para convenir la forma en que devolverá los recursos. Si la persona desertó su carrera desde el segundo año en adelante, hay acudir tanto a la institución de educación superior como a la Tesorería General de la República para acordar un convenio de pago con cada uno de ellos.
¿Qué se hace con el 10% restante de la garantía?
Esa parte de la deuda seguirá vigente con el banco acreedor. Para regularizar el pago de ese saldo hay que contactar directamente al banco y presentarle el/los convenio/s de pago pactados con la Tesorería General de la República y/o la casa de estudios.
Fuente: La Tercera