Por varios frentes están siendo amenazadas las finanzas de los chilenos durante julio, mes que ha transcurrido de la mano de noticias que repiten un enunciado: “Alza de precios”.
Conocido es el “tarifazo” eléctrico que significará una dura subida en las cuentas de las luz a partir de este mes, ante el descongelamiento de las tarifas que se mantenían fijas desde 2019, lo que hará que las cuentas eléctricas suban casi 60% para algunos clientes residenciales.
Pero eso no es lo único, pues el jueves el Panel de Expertos determinó un aumento de $20 en el valor del transporte público en Santiago a partir de las 00.00 horas del domingo, lo que generó el rechazo del mundo político. Ante ello, el Gobierno enseguida anunció recursos para amortiguar esta alza y que sea la mitad: de $10, además de congelarla para estudiantes y adultos mayores.
De todas formas, en términos generales, el transporte público capitalino subirá. Y no solo en Santiago, y es que el transporte en regiones también registrará una subida de $10.
Y un tercer frente llegó producto de las heladas que se han registrado en los últimos días en distintos puntos del país, lo que está presionando los valores de diversos alimentos.
“Efectivamente esperamos que para el mes de julio se gatillen un nuevo incremento de precios para diferentes bienes y servicios que compone la canasta del IPC”, dijo Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP).
“Lo más destacable va a ser el caso de la energía, otra vez esperamos que las tarifas eléctricas aumenten”, considerando que ya sufrieron un alza de 7,2% en junio, por un desconocido decreto que se promulgó a inicios de ese mes y que reajustó las tarifas de la distribución eléctrica. Eso, de todas formas -según Ortíz- hará que el gran “tarifazo” sea algo más acotado de lo que se esperaba previamente.
En tanto, Alejandro Weber, decano de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián (USS), comentó que las tarifas eléctricas “inciden sobre la inflación por dos vías, primero en forma directa con el pago de la cuenta de luz que representa el 2,2% de la canasta de consumo de los hogares, y en forma indirecta pues las empresas utilizan electricidad como insumo en su producción, cuyos costos serán traspasados a los precios de venta, afectando a los consumidores”.
En cuanto al transporte público, Ortiz cree que este aumento de tarifas no se reflejará en julio, sino que más bien en agosto “con una variación mínima en el IPC”.
A este panorama se suman los efectos climáticos sobre la agricultura. Es que las heladas recientes, que afectaron a siete regiones del país, ya han provocado un incremento significativo en los precios de varias hortalizas.
Según GPS Property, la lechuga ha subido un 40% en las últimas semanas, alcanzando precios de hasta $2 mil por unidad. Las papas y cebollas también han registrado alzas importantes.
“Vemos que, por efecto de esta condición climática, otras verduras alcanzan el doble de su precio habitual. Por ejemplo, el kilo de papas podemos encontrarlo hasta en $1.500 y las cebollas fácilmente superan los $1.000 por sólo dos unidades”, explicaron desde GPS Property.
Malas noticias para la inflación
Este conjunto de incrementos no solo afecta a los consumidores, sino que también tiene repercusiones en la economía general. Weber advirtió que “la inflación este año será mayor de la proyectada hace algunos meses, y cerraremos el año en torno al 4,2%. Esta es una muy mala noticia para el bolsillo de los chilenos”.
Víctor Martínez, director ejecutivo del CIES-UDD, enfatizó que “la inflación se verá efectivamente presionada al alza por el incremento de las tarifas reguladas y el aumento de precios generado por la reactivación de la demanda interna, impulsada principalmente por los precios del cobre”.
Martínez remarcó que “este escenario ha modificado las estimaciones, postergando la normalización en el crecimiento de los precios hasta 2026. En cuanto a este año, se estima que el impacto del crecimiento de las tarifas resultará en un incremento de 0,4 puntos porcentuales, impidiendo que la inflación cierre el año por debajo del 4%”.
“Para dimensionar mejor lo que significa esta diferencia en los puntos porcentuales, se puede traducir esta diferencia en las estimaciones al valor de la UF, la diferencia generada por el alza de las tarifas implica que, de aquí a fin de año, la UF será aproximadamente $150 más alta de lo que se proyectaba al inicio del año”, aseveró.
En lo que respecta a agosto, el economista dijo que “todos estos cambios proyectan una inflación de 0,5%”.
“Es bueno recordar que la mayoría de estos aumentos tendrán también un alto impacto el próximo año, de hecho se estima que la inflación este promedio se encuentre 1,1 puntos porcentuales por sobre a la que se proyectaba para el 2025”, explicó.
En esa línea, las proyecciones para el próximo año también son preocupantes. Según Weber, “el Banco Central subió de manera importante las estimaciones, pasando de un 3% a un 3,6% para el 2025, impulsado por los precios de la electricidad y la reactivación del consumo”.
En este contexto, los chilenos deberán ajustar nuevamente sus presupuestos y estar preparados para un segundo semestre desafiante, con aumentos que afectan tanto sus necesidades básicas como el costo de vida general.
Fuente: Emol.com
