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A un combate de la medalla de oro: Yasmani Acosta hace historia en la lucha de París 2024

El chileno disputó las semifinales olímpicas por segunda vez en su carrera. Asegura la primera presea en esta disciplina para el país en Juegos Olímpicos.

Yasmani Acosta llegó a las semifinales de París 2024 extenuado pero con la frente en alto. Ganó dos combates con mucha entrega y volvió a tener a tiro una medalla olímpico. Lo mismo le había pasado en Tokio, pero se fue de Japón sin premio. ¿El diploma olímpico? Nunca lo fue a buscar, admitió hace unas semanas a El Deportivo.

Por lo mismo solo importaba ganar. Enfrente tenía al chino Lingzhe Meng de 26 años y a quien había vencido en el único encuentro previo que registraban. Eso sí, dicho combate había sido en 2019, en momentos muy distintos para ambos luchadores.

Y el combate comenzó con dos luchadores cuidando su posición. Recibieron avisos del árbitro, pero fue finalmente Acosta quien recibió el primer punto de castigo por pasividad. Estar en desventaja no era lo ideal, pero al menos el nacional había vivido aquello en sus dos duelos previos. Por lo mismo no cayó en el nerviosismo y siguió aplicando una propuesta que lo vería en su plenitud a los últimos minutos.

En los últimos tres minutos apareció el luchador experimentado. Salió con todo y consiguió la pasividad del chino, empatando las acciones. Eso sí, al haber sido el último la ventaja en caso de paridad era para Yasmani.

En la final el rival del chileno será la leyenda cubana Mijaín López, tetracampeón olímpico, quien solo ha perdido dos puntos en sus últimas tres citas de los anillos. También es cinco veces campeón mundial y cuatro veces campeón panamericano.

El camino en París

Antes de su duelo de semifinales, el chileno ya había vivido dos batallas durante la jornada del lunes. Ambas extenuantes y muy estratégicas, en donde Acosta siempre comenzó perdiendo y logró igualar las acciones a través de castigos por pasividad de sus rivales.

Primero fue ante el búlgaro Kiril Milov con quien terminó empatado 1-1 después de los cinco minutos de lucha. Yasmani logró avanzar precisamente por haber decretado la igualdad, ya que el último competidor en anotar puntos es el que tiene la ventaja en caso de paridad.

En los cuartos de final el escenario fue similar. El nacional también comenzó abajo y solo logra igualar las acciones en el segundo periodo, cuando las emociones ya estaban a tope sobre el gimnasio instalado en los Champ de Mars. Su rival además era uno de los mejores del planeta: Abdellafit Mohamed venía de conseguir el bronce en el Mundial de 2023.

El empate eso sí descolocó al africano, quien en la desesperación terminó exigiendo la revisión por un supuesto cabezazo del atleta nacido en Cuba. Como la solicitud no fue aprobada, Acosta recibió un punto más, cerrando la batalla por 2-1. Un final dramático para volver a tener al luchador de 36 en unas semifinales olímpicas.

La mentalidad Acosta

Yasmani Acosta viajó a Francia con una idea clara: “Yo iba por la medalla olímpica en Tokio y ahora estoy con la misma mentalidad”, confesaba a El Deportivo solo semanas antes de pisar París. Una frase que venía a cerrar una profundad reflexión sobre las expectativas que hay en torno a su figura y cómo las lleva.

En la entrevista de hecho habla en reiteradas ocasiones sobre aquello. “Saco lo mejor de mí cuando tengo presión” y “estoy más enfocado, aprendiendo más de los errores que pude haber cometido”, son otras de las declaraciones que entregaba.

Una actitud que ahora tiene sus frutos porque el chileno de origen cubano está a solo una batalla de asegurar la medalla de oro. Su gran anhelo y una revancha después de Tokio, donde llegar a estar también en semifinales terminó yéndose de Japón solo con un diploma olímpico. Algo que lo marcó.

“Mi diploma olímpico yo no lo recibí, no sé dónde está. No me siento ganador de un diploma olímpico, porque mi mentalidad no era ir por un cuarto lugar o ir a participar, yo iba por las medallas. Mi diploma no sé si está en el Comité Olímpico y no lo quiero tampoco. Yo iba por la medalla olímpica en Tokio y ahora estoy con la misma mentalidad. Es mi exigencia, mi meta y mi desafío propio”, confesaba a La Tercera.

Fuente: La Tercera

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