Poco a poco los seleccionados chilenos han ido definiendo su futuro de cara a una nueva temporada, donde uno de los últimos fue Alexis Sánchez, tras oficializarse su regreso al Udinese de Italia. Sin embargo, todavía falta uno por resolver el suyo: Claudio Bravo
El portero nacional terminó su contrato con el Real Betis el pasado mes de junio, y recientemente, durante una charla en el Instituto Nacional del Fútbol, Deporte y Actividad Física (INAF), el arquero, de 41 años, reflexionó sobre su carrera y jugó al misterio respecto a su próximo destino.
“Espero tomar buenas decisiones de ahora en adelante, ya sea seguir compitiendo, parar, hacer cosas ligadas o fuera del fútbol. Creo que lo que más pido es tener tiempo para estar tranquilo, disfrutar y lo que requiere para hacer las cosas bien”, manifestó.
Por su parte, en torno a la clave para seguir compitiendo con los mejores del mundo, Bravo indicó que “para el profesional de élite, la cabeza es un grado fundamental. Es lo que te marca los límites y las barreras que te pone esa condición de élite en el fútbol, como jugador o entrenador. Estás sometido a una exigencia constante, los fines de semana con la competencia o dirigiendo clubes donde te encuentras con jugadores de gran jerarquía, que llevan un éxito durante años y no es fácil”.
Sobre la disciplina, sostuvo: “La entendí desde pequeño, sabía que con eso podía sacar mucha ventaja con el resto. Con el tiempo lo seguí cultivando y me ayudó a conseguir logros en una posición compleja donde convives con el error y los malos días. Cuando eres detallista en lo que haces, minimizas mucho ese margen de error”.
Además, agregó que “para mí la cabeza es fundamental porque comprendí en el fútbol, donde ves mucho talento y condiciones técnicas fuera de lo normal. Ahí ves por qué unos llegan, por qué otros no pasan ese umbral de éxito y no compiten en la élite”.
“No va ligado al talento ni la condición física, sino que a cómo soportas la presión, cómo te exiges, cómo mantienes la constancia en el tiempo, cómo te recompones en la adversidad. Mantener una exigencia alta durante 18 años de carrera al máximo nivel no va ligado a la condición física o tu grado técnico, sino que va ligado a lo mental”, mencionó.
Al recordar los inicios de su carrera, el experimentado golero expresó que “no vengo de un sector vulnerable, sí rural y donde eran escasas las posibilidades. No tuve infraestructura para desarrollarme, la tuve en Colo Colo. Antes de esa etapa visualizaba y tenía un panorama claro, no estudié en un gran colegio, pero me daba cuenta de cosas. El niño que llega a este plano, de jugar en Primera División, llega porque tiene una capacidad distinta. Si uno puede ayudar como entrenador sacando más provecho a esta situación, aconsejar, es beneficioso. Pero el que llega tiene una condición distinta al resto”.
Sobre si se ve como técnico en el corto plazo, dijo que “con el correr del tiempo y la carrera que ha tenido uno, va absorbiendo cosas y visualizando lo que viene adelante. He estado en clubes y de competir con grandes futbolistas. Lo mismo con los técnicos, he tenido la fortuna de tener buenos entrenadores que te van aconsejando, que no lo dejes pasar, que tienes que hacerlo porque tienes condiciones. Eso te despierta el apetito de serlo”.
En tanto, consultado por cómo quiere ser recordado, comentó que “como una persona normal, no un extraterrestre como es a veces. Tampoco pido ser recordado de una forma u otra, pero es lindo cuando te reconoce la normalidad”.
FUENTE TRIUNFO