Por Andrea Figueroa Vargas, Decana Facultad de Educación U.Central y
Santiago González Larraín, Rector U.Central
La preocupación de las instituciones de educación superior durante los últimos años sobre la atracción, los requisitos de ingreso, la dotación y la permanencia de los docentes en el sistema ha sido materia de análisis debido al impacto que las políticas han tenido en el sistema. Si bien se trata de políticas necesarias, el contexto nacional, y la disminución progresiva para el ingreso a programas de pedagogía ha sufrido una baja de -35% a nivel agregado y se proyecta al 2030 un requerimiento de más de 33 mil docentes (Elige educar, 2021) a nivel nacional. Este fenómeno también ha sido reportado como una problemática en Iberoamérica por organismos internacionales (OEI, 2023).
Ante estacomplejidad es necesario analizarcuatro fenómenos:i) disminución del interés decursar carreras de pedagogía, ii) aumento de los requisitos de ingreso, iii) mayores exigencias para la acreditación de carreras y programas de pedagogía iv) exigencias similares de un programa de pedagogía regular en materia de acreditación con los de prosecución de estudios.
El análisis global de estas cuatro políticas observa la necesidad de mejorar las condiciones generales de ingreso o calidad de los programas formativos para las carreras, además de una mayor articulación de las políticas, su implementación e impacto integral en la formación docente considerando que, más que incentivar y flexibilizar, complejizan la proyección sobre la escasez de profesores al 2030.
Por ello, resulta inadecuado la implementación para el año 2025 de los nuevos requisitos de admisión para las carrearas de pedagogía, ello profundizará aún más la baja matrícula en estas carreras, sin realizar el análisis necesario paragenerar innovaciones a nivel sistémico para abordar esta problemática y analizar sus potenciales impactos en el subsistema universitario, de manera integral para que las políticas se articulen sin colisionar entre sí.