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Alzheimer: principales síntomas

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Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Alzheimer, una patología que sigue siendo un desafío permanente para la salud al no tener cura.

La Demencia tipo Alzheimer, es un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente a personas mayores, y continúa siendo uno de los mayores desafíos de salud pública a nivel mundial. Caracterizada por la pérdida progresiva de la memoria y otras funciones cognitivas, esta enfermedad impacta significativamente la cotidianidad y calidad de vida de los pacientes y sus familias.

Los síntomas del Alzheimer son variados e irreversibles, y se manifiestan de forma gradual casi imperceptible en un inicio, acentuándose con el tiempo. Según Maira Saez, terapeuta ocupacional de las residencias Senior Suites, esta “comienza con dificultades leves en la memoria, olvidos frecuentes o citas recientes, principalmente información nueva. A medida que la enfermedad progresa, los problemas de memoria se agudizan y se añaden otros síntomas como la desorientación respecto a la realidad o la percepción alterada de esta, dificultades para encontrar las palabras adecuadas (anomia), cambios en el juicio y la toma de decisiones, y alteraciones en el comportamiento, incluyendo irritabilidad, apatía o cambios de humor, agitación entre otros”.

El Alzheimer no solo afecta la memoria y las habilidades cognitivas, sino que también tiene un impacto significativo en la vida diaria de las personas. En estadios más avanzados, las personas pueden experimentar dificultades en las habilidades motrices (apraxias ideomotoras o ideatorias), requiriendo apoyo para realizar tareas cotidianas como vestirse, bañarse o comer. En oportunidades esto sumado a la falta de conciencia sobre el estado de salud actual, los cambios en su personalidad y conducta; puede generar estrés y desafíos para sus cuidadores.

Aunque actualmente no existe una cura para el Alzheimer, la investigación médica continúa avanzando en la búsqueda de nuevos tratamientos y terapias, existen estrategias que en complemento con un tratamiento farmacológico, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con Alzheimer y sus cuidadores, como:

  • Diagnóstico temprano: Un diagnóstico temprano permite iniciar tratamientos y terapias de manera oportuna.  Identificar los primeros síntomas o retrasar la aparición de estos, las intervenciones tienen mejores resultados en etapas preclínicas.
  • Terapias no farmacológicas: La terapeuta ocupacional indica que “la terapia ocupacional, la kinesiología y la estimulación cognitiva pueden ayudar a mejorar la función y la calidad de vida.”  El abordaje no farmacológico con enfoque preventivo o paliativo en las distintas etapas de la demencia, nos permite mejorar las condiciones de vida tanto del paciente como de su entorno. Un enfoque cognitivo permite activar y preservar funciones mentales y a nivel social fortalecer las relaciones y fomentar nuevas interacciones, contribuyen a obtener resultados óptimos durante el tratamiento.
  • Estrategias para el hogar: Recabar información y aprender sobre esta patología, aclarar mitos que puedan existir en torno al diagnóstico.  Anticipar a la persona sobre los posibles cambios futuros.

Es bueno eliminar obstáculos dentro del hogar para evitar accidentes y caídas que puedan contribuir a un deterioro de la persona.  También mantener una rutina diaria, fomentar la interacción social y la actividad física, además de cosas prácticas como tener disponibles; un calendario, reloj, fotografías antiguas y distintos elementos del interés de la persona, impactará positivamente a nivel neuronal y funcional.

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