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Evolución y relevancia de la Salud Pública en nuestra sociedad

Por Fernando Cortés, académico de la U.Central Región de Coquimbo.

La salud pública, aunque a menudo ignorada, tiene raíces profundas que han moldeado la vida moderna. Desde sus inicios hasta los sistemas actuales ha respondido a problemas sociales, económicos y ambientales que afectan la calidad de vida. Hoy, con las lecciones del pasado, comprendemos su importancia para asegurar un futuro más saludable y equitativo.

La primera batalla, agua potable y saneamiento. Los primeros asentamientos humanos trajeron consigo la necesidad de saneamiento básico y agua potable. El crecimiento de las ciudades evidenció la relación entre salud y urbanización, y los grandes flagelos, como la peste negra y la influenza de 1918, subrayaron la importancia de estas medidas. Durante el brote de cólera en Londres de 1853, el Dr. John Snow logró contener la epidemia identificando una fuente de agua contaminada, demostrando cómo la evidencia y la acción coordinada son pilares de la salud pública.

Movimiento sanitarista y el papel del Estado. En el siglo XIX, el movimiento sanitarista en Londres impulsó al Estado a asumir responsabilidad en salud pública. La Ley de Salud Pública de 1848 marcó un hito al establecer un marco regulador que relacionaba salud y factores ambientales. Este movimiento sentó las bases para políticas de salud más amplias y contribuyó al desarrollo de un modelo integral de salud pública, fortalecido más tarde con avances en medicamentos y tecnología.

Siglo XX: vacunas, antibióticos y control de epidemias. El siglo XX trajo avances como vacunas y antibióticos, revolucionando la salud pública y reduciendo tasas de mortalidad. Después de la Segunda Guerra Mundial, organismos como la OMS y UNICEF impulsaron programas para reducir enfermedades infantiles y desnutrición en países en desarrollo. Este enfoque global sigue siendo crucial en tiempos de crisis sanitarias.

Nuevos desafíos: enfermedades crónicas y estilos de Vida. Con el aumento de la esperanza de vida, emergieron desafíos como enfermedades crónicas vinculadas a estilos de vida poco saludables. La salud pública moderna no solo se centra en el control de epidemias, sino también en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades crónicas mediante la intervención en determinantes sociales como alimentación y ejercicio.

Funciones esenciales de la Salud Pública. Actualmente, la salud pública se sustenta en funciones esenciales, como la vigilancia, la promoción de la salud, la participación social y el desarrollo de políticas. Estas permiten planificar y ejecutar intervenciones efectivas. La pandemia de COVID-19 recordó la importancia de sistemas sólidos y bien coordinados.

Salud Pública en el Siglo XXI: un desafío compartido. Hoy, la salud pública enfrenta retos complejos que requieren enfoques multidisciplinarios: Bioética, humanización del cuidado, Gestión, salud mental, enfermedades crónicas, cambio climático y globalización de enfermedades infecciosas, Inteligencia artificial; la revolución del conocimiento, entre otras. La historia nos enseña que la acción coordinada y la responsabilidad compartida son claves para la prosperidad. En un mundo interconectado, la salud pública sigue siendo fundamental para el bienestar colectivo.

En conclusión, la Salud Pública es mucho más que la ausencia de enfermedad; es una inversión en el desarrollo sostenible de las sociedades. A través de la educación y la intervención oportuna, podemos construir una sociedad en la que todos tengan la oportunidad de vivir una vida sana y plena.

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