Este 2024, se cumplieron diez años de la muerte de Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, el actor y creador de personajes icónicos, como el Chavo del Ocho y el Chapulín Colorado.
Pero respecto a su vida fuera del set, el mexicano vivió varios escándalos que afectaron su figura pública.
Ya sea desde su participación en la política, en la década de los 2000, cuando Gómez apoyó públicamente la campaña presidencial de Vicente Fox, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), con el que era afín a sus ideas conservadoras, misma acción que repitió en 2006, con el candidato panista Felipe Calderón.
No obstante, la mayor repercusión, ocurrió cuando formalizó su relación con su compañera de elenco, Florinda Meza, un romance que partió en su visita a Chile en 1977.
La relación de Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza
Desde muy joven, en la década de los 50, Roberto Gómez se involucró sentimentalmente con su vecina Graciela Férnandez, del barrio colonia del Valle (Ciudad de México), él tenía 22 años en ese entonces y ella, 15. Luego, con los años, la pareja tuvo seis hijos.
Al mismo tiempo que Gómez Bolaños empezaba a formar una familia, el futuro actor trabajó en una agencia de publicidad, lugar donde empezó a escribir guiones para programas de radio y televisión.
El comediante, que tenía una habilidad para crear personajes entrañables, tuvo la idea, en 1971, de realizar un programa ambientado en una vecindad, ahí nació el “Chavo del Ocho”.
Por consiguiente, el intérprete, reclutó a una joven actriz, así conoció a Florinda Meza. Sin embargo, Chespirito que estaba casado hace 20 años con Férnandez, inició una atracción furtiva con Meza, que en aquel tiempo estaba emparejada con Carlos Villagrán, según detalló Infobae.
Así las cosas, la actriz afirmó en una entrevista en el programa argentino “Morfi, todos a la mesa”, que el propio Chespirito hizo lo imposible para conquistarla.
“Yo estaba a punto de casarme, y ahí a Roberto le dio la garrotera; el mayor cortejo fuerte fue cuando supo que me estaba por casar”, indicó, y admitió que el actor tenía fama de “mujeriego”.
Posteriormente, el cómico decidió confesar su amor, en medio de la gira internacional que trajo al elenco del “Chavo” a Chile, reveló Meza. “Le dije: ‘Si tienes un matrimonio, tienes hijos y tu mujer es linda y buena, ¿por qué haces todo lo que haces?’, y él me contestó: ‘Siento que mi vida está vacía, me falta algo, a veces siento que me gustaría que alguien me besara…’”, explicó Florinda.
Chespirito y su participación en política
Aunque otra faceta menos conocida, al menos Chile, marcó profundamente la trayectoria de más de 50 años de Chespirito: su participación en política.
El hecho ocurrió en la década de 2000, cuando patrocinó campañas antiabortos y apoyó a los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN).
En especial, el aborto es un tema sensible que lo marcó de por vida. Todo ocurrió en 1928, cuando Elsa Bolaños Cacho, madre del comediante, consumió accidentalmente un medicamento con quinina, una sustancia nociva para mujeres embarazadas.
“Esta sustancia, empleada para tratar ciertas enfermedades infecciosas y calambres musculares, está contraindicada en el embarazo porque puede causar malformaciones congénitas e incluso la muerte fetal”, escribió Gómez Bolaños en el libro autobiográfico “Sin querer queriendo”.
Al respecto, el médico –su hermano Gilberto- recomendó practicar un aborto, pero la mujer se negó. “Y así fue como pude nacer yo el 21 de febrero de 1929”, escribió Chespirito en su libro, según recogió BBC Mundo.
Más adelante, el propio actor hizo público su testimonio, para un spot que buscaba impedir la despenalización del aborto, en momentos en que el país debatía sobre dicha posibilidad.
“Hola, soy su amigo Chespirito. Cuando estaba yo en el vientre de mi madre, ella sufrió un accidente que la puso al borde de la muerte. El médico le dijo: tendrás que abortar. Y ella respondió: ¿Abortar yo? ¡Jamás!… es decir, defendió la vida: mi vida. Y gracias a ello, estoy aquí”, afirmó en aquel tiempo.
Eso sí, no sería la única vez en que el intérprete daría su opinión en temas ajenos a su profesión, años antes, la visita a Chile, desencadenó un debate en torno a su figura que dura hasta nuestros días.
Chespirito y la dictadura de Augusto Pinochet
Transcurría 1977, cuando la “vecindad del Chavo” dijo presente, al repletar dos veces el Estadio Nacional, que tenía una capacidad de 80.000 personas.
Este hecho también ocurrió en el Luna Park (Argentina) y en el Madison Square Garden (Estados Unidos) pero ninguno otro causó tanto debate como el que originó en Chile.
Puesto que, Roberto Gómez Bolaños, sería interpelado por haber realizado su show en un lugar que fue ocupado como centro de detención, debido a los detenidos, por motivo del golpe de Estado ocurrido en 1973. “Ningún integrante del equipo lo sabía”, dijo al ser consultado tiempo después. “Pero de haberlo sabido, de todos modos, habríamos trabajado ahí”, expresó.
Y es que, de acuerdo a la opinión de Gómez Bolaños, “ningún actor debería presentarse en el Zócalo de México, donde se enlodó la memoria de tantos”, cuestionó en su autobiografía, refiriéndose a la masacre conocida como la Decena Trágica, un Golpe de Estado ocurrido en tierras aztecas en 1913.
Según el escritor Fabrizio Mejía, en su libro Nación TV, la comedia ‘controlada’ de Chespirito, le gustaba al general Augusto Pinochet, que buscaba en ese octubre de 1977 “que cada gesto, actitud y expresión de los chilenos estuviera regulada. En el caso de Chespirito, la orden de reírse iba antecedida por las risas grabadas. Todo estaba controlado”, recalcó el autor.
La sombra de Pablo Escobar
Un asunto que todavía no está aclarado, es la conexión entre el traficante Pablo Escobar y Gómez Bolaños.
Según la versión de Carlos Villagrán, el colombiano solía solicitar la presencia de Chespirito para actuar en sus fiestas privadas.
Villagrán reveló que en la década de los 80, Gómez Bolaños recibió una oferta de alrededor de un millón de dólares. A él, en cambio, le propusieron actuar en un cumpleaños de Juan Pablo Escobar, hijo del capo de la droga.
“Yo no fui y tengo ese orgullo de decir, no fui, pero si fue Roberto, no sé cuántos fueron con él, pero yo no asistí, a mí me llegaron a ofrecer hasta un millón de dólares y eso me causó escalofríos”, afirmó Villagrán al diario Basta! de Ciudad de México.
Si bien el hecho no ha sido comprobado, el mismo Gómez Bolaños desechó que fuera verdad.
Fuente: BioBioChile