El gerente general de Andes Iron, Pedro Ducci, afirmó que no se trata de un “megapuerto” como señalaron algunos académicos, sino que de un terminal al cual llegará solo un barco a la semana.
El gerente general de Andes Iron -empresa titular del proyecto minero portuario-, Pedro Ducci, defendió la decisión del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta de desestimar la determinación del Comité de Ministros que el 2023 rechazó el proyecto Dominga.
La defensa se dio en respuesta a una carta publicada en El Mercurio (domingo) por cuatro académicos entre biólogos marinos y veterinarios—la Dra. Susannah Buchan, el Dr. Rodrigo Hucke, la Dra. Maritza Sepúlveda y el Dr. Frederick Toro—.
Por la misma vía, Ducci enfatizó la rigurosidad de los procesos que han validado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la iniciativa y abordó las inquietudes planteadas por los expertos.
“Ayer se publicó una carta de cuatro académicos señalando su preocupación por el reciente fallo del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, el cual confirma que el proyecto Dominga cumple con la normativa ambiental y que aborda de manera adecuada los potenciales impactos”, dijo el ejecutivo.
En esa línea, remarcó que “con esa sentencia, ya se acumulan tres resoluciones en la misma línea de dicho tribunal, que siempre, de manera unánime (y con nueve jueces diferentes), han confirmado la solidez de nuestro Estudio de Impacto Ambiental (EIA), incluida su línea de base marítima”.
“El foco de las preocupaciones planteadas en la carta de los académicos radica en el impacto del tráfico naviero asociado al proyecto, descrito por ellos como derivado de un ‘megapuerto'”, aseveró.
Al respecto, Ducci aclaró: “El terminal de Dominga (no ‘megapuerto’, como se señala en la carta) se ubicará a más de 30 kilómetros de la Reserva del Pingüino de Humboldt, una distancia similar a la existente entre Ventanas y el balneario de Cachagua, por ejemplo. A dicho terminal llegará solo un barco a la semana, bajo estrictas medidas de seguridad que, entre otros aspectos, incluyen la navegación por una ruta específica y alejada de zonas de exclusión, a no más de 10 nudos de velocidad, y con prohibición de carga y descarga de combustible en el terminal”.
Ducci destacó además el contexto del tráfico marítimo en la región.
“En la actualidad, circulan de norte a sur y viceversa, frente a las costas de la Región de Coquimbo, más de 2.500 embarcaciones al año —entre barcos cargueros, pesqueros y turísticos—, muchos de los cuales lo hacen a solo cinco kilómetros de la Reserva del Pingüino de Humboldt”, señaló.
Frente a lo anterior, cuestionó: “En base solo a esta información precedente, ¿es justo, serio y fundado asignar al terminal de Dominga consecuencias apocalípticas?”.
El gerente general también destacó los compromisos del proyecto con la investigación y conservación de la biodiversidad marina.
“En nuestro EIA, consta el compromiso de financiar un centro de estudios autónomo, destinado a la investigación y preservación de la flora y fauna marítima de la zona. Este centro, en el cual han manifestado su interés por participar importantes académicos y universidades —y al que desde ya invitamos a los profesores Buchan, Hucke-Gaete, Sepúlveda y Toro—, será un aporte fundamental para expandir el conocimiento científico, equiparándonos a experiencias similares de otros países en los que nos hemos inspirado”, agregó.
Finalmente, Ducci aseguró que el compromiso ambiental es central en el desarrollo de Dominga.
“Quisiera manifestar de manera enérgica que los accionistas de Andes Iron jamás impulsarían un proyecto si este pusiera en riesgo cualquier especie, como la ballena fin. Un proyecto o es compatible con el medio ambiente o, simplemente, debe ser descartado”, manifestó.
Según el ejecutivo, el proyecto está diseñado como una iniciativa “moderna y sostenible” que contribuirá tanto a la descarbonización global como al desarrollo de la región y el país.
Fuente: Emol