Ante los cambios mineralógicos que presentan los yacimientos chilenos, la capacidad instalada de esta tecnología que ha quedado disponible surge como un aliciente a la sostenibilidad del sector.
La hidrometalurgia posee un rol relevante en la historia minera nacional, dada su contribución en materia de producción y el establecimiento de procesos más eficiente.
Esteban Domic, socio de Voces Mineras A.G., considera que “la hidrometalurgia moderna en Chile se manifiesta en forma explícita a partir de 1980 con la puesta en marcha de la Mina Lo Aguirre, de Minera Pudahuel, que fue la primera operación industrial de cobre que hizo uso de las técnicas de aglomeración y lixiviación en pilas (sistema TL) seguido de extracción por solventes y electro-obtención (LX-SX-EW)”.
“Desde el inicio, la patente de Pudahuel permitió el tratamiento simultáneo de minerales oxidados y de sulfuros secundarios de cobre, al combinar las técnicas de lixiviación ácida con el uso de bacterias. Esta exitosa operación permitió contar con una preciosa herramienta tecnológica para apoyar la implementación de numerosos proyectos que, desde los años ’90 y bien entrado los 2000, permitieron alcanzar algo más de 2 millones de toneladas anuales de cátodos (40% del total de Cu exportado en esa época)”, recuerda el experto en hidrometalurgia.
Esto es complementado por Constanza Araya, coordinadora de Estudios de Cesco, quien comenta que “la entrada de la producción de cátodos de cobre vía hidrometalurgia fue clave para el boom de producción que hubo en Chile entre los inicios de los años 90 y comienzos de los 2000. Periodo en que la producción total de cobre en el país subió de 1,8 a 5,3 millones de toneladas de cobre, aumentando casi tres veces”.
Fuente: mch.cl