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Apuntes para una Guerra Comercial

Este año comenzó con una escalada de tensiones económicas entre China, Estados Unidos y otros países. Semana tras semana escuchamos sobre la implementación de aranceles, restricciones a la inversión y otras barreras que pretenden proteger a las industrias nacionales y fomentar la producción local. Sin embargo, esto puede tener efectos negativos en la economía global, como el aumento de los precios, la disminución del comercio y la incertidumbre en los mercados. Chile, dada su economía abierta, puede verse arrastrado por los vaivenes de esta confrontación.

Reducción de las exportaciones, aumento de costos en las importaciones de bienes, descenso en la inversión extranjera, disminución de los ingresos, impacto en el empleo, inflación, todo puede verse afectado por una guerra comercial. Cobra sentido y relevancia que nuestro país esté preparado para enfrentar los desafíos que podrían surgir de una escalada de tensiones comerciales.

Sabemos que resulta imperioso buscar nuevos mercados. De igual forma es necesario fortalecer la competitividad, implementando políticas que mejoren el desempeño de las empresas chilenas, como la reducción de costos, impuestos redundantes y promover la innovación: por una parte, necesitamos que nuestras empresas logren competir en los mercados internacionales; por otra, debemos atraer inversiones con un sistema robusto, confiable, serio, pero también atractivo, ágil y con reglas claras. También es fundamental que fortalezcamos los vínculos comerciales con países vecinos y mercados emergentes con los que podamos establecer relaciones de mutuo beneficio.

En estas líneas no he dicho nada que no sea evidente, sin embargo, pareciera que faltan acciones decisivas al respecto. Tomemos un ejemplo actual: Hace pocas semanas una nueva Inteligencia Artificial sacudió a los mercados por su modelo disruptivo y su bajo costo de implementación. Las acciones de los actores dominantes cayeron con fuerza y los obligó a tomar medidas inmediatas. Declaraciones, ajustes al modelo, análisis intensivo a la competencia, lo que sea necesario para no perder la posición y participación en esa pujante industria. ¿Y si nuestro país actuara con esa celeridad? Sabemos que el Estado, por su estructura y composición, tarda en tomar acciones, pero también hemos aprendido en el pasado que en un marco de colaboración, una alianza público-privada estratégica, una suma de acuerdos y voluntades, hemos logrado lo impensable en este país.

Juan José Ronsecco, Presidente de CORPROA

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