Desde el gremio hacen un llamado a fortalecer los protocolos de contingencia para minimizar el impacto de eventos de esta magnitud en la actividad económica, garantizando que el comercio pueda operar con mayor estabilidad y seguridad.
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) expresó su preocupación ante el masivo corte de energía ocurrido el día de ayer en gran parte del país, el cual generó un impacto significativo en la movilidad, el comercio y las actividades cotidianas de la población. El gremio enfatizó la necesidad de fortalecer los protocolos de contingencia para reducir el impacto de estos eventos en la actividad económica y garantizar la estabilidad operativa del comercio.
De acuerdo con la información proporcionada por empresas socias de la CCS, el apagón tuvo un efecto especialmente adverso en los pequeños comercios que no cuentan con equipos generadores de respaldo, viéndose obligados a cerrar sus puertas antes del horario habitual. Esto repercutió directamente en sus ventas y en la continuidad de sus operaciones.
La CCS estima que el corte de energía provocó una reducción de ventas cercana a los US$ 20 millones, equivalente a un 0,4% del total proyectado para febrero.
El comercio electrónico, aunque operativo, sufrió una caída abrupta en sus ventas tras el corte de energía, afectado por la falta de conexión a Internet de los consumidores. También se reportaron retrasos en las entregas de compras programadas, los cuales en su mayoría se han ido resolviendo durante el día de hoy.
“Si bien el huso horario permitió que algunos rubros pudieran continuar funcionando parcialmente, la interrupción del suministro obligó a supermercados y centros comerciales a operar con sistemas de generación propios, permitiéndoles mantener ciertos niveles de actividad. Sin embargo, la mayoría decidió adelantar sus horarios de cierre para priorizar el regreso seguro de sus trabajadores, lo que impactó el desempeño del sector”, comentó Carlos Soublette, gerente general de la CCS.
Asimismo, se observó una marcada disminución en el flujo de visitantes en la mayoría de los comercios, con excepción de aquellos dedicados a la venta de insumos básicos como agua y combustibles.
“Es fundamental fortalecer los protocolos de contingencia para minimizar el impacto de eventos como este en la actividad económica y asegurar que el comercio pueda operar con mayor estabilidad y seguridad. También es clave avanzar en incrementar la inversión para tener una infraestructura más resiliente, que permita recuperar el suministro eléctrico con rapidez en beneficio de la población y del sector productivo”, concluyó el líder gremial.
La Cámara continuará monitoreando la situación y trabajando junto a las autoridades y empresas afectadas para evaluar medidas que fortalezcan la resiliencia del comercio ante interrupciones de esta magnitud.