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Yubitsa Rivera, la aventurera de Atacama: De la bicicleta a las cumbres del volcán Ojos del Salado

Yubitsa Rivera, oriunda de Copiapó, en la región de Atacama, combina su pasión por el ciclismo y el montañismo para enfrentar desafíos extraordinarios. En una reciente conversación con Nostálgica, Yubitsa compartió sus experiencias y aprendizajes en su segundo intento por escalar el volcán Ojos del Salado en bicicleta.

En su primer intento, la deportista se adentró en el mundo del montañismo sin conocer completamente los desafíos que le esperaban. “La preparación que tuve no fue suficiente”, admitió, tras recordar cómo el clima y la altitud la frenaron a los 6,000 metros. Sin embargo, lejos de considerarlo un fracaso, tomó esta experiencia como un aprendizaje invaluable, que la motivó a replantear y retomar su desafío.

Al ser consultada por la diferencia entre el primer y segundo intento, comentó que definitivamente fue “el conocimiento”.

Yubitsa alcanzó la cumbre del Ojos del Salado el 20 de febrero de 2025, partiendo desde Bahía Inglesa el 31 de enero del mismo año. Este logro fue un sueño cumplido y un desafío personal. “Para mí, fue cruzar Chile de un extremo a otro”, comentó emocionada. Con su hazaña, espera inspirar a más mujeres a enfrentar sus propios desafíos y a no rendirse ante las dificultades.

El tramo final del ascenso al Ojos del Salado fue especialmente difícil y peligroso. Desde el último refugio Tejos, a 5,840 metros, Yubitsa tuvo que cargar y empujar su bicicleta en lugar de pedalear. “Fue un momento rápido de mucha concentración”, recordó, enfrentándose a las rocas grandes resbaladizas, por lo que se tuvo que utilizar crampones y equipo de seguridad.

Más que el desafío de subir una montaña en bicicleta, Yubitsa busca transmitir un mensaje de perseverancia y determinación. “El mensaje es seguir adelante, puede cumplirse un sueño”, dijo, destacando la importancia de la motivación, la disciplina y la perseverancia.

Yubitsa se proyecta a seguir explorando y promoviendo el montañismo en Atacama, sin dejar de lado el ciclismo. “Me enamoré de las montañas y me gustaría seguir haciendo montañismo acá”, expresó, con la esperanza de mostrar el potencial de la región y sus majestuosas cumbres al mundo entero.

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