Cerrar

Chilena cuenta su vida en Irlanda: “Con el sueldo mínimo te alcanza para pagar todos tus gastos”

Desde hace un tiempo, la vida de la chilena Ana Méndez (32), no es la misma. En 2024, concretó una oportunidad de oro, al emigrar a la República de Irlanda.

Es que la fotógrafa y también diseñadora gráfica, hace diez meses, se estableció en Dublín. No obstante, a pesar de que vivió por cuatro meses en Alemania, es la capital irlandesa que la mantiene totalmente fascinada en estos días.

“La experiencia de estar en Alemania, fue muy enriquecedora, pero quería más”, afirma en diálogo con BioBioChile. “Quedé con un gusto a poco y dije: No me quiero devolver todavía Chile”, agrega con entusiasmo.

Al notar que no podía postular a los Working Holidays -los programas especiales para estudiar y trabajar al mismo tiempo- debido a que no cumplía el requisito de la edad (se puede postular hasta los 30 años), Ana decidió hacer un curso de inglés en Dublín.

En este sentido, la posibilidad de mejorar su inglés y ampliar su portafolio fotográfico, hizo que ir a Irlanda, fuera una oportunidad irrechazable. Esto le permitió quedarse en el continente europeo, además que le permitía, tener la posibilidad de visitar otros países.

A continuación, puedes conocer su interesante historia.

La vida de una chilena en Irlanda

En la opinión de esta valdiviana, el tener un nivel básico de inglés no es ningún obstáculo para viajar a tierras europeas. “El inglés es un idioma superadaptable, yo antes sabía preguntar tres cosas”, puntualiza.

“Ahora bien, casi todas las capitales europeas son tan diversas, que te encuentras en su gran mayoría con muchos idiomas. Entonces, no es un gran problema. En algunos países tienen hasta tres idiomas incorporados”, detalla a BioBioChile.

Por mucho -cuenta- hay cierta dificultad en aprender el inglés de Irlanda, “porque es un poco diferente, es muy rápido y tiene muchas palabras coloquiales”.

The Temple Bar | Dublín | Pinterest

Para más detalle, admite que en el país ubicado en el archipiélago británico, les gusta mucho la cerveza, en especial, la Guinness, del tipo stout, que contiene solo 4 grados de alcohol, explica Méndez. Además, “los irlandeses son muy amables y divertidos”, confiesa.

“Después del trabajo o de clases, es típico ir a tomar una Guinness y compartir con tus amigos, yo creo que es un rico panorama”. “Yo soy de Valdivia, entonces estoy muy acostumbrada a lo que es el frío y la lluvia, por eso pertenezco al team frío”, cuenta entre risas.

En cuanto a la ciudad que la acoge en estos momentos, expresa que Dublín es “muy verde”, por el campo que atraviesa a toda la metrópoli.

El día a día en Dublín

De esta manera, el irlandés, al tener una vida bohemia, los pubs y bares, forman parte de cada rincón de la ciudad. “La mayoría de los bares son tipo cantina antigua, llenos de retratos e historias de familias irlandesas o de la misma Dublín”.

Sobre lo desafiante que puede ser la vida en Dublín, la chilena anticipa que el principal factor que tiene que considerar cualquier persona, es que tendrá que adaptarse a un nuevo idioma.

También, le serviría que deberá mentalizarse, a que partirá de cero, para acomodarse a otro ritmo de vida. En el caso de Dublín, Ana Méndez, afirma que es una ciudad pequeña y “bastante caminable”.

“Puedes irte a la playa o después ir al Parque Fénix (Phoenix Park) que es uno de los más grandes. Como toda capital es supernormal, tienes ríos, canales y muchos parques. Mis amigos irlandeses muchas veces me dicen que Dublín, ‘no tiene nada que ofrecer’, pero yo estoy encantada, viviendo acá”, resume a La Radio.

La escasez de vivienda en Irlanda

“Hay mucho inmigrante, entonces hay una sobredemanda de habitaciones o de arriendos que son extremadamente caros. Claramente, hay una alta demanda en sectores céntricos, yo al menos vivo a 30 minutos de la ciudad, al sur de Dublín”, comenta Méndez.

“Muchos encuentran que vivo lejos, pero hay que buscar bien donde vivir”, subraya.

En ese sentido, la fotógrafa describe que actualmente en Dublín, hay una alta demanda de arriendos. “Lamentablemente, como hay sobredemanda, hay casas que están subarrendadas por otros inmigrantes y ellos se aprovechan de esta situación”, comenta a nuestro sitio web.

“He visto arriendo de piezas para tres personas en 600 euros (casi $500 mil pesos chilenos)”, recalca Méndez. Es más, en Dublín, al menos, existe una sobredemanda de arriendos que pueden alcanzar los 650.000 mil pesos al mes, sostiene.

Istock | Barrio típico de Irlanda

Incluso, en una casa pueden llegar a vivir cinco personas, en espacios totalmente reducidos. Sin embargo, hay alternativas como postular a agencias llamadas “Family Rooms”, para quienes busquen un hogar.

Estas oficinas se encargan de coordinar con algunas familias, que arriendan una habitación. “Te vas a vivir con una familia irlandesa, con todas las comodidades y bajo sus reglas”.

Por lo mismo, uno debe pagar una garantía para vivir en el lugar, indica la chilena. “En algunos casos pagas mensualmente, pero en otros es un pago semanal”. En su caso, en particular, Ana Méndez, realiza el pago semanal. “Ahí realizo el pago a una irish (irlandesa) para ocupar un departamento supercómodo, tengo mi habitación y mi baño por 600 euros”, afirma a BBCL.

“Teniendo tu single room (habitación individual) se hace más pagable, en comparación con otras alternativas”, acota. En la actualidad, hay arriendos que pueden superar los 1200 euros, remarca Ana Méndez.

El paraíso verde para una chilena

Una de las ventajas de Irlanda, es que es uno de los países que tiene el mejor salario mínimo. O sea, un trabajador obtiene 13,50 euros por hora. Al mes, gana más de 2240 euros (más de dos millones de pesos), según la Comisión de Salarios Bajos (Low Pay Commission).

Eso sí, la visa de residencia de estudiante -como la que tiene Ana- le permite trabajar 20 horas, lo que hace que llegar a fin de mes, sea bastante complicado, afirma. “Muchos estudiantes se buscan otro trabajo para completar las 20 horas”.

Al respecto, Ana cuenta que “mi primer trabajo aquí fue como housekeeper (ama de llaves)”, recuerda. A través de estas tareas de orden y limpieza, pudo constatar que vivir en otro país era sacrificado. “Era aceptarlo o tenía que devolverme a Chile”. “Nunca pensé en la vida que tenía que trabajar como housekeeper, uno tiene que estar dispuesto a eso”, complementa.

“Pero teniendo un trabajo que te sostenga, uno puede ahorrar. Y evidentemente, haciendo más de 40 horas trabajando, tú estás en condiciones para ahorrar. Además, te alcanza para pagar todos tus gastos: como la comida, el salario y pegarte un viajecito”, resume.

La mayoría de los inmigrantes son casi todos profesionales en su área y acá llega a hacer otra cosa, para pagar el alojamiento, etc”.

Así las cosas, tener un mejor inglés, te permite optar a mejores trabajos, indica Ana. “Lo primero que puedes optar, es a un trabajo más práctico”.

La sociedad irlandesa por dentro

En Irlanda, la mayoría de la población es católica, ya que según el censo de 2022, el 69% de los irlandeses se identificó como católico.

Y al igual que la historia europea en general, Irlanda fue colonizada por Gran Bretaña a partir del siglo XII. En dicha época, el monarca inglés, Enrique VIII, se separó de Roma e impuso el protestantismo en sus reinos, mientras los irlandeses resistieron manteniéndose fieles a la Iglesia católica, detalló The Objetive.

Esta tensión entre los países, sostiene Méndez, aún se hace sentir en la sociedad irlandesa, que es mucho de ir a misa los domingos y de bautizar a sus hijos. “Aunque no son de predicar en las calles, como muchas veces sucede en Chile”, expresa Ana.

De hecho, muchas familias se componen por protestantes y católicos, por lo que los conflictos han disminuido en el tiempo.

Ana Méndez en los Acantilados de Moher

Por otro lado, para la fotógrafa, los irlandeses son comprensivos sobre la situación de los inmigrantes, ya que desde su propia historia, ellos mismos han tenido que trasladarse a otros países. Esta armonía sostiene Méndez, hace que haya pocos actos de xenofobia. “No he sufrido ningún tipo de discriminación”, afirma Méndez, que en pocos meses más, cumplirá un año viviendo en Irlanda.

Ana, que expresa admiración y alegría por encontrarse en Irlanda, enfatiza que es un “país muy lindo, que tiene mucha historia”.

“Cuando uno quiera irse a otro país, literalmente debes empezar de cero. Hay sacrificios que tienes que hacer, debes restar uno y sumar otro. Tienes que tener las ganas de vivir esto, si te encuentras indeciso, lo pasarás mal”, aconseja.

Fuente: BioBioChile

scroll to top