Dolph Lundgren, Ivan Drago en “Rocky IV”, realizó una fuerte revelación sobre su salud: aseguró que los médicos le pronosticaron que tenía por delante dos o tres años de vida, en medio de su secreta lucha contra el cáncer.
El actor sueco, de 65 años, efectuó esta declaración en el programa televisivo “In Depth With Graham Bensinger”, en medio de una entrevista en la que habló por primera vez sobre el cáncer de riñón que le diagnosticaron en 2015. “Todo comenzó cuando encontraron un tumor en mi riñón y lo extirparon. Pero luego, cuando realizaron la biopsia, descubrieron que era canceroso”, comenzó.
Y continuó desandando el derrotero que comenzó a transitar a partir de ese momento. “Tuve que hacerme escaneos cada seis meses, luego cada año y por suerte durante los últimos cinco años todo estuvo bien, pero el cáncer volvió en 2020“. Esta vez, la complejidad del cuadro alarmó a sus médicos: ahora, el protagonista de Rocky IV tenía seis tumores en sus riñones y en su hígado.
El tamaño de los tumores hacía que en este caso fuera imposible extirparlos quirúrgicamente. El procedimiento que le recomendaron fue comenzar sesiones de quimioterapia. En su caso, el tratamiento le produjo una serie de efectos secundarios que complicaron más su cuadro general.
“Le dolía mucho la boca, le dolían las manos, los pies, y no podía comer nada caliente ni frío y mucho menos algo picante”, recordó su novia, Emma Krokdal, que también brindó su testimonio en el programa sobre cómo vivió el actor aquellos tiempos. “Así que fue una lucha para dar con la comida adecuada. Y por eso siguió perdiendo peso”, agregó la mujer.
El peor momento llegó cuando los médicos le dijeron que el suyo era “un caso perdido”, y Lundgren tuvo que enfrentarse y aceptar la idea de que su muerte estaba muy cerca. “Me decía cosas como: ‘Deberías tomarte un descanso y pasar más tiempo con tu familia’. Llegaron a decirme que me quedaban dos o tres años de vida, pero pude notar en la voz del médico que en realidad eran menos”.
“Y entonces, no me quedó otra que pensar que así sería. Lo que me ocurrió a mí es que comencé a repasar mi propia vida y me dije: ‘He tenido una vida jodidamente buena. Viví como cinco vidas en una’. Quizá por eso, esta situación no me amargó”, afirmó.
Lundgren indicó que a pesar del claro diagnóstico y de que su condición seguía empeorando, se negó a darse por vencido. Por eso, fue en busca de una segunda opinión médica y conoció a la doctora Alexandra Drakaki, una profesional que hizo un descubrimiento clave sobre su caso: encontró una mutación en uno de sus tumores que suele verse comúnmente en el cáncer de pulmón, lo que abrió todo un nuevo universo de posibles tratamientos.
Así llegó nuevamente la esperanza. “En tres meses, los tumores se estaban reduciendo entre un 20 y un 30 por ciento“, recordó emocionado. La buena reacción de su organismo a los nuevos tratamientos hizo que para finales de 2022 el tamaño de los tumores hubiera disminuido en un 90 por ciento. Entonces, ahora sí, pudieron extirpar quirúrgicamente el tejido cicatricial restante.
El actor reveló que, por eso, la situación está potencialmente superada, y aseguró que ahora aprecia muchísimo más la vida y se siente afortunado.
Ya repuesto, este año, Ludgren se embarcó en varios proyectos, entre ellos, el thriller militar ambientado en la Segunda Guerra Mundial “Come out fighting” y el policial “Wanted Man”, próximos a estrenarse. También, la cuarta entrega de “Los indestructibles” y “Aquaman y el Reino Perdido”, la secuela del film sobre el rey de Atlantis estrenada en 2018; la película de acción y suspenso “Hellfire” y la comedia “Showdown at the Grand”.
Fuente Emol