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Andy Ruiz, el mexicano que le ganó a los prejuicios por su evidente sobrepeso y que se coronó campeón mundial de Boxeo

El pasado sábado el Madison Square de Nueva York, histórica casa de los Knicks, no fue el escenario de un partido de la NBA. El público de la Gran Manzana pasó de vibrar con la espectacularidad de las clavadas a presenciar una histórica velada de boxeo, en la que se concretó una sorpresa mayúscula.

Tenía que nadar contra la corriente. Las casas de apuestas (pagaba 33 a 1 su victoria), la prensa y hasta la afición no estaban de su lado. Pero contra todo pronóstico, el mexicano Andy Ruiz dio el batacazo sobre el ring al vencer al británico Anthony Joshua. Una proclamación que se selló tras un nocaut técnico en el séptimo round y que lo convirtió en el nuevo campeón mundial de los pesos pesados.

Un campeón atípico que se forjó en la calle

No fue un triunfo cualquiera, ya que la carrera del boxeador azteca ha estado marcada por las críticas y burlas por su sobrepeso.

De padres mexicanos y nacido en Imperial Valley (California), desde pequeño tuvo que soportar el bullying por su obesidad. Por esta enfermedad llegó incluso a pesar 170 kilos midiendo 1,88.

Pese a nacer en suelo norteamericano, nunca olvidó sus raíces. De hecho, luce con orgullo un tatuaje con la leyenda “Made in Mexico”. Se crío a solo 16 kilómetros de la frontera con México, por lo que creció entre el tráfico de drogas y personas.

“A los 10 años ya se peleaba con policías”, indicó su padre en una entrevista. El vínculo de “Destroyer”, como es apodado, con el pugilismo se inició a los seis años. En un intento para que abandonase ese conflictivo ambiente, su padre lo llevó a ver combates y lo inició en el mundo del boxeo.

“En mi primera pelea amateur, tenía 7 y no había niños en mi peso, así que luché contra hombres mayores. Me costó un poco acostumbrarme y a veces me deprimía”, señaló en una entrevista Ruiz.

Su transición al profesionalismo

De la mano del entrenador cubano Fernando Ferrer, el púgil completó una destacada trayectoria en el amateurismo. Fue quemando etapas y se sometió a un estricto régimen alimenticio.

“Siempre me decían, este ‘gordito’ no va a hacer nada. Fue mucho sacrificio el no comer tacos, ni todo lo que me gusta. Ya sé que me veo gordito, pero me deben apoyar, porque no hay otro mexicano destacado en peso completo”, declaró en su momento.

En 2009, se convirtió en profesional, justo un año después de defender a México en los Juegos Olímpicos de Beijing.

Con 19 años, se impuso en su primera pelea como deportista rentado en Tijuana. A partir de allí comenzó su ascenso, pese a todas las críticas y prejuicios por no lucir un esculpido y fibroso cuerpo.

Su primer título llegó en 2013 tras superar a Joe Hanks en Arabia Saudita en la disputa por el cinturón OMB Inter-Continental de peso pesado.

Tres años después enfrentó su primer combate por un título mundial. El oponente era Joseph Parker, con quien se inclinó tras decisión de los jueces. Pero no estaba dispuesto a rendirse. Este 2019 disputó su segunda pelea por el título planetario.

Una peculiar solicitud para conquistar su logro más grande

Al ver que a Anthony Joshua, el mejor de los pesos pesados, se le había caído el combate con Jarrel Miller por el doping positivo del norteamericano, Andy le propuso al promotor de la pelea enfrentarlo a través de Instagram.

En la previa, el azteca observando los cinturones que le despojó a Joshua.

“Dame la pelea, voy a pelear más fuerte que cualquiera de los hombres que han mencionado, voy a darle una mejor pelea y voy a vencer a Anthony Joshua”, escribió el azteca al de Joshua.

El británico aceptó el reto, sabiendo que era amplio favorito. En la ceremonia previa del pesaje y sobre la báscula, Ruiz no se amilanó. “Soy rechoncho y corto, pero rápido como un rayo”, dijo con sus 121 kilos.

El resto es historia. El mexicano dio el golpe y se quedó con los cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo. Una historia de resiliencia y dedicación…

 

Fuente: emol

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