El hallazgo de tres cadáveres en las cercanías de un cementerio de mascotas en Alto Hospicio, en la Región de Tarapacá, volvió a exponer las dificultades que enfrentan aquellas zonas aisladas o sin resguardo en materia de seguridad, puesto que se convierten en escenarios idóneos para ilícitos y la acción del crimen organizado.
El hallazgo ocurrió a la altura del kilómetro 7 de la Ruta A-616, en un terreno de cuatro hectáreas que durante años fue utilizado por residentes de la zona para enterrar irregularmente a sus mascostas, y en 2019, el sitio fue entregado en concesión a una fundación por el Ministerio de Bienes Nacionales.
A raíz del hecho, el alcalde de la comuna, Patricio Ferreria, solicitó al Ejecutivo implementar la ley de infraestructura crítica en zonas urbanas, esto es, poder contar con la presencia de Fuerzas Armadas para tareas de fiscalización y control. “Si ya no es posible que con nuestras policías no podamos tomar control de los crímenes que están ocurriendo en nuestro país, y aquí en Alto Hospicio, entonces que salgan los militares a la calle”, precisó el jefe comunal.
Pero no es el único caso de este año. El 6 de marzo se conoció la detención de una joven acusada por el delito de infanticidio, por presuntamente enterrar el cuerpo de su recién nacido en un sector denominado ‘cementerio de mascotas’ en el Parque Tumbes, en la comuna de Talcahuano, en la Región del Biobío.
Este tipo de hechos ha llevado a que parlamentarios pongan el foco en la falta de regulación de los cementerios de mascotas y los espacios que esto deja para la actuación del crimen organizado u otro tipo de situaciones delictivas.
En conversación con Emol, el sociólogo y experto en seguridad de la U. Autónoma, Juan Castañeda, comenta que “yo creo que ayudaría mucho el resgusrdo de estos sitios, con modificaciones legales y control desde los municipios. Aunque hay que tener claridad que el crimen organizado puede hacer desaparecer un cadáver o ‘enterrarlo’, en zonas como basurales o sitios eriazos”.
Por lo anterior, una moción parlamentaria ingresada el pasado 18 de marzo, busca regular lo relativo a la tenencia responsable de animales, apuntando justamente al problema de las sepultaciones clandestinas de animales y la necesidad de crear un estatuto en la materia que, de paso, evite riesgos sanitarios para las comunidades y se logren coordinaciones con municipios, servicios de salud y otras autoridades competentes.
En concreto, se busca que se modifique la ley Orgánica Constitucional de municipalidades, incorporando a su artículo 5° que los municipios deban “elaborar, aprobar, ejecutar y evaluar el plan comunal para la habilitación de un cementerio de mascotas“.
Proliferación de cementerios irregulares
Hace al menos cinco años que Chile se viene convirtiendo en un país donde las mascotas forman una parte relevante de las familias y de personas que optan por una compañía animal, escenario que se agudizó con la pandemia.
En 2019, un estudio de Cadem daba cuenta que el 70% de los consultados afirmaba tener una mascota, con un promedio de dos animales por hogar. En tanto, según los datos revelados por el registro nacional de mascotas de la Subdere (2022), más de un millón 800 mil mascotas estaban inscritos en esta suerte de “registro civil” de animales, marcando una importante alza respecto a años anteriores.
Ese año, un estudio del Programa Mascota Protegida, que dio a conocer por primera vez una estimación de la población animal, reveló que en Chile existen 12.482.679 perros y gatos con dueño, y otros 4.049.277 no tenían dueño conocido.
En tanto, los cementerios de animales, en su mayoría irregulares, vienen proliferando hace cerca de una década en el país. El proyecto de ley expone algunos casos, como la expansión del cementerio de mascotas en San Pedro de La Paz, en el Biobío. “Ahí existe un improvisado lugar que se acerca cada día a los edificios, generando un posible problema sanitario, tanto por los animales fallecidos como por los microbasurales“, señala el texto.
Agregan que “son cientos las sepulturas de mascotas que hay en el cementerio de San Pedro de la Paz, un espacio que nació hace años y de forma improvisada en un terreno privado ubicado a sólo metros de la playa de Bosque Mar, donde con cruces y placas las personas recuerdan a sus mascotas”.
Pero estos emplazamientos se expanden por distintos puntos del territorio nacional. En 2021, el entonces candidato a diputado del PDG, Rubén Oyarzo, denunciaba el cementerio ilegal de mascotas en un sector industrial en Quilicura, apuntando a la necesidad de que se estableciera un recinto municipal para estos fines. En Copiapó, Maipú, Pudahuel, Antofagasta y varias decenas de comunas han registrado casos de reclamos de vecinos por estos lugares.
Sobre este tema, Marysabel Pavez, abogada y coordinadora de la Fundación Derecho y Defensa Animal, comenta que “el caso de San Pedro de la Paz es una prueba patente de la necesidad de solución y, a la vez, de que exista regulación que pueda ayudar a que estos espacios funcionen de forma mejor coordinadas en los territorios”.
En esa línea, sostiene que la propuesta es “enormemente positiva desde muchas aristas: por una parte, reconoce la importancia de las mascotas como parte esencial de las familias chilenas, entendiendo que un lugar de recogimiento como los cementerios especiales para ellos ayudaría a dar significancia al hito de la muerte”.
“Por otro lado, es una solución muy consecuente con democratizar los espacio públicos ante esta creciente necesidad de la población y, desde la arista política, es un proyecto unificador en cuanto a las posturas de quienes lo están presentando, lo que consideramos una señal enormemente positiva que reafirma que los animales son un tema país transversal”, cerró.
La iniciativa desechada
La inciativa parlamentaria presentada en marzo, recoge la preocupación que ya había mostrado la ex diputada, Marcela Hernando sobre este tema. De hecho, el texto menciona que “en esta Corporación, existe un proyecto iniciado por la H. ex diputada Marcela Hernando, quien en su texto enfrentó la problemática mediante una modificación a la ley de tenencia responsable de animales, proponiendo en el texto un nuevo título XI a la ley 21.020 que crea los Cementerios y Crematorios de Mascotas”.
Consultada sobre este tema, Hermando comentó a Emol que “en mi época el proyecto se vio en la comisión de salud de la Cámara pero el Ministerio de Salud no lo consideró prioritario“, afirma además que “siempre he pensado que esto es de responsabilidad municipal”.
La idea, cuenta, nació porque fue seremi de Salud y también alcaldesa de Antofagasta, por lo que conoce muy bien los problemas que genera no tener buenos dispositivos preventivos -como la ley Cholito-, los sanitarios y sociofamiliares cuando fallece una mascota, “porque nadie se hace cargo”.
“Cuando era alcaldesa construimos un canil que iba a contar con un cementerio y a futuro, con un crematorio, pero no alcancé a inaugurarlo. Luego llegó Karen Rojo, y quien me sucedió externalizó el servicio sólo de esterilizaciones y dejó en concesión el recinto”, añadió.
Uno de los impulsores de la moción parlamentaria, el diputado Tomás Lagomarsino (Partido Radical), comenta a este medio que muchos cementerios de mascotas “no cuentan con regulación ni reglamentación en la materia, lo que hace que el Estado esté en deuda en cuando a proveer mecanismos regulatorios al respecto. Sobre todo, considerando que en los últimos años, ha tomado fuerza el cariño que las personas tienen con sus mascotas y ante su pérdida, desean darle sepultura en un lugar establecido”.
Junto a Lagomarsino, la moción está apoyada por los diputados y diputadas Roberto Arroyo, Jorge Brito, Felipe Camaño, Karol Cariola, Juan Fuenzalida, Johannes Kaiser, Joanna Pérez, Raúl Soto y Héctor Ulloa.
Fuente: Emol