La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) recuperó más de 20 piezas arqueológicas de la cultura peruana que eran comercializadas a través de internet por un anticuario que vivía en Providencia.
¿Cómo se inició la investigación para encontrar las piezas arqueológicos?
De acuerdo al prefecto Luis Mardones, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos de Salud Pública y Medioambiente (Bridesma) Metropolitana, todo comenzó tras recibir un llamado de Interpol en 2022.
“Detectives recepcionaron un requerimiento que daba cuenta de que un ciudadano chileno anticuario estaba comercializando, a través de una plataforma virtual, piezas patrimoniales provenientes del Perú”, explicó.
Con este antecedente, se gestionó una orden de investigar con la Fiscalía Local de Ñuñoa por tráfico ilícito de objetos arqueológicos extranjeros protegidos, “que tuvo como consecuencia lograr determinar la ubicación de las especies antes reclamadas por la República del Perú”.
Así, la policía dio cumplimiento a una orden de entrada, registro e incautación emanada por el 8° Juzgado de Garantía de Santiago, para dar con las piezas patrimoniales que eran comercializados a través de “eBAY” por un hombre residente en Providencia.
¿Qué piezas arqueológicas fueron recuperadas?
Se recuperó un total de 21 piezas arqueológicas y dos piezas paleontológicas protegidas, “únicas en su especie, de altísimo valor científico e histórico patrimonial”, declaró el prefecto Mardones.
Más en detalle, durante el operativo se incautaron 11 fragmentos textiles y 2 vasijas cerámicas de carácter arqueológico, además de 8 fragmentos cerámicos descontextualizados, todos ellos de origen peruano.
Asimismo, se encontraron dos rocas fósiles correspondientes a bivalvos, cuyo origen es materia de investigación.
¿Qué ocurrió con la persona que comercializaba las especies arqueológicas?
La Fiscalía Local de Ñuñoa instruyó el apercibimiento del imputado y la remisión de los objetos a las instituciones competentes, para su reconocimiento y posterior restitución al país de origen.
