Una vez más el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pone nervioso al mundo. Es que el mandatario cumplió esta tarde una de sus amenazas y firmó la orden que impone “aranceles recíprocos” a países que gravan productos a EE.UU.
El foco del documento visado por Trump se concentra en dos aspectos: los aranceles impuestos por otros países a las exportaciones estadounidenses y las denominadas “barreras no arancelarias”, que van desde regulaciones hasta tasas por el cambio de moneda.
Con esto en cuenta, cada país enfrentará aranceles personalizados, indicó el magnate. Y la Unión Europea (UE) tendría un trato especialmente firme. Es que el presidente acusó a esas naciones de ser “absolutamente brutal” en el comercio y de imponer un “arancel encubierto, por medio del IVA.
En cualquier caso, se trata de un proceso de gran alcance que podría tardar semanas o meses en completarse. Howard Lutnick, el candidato de Trump para dirigir el Departamento de Comercio, dijo que todos los estudios deberían estar completos para el 1 de abril y que Trump podría actuar inmediatamente después.
En Europa, ese impuesto varía entre el 17% y el 27%, con la tasa más baja en Luxemburgo y la más elevada en Hungría. Según explicó a EFE un alto funcionario antes de la firma del memorando de Trump, el sector automotriz europeo podría enfrentar un aumento significativo en sus tarifas. Actualmente, Washington aplica un arancel del 2,5% a los vehículos importados, pero esta cifra podría elevarse hasta el 27%.
Pero Trump no solo apunto a Europa en su alocución, sino que también mencionó a Japón y Corea del Sur. A su juicio estos países se están aprovechando de Estados Unidos y podrían estar en la mira de la ofensiva norteamericana.
Cabe recordar que Trump ya ha concretado aranceles del 10% a los productos chinos. Y que está en sus planes tasas del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio a partir de marzo.
La tarea que espera a la administración estadounidense podría ser enorme. “La complejidad de diseñar un sistema arancelario totalmente recíproco con todos los demás países y que cubra todos los productos sería enorme”, dijo a Bloomberg Economics Tim Brightbill, abogado comercial de Wiley Rein LLP.
Pero, ¿qué significan en estricto rigor los “aranceles recíprocos” que buscará implementar Trump? ¿Cómo podrían impactar a Chile?
Qué significa el “arancel recíproco”
Rodrigo Montero, economista y decano de la facultad de administración y negocios de la U. Autónoma, explica que lo que busca Estados Unidos con su política es establecer aranceles para aquellos países en donde ellos perciben que ya existe una suerte de barrera para los productos norteamericanos.
Destaca, en todo caso, que la interpretación de Washington apunta a la existencia de barreras cuando, por ejemplo, “los países interponen impuestos a los productos en su comercialización interna”. De esta manera, el IVA en Europa, que se aplica sobre los artículos de todas las procedencias es considerado una barrera comercial para Trump.
“En consecuencia -dice Montero- lo que busca mediante el arancel recíproco es contrarrestar esa barrera que se le impone al producto norteamericano, estableciéndose al producto importado que viene a Estados Unidos de parte de esos países”.
Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo (LyD), explica por su parte que un arancel recíproco “es una respuesta a un arancel establecido por otro país contra un producto norteamericano”. En ese sentido, especifica que ” China ha definido aranceles específico a ciertos productos de EE.UU como petróleo y sus derivados, autos y maquinaria agrícola, ante lo cual EEUU podría responder con tarifas específicas sobre productos chinos”.
El economista senior del OCEC UDP, Juan Ortiz, en tanto pone el énfasis en lo que en el fondo estaría buscando Trump. A su parecer, su estrategia de imposición de aranceles tiene como meta llegar a negociar condiciones para reducir dichas barreras.
“En definitiva -dice- es evaluar las relaciones comerciales, los precios, impuestos y regulación entre los diversos mercados”.
¿Impacto sobre Chile?
En general, los especialistas coinciden en que una afectación al dinamismo de la economía internacional tendría efectos sobre el país. “Cuando se desaceleran las otras economías, eso termina afectándonos también a nosotros, puesto que esos países importan menos, y las importaciones de esos países, parte de ellas, corresponden a exportaciones nuestras”, explica Montero.
“Los aranceles, específicos o generales, afectan al comercio y crecimiento mundial, lo cual hace bajar el precio de los commodities”, indica, en tanto, Flores. Ejemplifica que “en la guerra comercial pasada el precio del cobre bajó de US$3 por libra a US$2,5 por libra, impactando directamente la balanza de pagos chilena, así como el balance fiscal”.
Agrega, en todo caso no cree que Chile tenga “ningún impuesto específico sobre productos de EE.UU”.
Ortiz, en términos generales, coincide con el diagnóstico: “Para chile este tipo de anuncios no es positivo, porque impacta un canal relevante para el PIB, que es la dinámica. Además de la incidencia de este tipo de medidas en las cadenas globales de valor”.
Fuente: Emol.com