Arley Méndez estalló. Tras tu mala actuación en los Juegos Olímpicos de Tokio, el deportista chileno comunicó una decisión que tomó a todos por sorpresa.”Esto es una mierda”, afirmó entre lágrimas para definir su actuación en Japón. Luego vino lo más duro. “Tomé la decisión de retirarme del levantamiento de pesas, del deporte. Voy a dedicarme a otras cosas”.
“Yo me iba a retirar hace tiempo, pero sabes lo que pasa: tengo familia y tengo que alimentar a mi familia. Este es mi trabajo. Me gusta competir, pero estoy sufriendo mucho. El deporte me está haciendo mal”, profundizó sobre sus razones. Lo hizo entre lágrimas, visiblemente emocionado.
Méndez llegó a Tokio con la idea de dejar atrás las lesiones, y el positivo por marihuana que estalló un par de meses antes de los Juegos. Se va peor. “No pude cumplir con lo que esperaba, cumplir con el país. Quedé descalificado. No di puntaje, quedé último. No estoy conforme. Quería hacer algo bueno para despedirme de esto”, se lamenta.
El campeón del mundo en 2017 está triste desde hace tiempo. “Sí me gusta competir, pero estoy sufriendo mucho. Ya no avanzo más. El deporte me está haciendo mal y tengo que tomar otro rumbo. Yo venía positivo, a hacer lo mejor, pero no se dio”, confiesa.
Sobre la suspensión que lo tuvo con un pie fuera de los Juegos, Arley abre la puerta a un problema mayor: su salud mental. Un tema que han visibilizado otras figuras en estos Juegos. “Una semana en Cali estaba decepcionado, y cogí la marihuana. Que atleta hace eso 48 horas antes de que le toque medirse. Yo lo hice adrede para irme al carajo. Pero es algo me duele: esto es mi vida”.
El físico, dice, tampoco le responde. “Empecé el 2017 muy bien. El 2018 empezaron los problemas. Después seguí, y me jodí la pierna derecha con una fractura por estrés. Tengo ernías en la espalda. Estoy hecho mierda. Ya no estoy para esto”.
Fuente: As.com
