Las universidades de Chile y Católica ya se encuentran trabajando en la instalación de una secretaría que permitirá canalizar las propuestas de la ciudadanía.
Luego de 16 horas seguidas de debate, la semana pasada el Congreso aprobó el Reglamento que regulará el funcionamiento de los órganos involucrados en el nuevo proceso constituyente.
Así, en las reglas redactadas por la Comisión Bicameral se definió la forma y las distintas instancias en las que la ciudadanía podrá participar del proceso.
En concreto, son cuatro los mecanismos de participación con los que contará la ciudadanía y que serán ejecutados a través de una Secretaría Ejecutiva a cargo de la Universidad de Chile y la Universidad Católica. La participación se traducirá en las medidas de iniciativas popular de norma; audiencias públicas; diálogos ciudadanos deliberativos, representativos o abiertos; y consultas ciudadanas.
Las dos casas de estudio mencionadas ya se encuentran trabajando en las metodologías y en la instalación del órgano que canalizará la participación ciudadana en la elaboración de una nueva Carta Magna, según quedó estipulado en la reforma constitucional que habilitó el nuevo proceso.
En ese sentido, durante las primeras semanas de enero los equipos liderados por la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, y por el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, han sostenido una serie de reuniones de trabajo para dar vida a la instalación de la Secretaría de Participación Ciudadana, prevista para los primeros días de marzo.
“Tenemos la gran responsabilidad de co-coordinar con la Universidad Católica de Chile el proceso de participación ciudadana, al cual se incorporarán también las otras universidades acreditadas. Una participación social amplia, diversa y territorialmente pertinente contribuirá a la legitimidad del proceso constituyente. Nuestra tarea es facilitar la expresión de las distintas voces, para contribuir a la redacción de un texto representativo de nuestra sociedad”, sostuvo la rectora de la Universidad de Chile.
“Nuestros equipos interdisciplinarios ya están avanzando en el diseño de los mecanismos de participación ciudadana, que serán fundamentales para el éxito del proceso”, complementó la autoridad universitaria.
El rector Sánchez, en la misma línea, apuntó que el foco de la iniciativa se centrará en “lograr un diálogo lo más transversal y abierto posible”.
“El rol de las universidades en esta Secretaría de Participación Ciudadana es fundamental y desde la UC pondremos nuestro foco en lograr un diálogo lo más transversal y abierto posible. Tenemos la experiencia del proceso constitucional recién pasado y la tarea de motivar nuevamente a la sociedad en la construcción de una carta magna para Chile”, remarcó.
El detalle
Los mecanismos comenzarán a funcionar una vez que el Consejo constitucional esté instalado, eso es el 7 de junio de este año.
En cuanto al detalle de cada mecanismo, la iniciativa popular de norma será una herramienta para que la ciudadanía pueda efectuar enmiendas o modificaciones al anteproyecto que presentará el Comité de Expertos, que comenzará a sesionar el 6 de marzo en la sede del Congreso en Santiago.
La audiencia pública, en tanto, será el mecanismo en el cual las personas –ya sea mediante agrupaciones de la sociedad civil o de forma individual– puedan exponer sus visiones o propuestas ante el Consejo, que estará compuesto por miembros electos por la ciudadanía.
En tanto, los diálogos ciudadanos deliberativos y representativos están considerados como una forma de deliberación para que la ciudadanía pueda conversar sobre el anteproyecto presentado por la Comisión de Expertos, la base con la que trabajará en junio el Consejo Constitucional.
Mientras que las consultas ciudadanas están contempladas como un mecanismo de participación individual y a través de una plataforma digital, en el que las personas puedan opinar sobre las normas contenidas en el anteproyecto.
Todos estos mecanismos están siendo desarrollados por ambas universidades, complementando las diferentes experiencias adquiridas en otros procesos participativos en los que han trabajado en el pasado. Y para esta ocasión, se está elaborando una plataforma tecnológica común que brinde el soporte necesario, tanto para la elaboración de las herramientas, como para su sistematización y posterior devolución de los resultados, con el objetivo de que el proceso tenga una real incidencia y sea transparente en todos sus niveles.
Además, las universidades están trabajando para dar inicio –en el mes de abril– a una fase preparatoria, que incluirá el lanzamiento de la plataforma digital, la que contendrá información sobre la forma y los plazos para participar, contenidos explicativos sobre el desarrollo del proceso constituyente, junto a una campaña de educación cívica.
Fuente: La Tercera
