Un grupo de 74 científicos del telescopio Chime de Canadá comunicó que una ráfaga rápida de radio (FRB por su sigla en inglés) llega a la Tierra cada 16 días desde una galaxia a 500 millones de años luz.
Ese hallazgo es parte del borrador de un nuevo estudio que planean publicar a modo de expandir la información que 54 académicos del mismo centro entregaron a principios de enero a través de una investigación plasmada en la revista Nature.
De acuerdo al borrador divulgado, la señal en cuestión se percibe de manera sistemática durante 4 días, según información recolectada por la estructura durante 409 días, entre septiembre de 2018 y noviembre de 2019.
“Nuestros resultados sugieren la existencia de un mecanismo de modulación periódica ya sea de emisiones como tal, a través de amplificación o absorción externa, y de modelos desfavorables que dicen relación sobre procesos esporádicos”, indicaron.
Es decir, esta señal no se repite al azar, por lo cual la fuente puede estar enviando pulsos en intervalos regulares, los que también podrían interrumpirse por condiciones desconocidas.
Ya en enero, investigadores de Chime habían celebrado conocer algo más acerca de 180916.J0158+65, el nombre que le entregaron a esta señal.
“La ubicación de este objeto es radicalmente diferente a la de aquellas FBR localizadas con anterioridad, sino que también de las que han sido estudiadas”, señaló en esa oportunidad Kenzie Nimmo, el astrónomo que lideró el estudio a través de un comunicado emitido por el Laboratorio de Investigación Astronómica.
Chime está ubicado en el Valle Okanagan de la Columbia Británica y consiste en cuatro antenas semi cilíndricas de 100 metros de largo que escudriñan los cielos del norte todos los días.
Abierto en 2019, Chime ya ha detectado 13 FBR, pero esta es la única que han identificado como una señal que se repita, lo que la transforma en la segunda de su naturaleza en conocimiento de la ciencia.
La primera FRB repetidora ha sido vinculada con una galaxia enana llena de estrellas y objetos metálicos distante a tres mil millones de años luz.
Fuente: BioBioChile