El ministro de Energía, Diego Pardow, adviritó que el tiempo apremia con miras a reducir las emisiones en el país, ya que lo “se ha avanzado con el cierre de las centrales a carbón lo hemos compensado con el aumento del parque automotriz”.
No son grandes cifras, pero sí históricas. Tímidamente la venta de autos eléctricos crece en Chile y en agosto de este año se anotó su mayor nivel del que se tenga registró: 460 unidades, lo que representa un incremento de 13% respecto al mismo mes del año pasado.
Con esto, en los primeros ocho meses del año acumularon 4.171 unidades vendidas con un incremento de 156% en cuanto a 2021. Cifras que responden al “sostenido aumento de la oferta de vehículos cero y bajas emisiones disponibles en el país, así como con la mayor conciencia existente en la población y en las empresas de la necesidad de adquirir vehículos cada vez más eficientes que contribuyan a reducir las emisiones”, señaló la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).
Números que, sin embargo, al compararlos con el nivel de compras de vehículos a combustibles quedan absolutamente disminuídos.
Desde marzo de 2021 hasta julio de 2022 el mercado automotor anotó un explosivo aumento. De hecho, 2021 se posicionó como el segundo mejor año de la historia para la industria, vendiéndose en solo un año 415 mil autos nuevos. Comparado con la venta de 460 autos eléctricos en el mismo mes, la diferencia es abismal.
El parque automotor de autos convencionales en Chile, es decir, que se mueven gracias a combustibles fósiles, ha creció con fuerza 81% entre 2010 y 2021, y lo sigue haciendo. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a fines del año pasado se contabilizaban casi 6 millones de vehículos motorizados en el país.
Las cifras preocupan a la autoridades, sobre todo considerando los esfuerzos que se están haciendo para reducir las emisiones en territorio nacional en medio de la lucha contra la crisis climática que azota al mundo.
El ministro de Energía, Diego Pardow, dio cuenta de sus inquietudes la semana pasada en la comisión de Energía y Minería del Senado, en medio de la discusión del proyecto de almacenamiento y electromovilidad que recientemente retomó su discusión.
Si bien comentó lo beneficiosos de algunas acciones que se están llevando a cabo, subrayó que los efectos de ello se están viendo opacados por el aumento de las emisiones en otros sectores, como lo es el transporte.
“Hay incentivos que son suficientes para remontar el déficit que tenemos en materia de electrificación de consumos de transporte”, afirmó, subrayando que “somos conscientes de ese déficit”.
“Todo lo que hemos avanzado en reducir emisiones con el cierre de centrales a carbón lo hemos compensado con el aumento del parque automotriz y con el aumento de las emisiones del sector de transporte. Somos conscientes que la electrificación del transporte es un desafío que hay que enfrentar con un urgencia. En ese sentido, apunto que actualmente se está avanzando en fomentar el uso de buses eléctricos y también taxis, pero que evidentemente el próximo paso es impulsar el uso de autos a nivel residencial”.
La Estrategia de Electromovilidad Nacional, anunciada en octubre del 2021, establece que en Chile, al 2035, solo se venderán autos eléctricos. Pero dentro de las principales complicaciones según expertos es que aún el valor de dichos autos es muy superior a los de diésel o petróleo, por lo tanto, al momento de comprar, se opta por un auto convencional.
Para enfrentar aquello, Alberto Guajardo Meneses, docente del diplomado de Sostenibilidad FEN y consultor internacional, indicó que “se debe trabajar en incentivos en los impuestos para motivar la compra de automóviles eléctricos en los consumidores chilenos y de empresas públicas y privadas, junto con medidas de alianza de automotoras de diferentes marcas para lograr tener metas atractivas desde el año 2024 al 2030”.
Asimismo, identificó que otro punto crítico es la infraestructuras de recarga. “Una de las barreras más importantes es la ausencia de equipamiento suficiente que permitan la recarga de las baterías de forma masiva”.
A pesar de los obstáculos presentados, Guajardo afirmó que Chile debería ser un gran impulsor de la electromovilidad y ubicarse con un líder a nivel internacional, especialmente por su “transformación energética con energías renovables y en especial de hidrogeno verde, las cuales serán pilares de sostenibilidad y de energías limpias”.
Cristian García, docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Talca, concordó con lo señalado anteriormente y recalcó que “deben existir mecanismos para que el auto eléctrico sea competitivo en términos en la compra inicial”.
En esa línea, añadió que “no es necesario que el Estado se haga cargo del costo del vehículo, y subsidiar la compra. Simplemente lo que se debería hacer es bajar los impuestos a este tipo de transportes, y de esa forma, incentivar su uso”.
“También, se podría aumentar los impuestos a los autos contaminantes, cosa que ellos suplementen el valor de un auto eléctrico”, acotó.
Exención del persmiso de circulación
“Como Ministerio de Energía, estamos realizando diferentes acciones para acelerar la incorporación de vehículos eléctricos en nuestro país”, detalló el ministro Pardow a Emol.
“En primer lugar, dimos urgencia al proyecto de ley de Almacenamiento y Electromovilidad que incorpora incentivos para la electromovilidad. Junto con ello, estamos impulsando y promoviendo la incorporación de estos vehículos al país a través de incentivos y esfuerzos regulatorios”, dijo.
Para ello, continuó, “en 2017 se elaboró la Estrategia Nacional de Electromovilidad, estableciendo metas de largo plazo para este sector, específicamente alcanzar el 40% de vehículos particulares y 100% del transporte público urbano eléctricos al 2050. En el año 2021, se actualizó este documento contemplando nuevas metas más ambiciosas para los próximos años”.
Pardow explicó que dentro de dicho proyecto, se incluye la exención del permiso de circulación. “Para ello, se propone que, en los primeros dos años de adquirido el vehículo, exista una eximición total y luego, por un periodo de seis años, una eximición gradual por los siguientes períodos y porcentajes: en los años 3 y 4, una eximición del 75%; en los años 5 y 6, una del 50% y en los años 7 y 8, una del 25%”.
Foco en el transporte público
Por su parte, la exministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, comentó que “el interés primario es reducir el número de autos circulando, tanto eléctricos como diésel o bencineros, por lo que se necesita es fortalecer el transporte público para que haya un uso más eficiente de la vialidad. Más personas ocupando menos vehículos, significan una mejora sustantiva para la calidad del aire y la vida urbana”.
En esa línea, recalcó que es “improbable” que el Estado entregue subsidios particulares para comprar automóviles, ya que la prioridad es “favorecer la electromovilidad en el transporte público, luego, en el transporte compartido como son los taxis, también, el transporte de carga. Por lo que el automóvil particular queda bastante en último lugar, porque sigue siendo menos beneficioso para las ciudades que una persona use un automóvil, aunque este vehículo sea eléctrico”.
Por su parte, el Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, indicó que la meta es contar con un transporte público 100% eléctrico al año 2040.
“Hace unas semanas recibimos un centenar de nuevos buses eléctricos que se van a incorporar al sistema de Santiago a partir del próximo año. Asimismo, recibiremos progresivamente unos mil buses que van a empezar a operar en 2023. Además, se está trabajando con otros operadores del sistema para renovar parte de su flota actual. Pero no nos quedamos en eso, ya estamos avanzando en llegar con buses eléctricos a regiones. A esto se debe agregar los proyectos ferroviarios que también son eléctricos”.
Fuente: Emol