En horas de la mañana de este jueves, autoridades regionales reinauguraron emblemática Casa Maldini Tornini, construida en 1915, hace 106 años, por Don Ambrosio Tornini Capelli, quien, llegó desde Italia y se radicó en Copiapó a fines del siglo XIX.
La obra ejecutada por el Ministerio de Obras Públicas a través de su Dirección Regional de Arquitectura, fue financiada por el Gobierno Regional de Atacama y el Gobierno a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE), quienes trabajan en la Mesa Regional de Patrimonio que debe elaborar la Cartera Regional Plurianual de Inversión, así como determinar las acciones de fortalecimiento y difusión del patrimonio.
La Casa Maldini Tornini fue declarada Monumento Histórico el 28 de agosto del 2008 por el Consejo de Monumentos Nacionales, y se encuentra dentro del Programa Puesta en Valor del Patrimonio que tiene por objetivo contribuir a proteger y recuperar edificaciones, conjuntos urbanos o sitios declarados, que generen beneficios socio-económicos y culturales que contribuyan al desarrollo de los territorios.
Durante la actividad, el delegado Presidencial, Patricio Urquieta, indicó que esta obra fomenta el desarrollo cultural de la región de Atacama.
Por su parte, el gobernador de Atacama, Miguel Vargas, informó que esta obra contó con una inversión de más de 1.700 millones de pesos.
Esta obra se suma a muchas otras que están contempladas en el programa Puesta en Valor del Patrimonio como la Iglesia Nuestra Señora del Carmen en Chañaral, la Palacete Viña de Cristo en la Universidad de Atacama, entre otros, indicó Vargas.
El Gobernador, además agradeció “la colaboración, la disposición, el trabajo permanente de todos los Consejeros y Consejeras Regionales de Atacama (CORE) que permiten que estas obras se puedan materializar”.
Bernando Tornini, director de Casa Maldini Tornini Museo Centro Cultural de Caldera, indicó que la inauguración de esta Casa “abre un nuevo espacio para el arte, la cultura y la historia de Atacama”.
Durante el siglo XIX la ciudad de Copiapó vivió un importante auge como consecuencia de la producción y venta de Plata del mineral de Chañarcillo. Esto provocó la llegada de muchos obreros y campesinos a trabajar como mineros, pero también de muchos inmigrantes europeos y americanos que venían a invertir y ocupar altos cargos en la zona. Este fenómeno dio vida a una ciudad que creció rápidamente, y cuyas contradicciones sociales quedaron plasmadas en su arquitectura.