Cada año, al llegar la época estival, se incrementa el flujo de personas y familias que se trasladan al borde costero de la región de Atacama, teniendo como destino principal la comuna de Caldera.
Esta cantidad importante de visitantes trae consigo una acumulación de residuos y basura, pero este año ha sido notoriamente excesiva la cantidad de estos restos, ocasionando un serio problema de salubridad.
Para poder abordar dicho problema, Nostálgica tomó contacto con la alcaldesa de la comuna de Caldera, Brunilda González, la cual manifestó que las proyecciones que se tienen hasta el momento indican que la cantidad de personas que se van a trasladar hacia Caldera durante este año, van a superar todas las expectativas. De hecho, las últimas estimaciones apuntarían a una cifra cercana a las 80 mil personas que ya están ubicadas en esa comuna.
Esto se ha visto reflejado en la inmensa cantidad de basura que se extrae de algunas zonas, no solo en el sector urbano, sino que también en sus alrededores, en lugares como Ramada, Rodillo, Obispito, Bahía Inglesa, Loreto, Calderilla, El Pulpo y El Pulpito, que son los de mayor afluencia, sino que además a estos se suman lugares más lejanos como Barranquilla y Puerto Viejo.
Dentro de estos lugares, sin lugar a dudas que ha sido Barranquilla la que ha marcado una diferencia considerable, ya sea por la cantidad de personas que ya viven de manera habitual allá, como aquellos que llegan a sus segundas viviendas:
Uno de los problemas detectados desde el municipio apunta que no todas las personas que están llegando a Barranquilla están respectando los días y horarios de extracción de la basura. Respecto de esta problemática, la alcaldesa González indicó que se aumentó la frecuencia con que se está retirando la basura en Barranquilla, llegando a planificar un trabajo de manera diaria, pero por sectores. Lamentablemente, el camión que tenía que cumplir dicha función en esa zona tuvo problemas mecánicos que le impidieron realizar el recorrido, pero se envió otro camión en su reemplazo.
En términos de costos, un camión recolector de basura cuesta cerca de 12 millones de pesos mensuales, lo que contrasta con la suma de 18 millones de pesos anuales que ingresaron al municipio por el concepto de pago por retiro de basura por parte de la comunidad de Barranquilla.
A todo lo anterior se suma otro problema que, según explica la alcaldesa Brunilda González, se trataría de proyectos que fueron aprobados por el Consejo Regional pero que el Gobierno Regional no logró realizar las labores administrativas de manera eficaz, argumentando que no se llevaron a efecto las respectivas licitaciones.
