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Chile y su nueva etapa: ¿Qué puede esperar Atacama?

Una gran mayoría de chilenos expresó en las urnas que quería una nueva Constitución. Este tipo de cambio significa redactar un texto que perdure, que ayude a lograr desarrollo sostenible, crecimiento y felicidad para el país y sus habitantes. Lo que hemos visto -hasta ahora- del trabajo convencional está lejos de este escenario. Sin embargo, hemos recibido con esperanza el mensaje del Presidente Gabriel Boric, cuyo gobierno ha declarado su interés en dar certeza y estabilidad para incentivar las inversiones, particularmente en el sector minero, clave para nuestra región.

Anhelamos que estas buenas intenciones sean recogidas por la Convención Constitucional y se puedan enmendar desaciertos. Hace algunas semanas la Comisión de Medio Ambiente descartó una iniciativa sobre Minería Sustentable, de la que fuimos impulsores como CORPROA, a la vez que decidió aprobar otra norma que busca la estatización minera.

No salíamos de nuestro asombro, cuando la misma Comisión arremetió con otra moción que pone en jaque a la minería privada: la modificación del régimen de concesiones mineras, esto le propinaría un golpe letal a la certeza y estabilidad jurídica, atributos por los cuales Chile se destacó por años.

¿Y qué puede esperar Atacama en este contexto? Por lo pronto, estamos frente a una economía regional inmovilizada a la espera de ver cómo se desencadena esta historia (dicho sea de paso, aún no tenemos Seremis sectoriales).  Cabe preguntarse, entonces, si queremos hacer cambios.

tan radicales a la minería como los que se han venido discutiendo en la Convención Constitucional, o si optamos por potenciarla, para que sea cada vez más sustentable e incremente su aporte a nuestra región y al país.

Lo cierto es que en Atacama no podemos negarnos a la minería, su encadenamiento productivo está íntimamente ligado a diversas industrias que conviven en la región; es parte de nuestro ADN histórico, y, sin duda, de nuestro futuro. Por lo mismo, una vez más llamamos a la prudencia: el tema debe ser abordado con la mayor seriedad, convocando a los especialistas, considerando información técnica y mirando los buenos ejemplos y mejores prácticas de otros países mineros, que han avanzado en esta materia. Esperamos que al final de este camino, prime la cordura, la responsabilidad y el amor por Chile y su futuro. Finalmente, no podemos obviar nuestra incertidumbre en el devenir de la región y de Chile en general, derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania, que -de una manera u otra- redundará en efectos económicos que afectarán a Chile y su economía.

Por Daniel Llorente, presidente de CORPROA

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