Un equipo de volcanólogos del Instituto Milenio Ckelar Volcanes ha alcanzado un hito científico al realizar una expedición al cráter del volcán Ojos del Salado, el más alto del mundo, ubicado en la Región de Atacama, Chile. A 6.893 metros sobre el nivel del mar, el equipo logró tomar por primera vez muestras de gases y fluidos volcánicos provenientes de las fumarolas del volcán, las cuales se encuentran a la mayor altitud conocida en el planeta.
El ascenso fue una tarea monumental que requirió horas de arduo trabajo en condiciones extremas. El equipo, dirigido por Felipe Aguilera y compuesto por los volcanólogos Manuel Inostroza, Gabriel Ureta y Mauricio Aguilera, comenzó su expedición a las 5:50 de la mañana, partiendo desde los 5.850 metros de altura. El frío intenso, con temperaturas que llegaron a -15°C, y la dificultad del terreno hicieron de esta misión un desafío físico y técnico considerable.
“Somos el primer equipo científico en tomar muestras de estas emisiones fumarólicas”, comentó Manuel Inostroza, quien describió la experiencia con entusiasmo tras llegar a los 6.488 metros, donde se encuentran las fumarolas. La expedición duró cuatro horas, en las que el equipo trabajó intensamente en la recolección de muestras de gas y agua. Además de las fumarolas convencionales, encontraron fumarolas “jet”, que expulsan gases a alta presión y velocidad, y diversas formaciones termales como piscinas de barro y agua burbujeante, lo que añadió un valor extra al estudio.
La misión no solo tiene un valor simbólico, sino que contribuye significativamente al avance de la investigación volcánica. Según Felipe Aguilera, la recolección de muestras de agua fue un descubrimiento clave, ya que muchos volcanes similares en la región solo habían sido estudiados en relación con sus emisiones gaseosas. “Nos sorprendió encontrar agua en ebullición y manifestaciones geotérmicas únicas, similares a los campos geotérmicos, lo que abrió nuevas preguntas sobre la actividad volcánica en esta zona extrema”, explicó Aguilera.
Esta expedición forma parte de un proyecto más amplio llevado a cabo por Ckelar Volcanes, que desde hace varios años investiga los principales volcanes activos del norte de Chile. El objetivo es construir una base de datos sobre los fluidos volcánicos y geotermales de la región, para poder comprender mejor los procesos internos de los volcanes y evaluar su actividad. “Lo que buscamos es entender si los gases provienen directamente del magma o si son productos hidrotermales. Cada muestra tomada es una pieza crucial para comprender la dinámica volcánica”, señaló Aguilera.
El ascenso al Ojos del Salado completa el estudio de los 13 volcanes activos con fumarolas en el norte de Chile, lo que tiene un gran valor científico para el país y la comunidad internacional. Este logro no solo permite un mejor entendimiento de la actividad volcánica en la Zona Central Volcánica de Los Andes, sino que también posiciona a Chile como un líder en el estudio de fenómenos volcánicos en altitudes extremas, contribuyendo al conocimiento global sobre el comportamiento de los volcanes activos.