Un equipo multidisciplinar del Instituto de Tecnología Química (ITQ) -centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Politécnica de Valencia (UPV)-, en el este de España, y la Universidad Estatal de Luisiana (LSU) de Estados Unidos, identificaron nuevos compuestos bioactivos de la salvia y el romero que podrían ayudar en la lucha contra el cáncer de mama.
Los investigadores por primera vez demostraron en modelos de cáncer de mama, las propiedades antitumorales del tanshinone IIA y el carnosol, compuestos de la salvia y el romero, según indica un comunicado del CSIC.
Estos hallazgos sugieren el potencial de estos compuestos bioactivos para el desarrollo de nuevos agentes terapéuticos contra el cáncer de mama, “una de las enfermedades más comunes y mortales en mujeres en todo el mundo y que, a pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, sigue siendo difícil de tratar y con una alta tasa de mortalidad”, señala el comunicado. Es más, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad representa el 16% de todos los cánceres en pacientes mujeres.
Por esta razón, la búsqueda de nuevos compuestos y terapias es esencial para mejorar la supervivencia y calidad de vida de las y los pacientes, añade la nota.
Demostraron actividades anticancerígenas
El trabajo, cuyos resultados fueron publicados en la revista Cancers, se centra en el tanshinone IIA, sustancia de la planta de Salvia miltiorrhiza, y el carnosol, que se encuentra en el romero (Salvia Rosmarinus).
“Ambos compuestos han mostrado actividades anticancerígenas en pruebas de laboratorio en organismos reales. Sin embargo, apenas existen estudios sobre las propiedades farmacológicas de los análogos estructurales de estas moléculas”, dice Miguel Ángel González Cardenete, investigador del CSIC en el ITQ y autor principal del trabajo.
En su estudio, los investigadores del ITQ sintetizaron análogos de tanshinone y carnosol, mediante un proceso sostenible a partir de materiales procedentes de la resina del pino.
Mientras que el equipo de Fátima Rivas (LSU) evaluó su actividad antitumoral en líneas celulares de cáncer de mama, incluyendo modelos de cáncer de mama triple negativo (sin receptores hormonales de estrógeno y progesterona ni del receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano, HER2).
“Este subtipo de cáncer de mama es muy agresivo, de rápido desarrollo y bajas tasas de supervivencia y al carecer de los tres tipos de receptores más habituales no responden a la terapia anti-hormonal o anti-HER2 por lo que existen pocos tratamientos de quimioterapia eficaces y muy costosos”, sostiene Fátima Rivas, profesora en la LSU.
Cabe recordar que en el mes de octubre se conmemora la lucha contra el cáncer de mamas “con el fin de sensibilizar y generar conciencia para que las mujeres puedan acceder a un diagnóstico y tratamiento oportuno, haciendo énfasis en las estrategias de detección precoz”, señala la web de la Red de Centros de Salud Familiar de la facultad de Medicina de la Universidad Católica.
Inhiben la proliferación de células de cáncer de mama
Los resultados mostraron que varios de los análogos inhibieron la proliferación de células de cáncer de mama y aumentaron la muerte celular programada en concentraciones muy pequeñas y con índices de selectividad moderados respecto células no tumorales.
Estos hallazgos sugieren el potencial de los análogos de tanshinone y carnosol para el desarrollo de nuevos agentes terapéuticos contra el cáncer de mama.
“Sin embargo, se necesita seguir investigando para comprender completamente los mecanismos de acción subyacentes y validar la eficacia de estos compuestos en modelos animales y ensayos clínicos antes de su posible aplicación en el tratamiento del cáncer de mama”, concluye, Miguel Ángel González Cardenete, investigador del CSIC en el ITQ y autor principal del trabajo.
Emol