Durante años se ha intentado aprovechar las calles y carreteras para transformarlas en espacios que generen energías renovables y al parecer una pequeña ciudad al sur de Alemania ha encontrado una forma para que las ciclovías no solo se transformen en rutas más cómodas para sus usuarios, sino que además puedan generar electricidad limpia.
La innovadora idea, tan sencilla como efectiva, es que los carriles para los vehículos urbanos tengan tramos techados con paneles fotovoltaicos, lo que no solo permitirá producir energía del sol, sino que además protegerá a los ciclistas de tanto de la luz solar como de la lluvia.
El proyecto es impulsado por las autoridades de la ciudad universitaria de Friburgo (suroeste de Alemania) y el productor de electricidad local Badenova.
El piloto consistió en la instalación de un techo de 300 metros compuestos por 912 módulos fotovoltaicos de vidrio sobre una ciclovía de la ciudad. La instalación, dijeron sus responsables, producirá unos 280 MWh/año, los que se utilizarán para alimentar los edificios del Instituto Fraunhofer de Friburgo.
“Con una longitud de 300 metros y una producción anual de energía de 280 MWh, se trata de un impresionante proyecto piloto para la transición energética en zonas urbanas. Más de 900 módulos solares cubren el carril bici del recinto ferial de Friburgo y generan electricidad mientras los ciclistas circulan con seguridad”, explicó en un comunicado la empresa Badenova.
Un artículo de motorpasion.com recuerda que en 2015 un proyecto en Países Bajos permitió inaugurar el primer carril bici del mundo que generaba electricidad con energía solar de la mano de Solaroad.
En un principio la idea fue todo un éxito y generó electricidad suficiente para alimentar una casa durante todo un año. No obstante, los cambios de temperatura, la nieve o las piedras acabaron con los paneles solares integrados en el piso y en 2020 se retiraron debido a su progresivo deterioro.
Fuente: Emol
