El nombre de Michelle Bachelet cobró fuerza esta semana, ya que es la figura del oficialismo mejor posicionada en las encuestas para una futura elección presidencial. Además, su candidatura podría ser un punto de unión para las fuerzas del progresismo en la contienda contra Evelyn Matthei, la abanderada de la UDI y Renovación Nacional, quien se perfila como la favorita para llegar a La Moneda.
La última semana de enero, la ex Mandataria publicó una columna de opinión en el diario El País, donde emplazó a su sector y apuntó a que “la unidad como progresismo debe basarse en ideas en común, pero también debe traducirse en un pacto político lo más amplio posible, que refleje la diversidad de nuestra sociedad”. “Tengo la convicción de que unidos podemos vencer”, señaló Bachelet.
No obstante, luego aclaró que su columna nunca tuvo la intención de promover una candidatura presidencial, sino que buscaba ofrecer lineamientos para la centroizquierda. Sin embargo, sus palabras no hicieron más que reforzar la percepción de que Bachelet podría estar en una futura papeleta electoral en noviembre.
En varias ocasiones, Bachelet ha reiterado que no tiene intención de volver a competir. Sin embargo, en el Partido Socialista aún mantienen la esperanza de hacerla cambiar de opinión. Además, más allá de Bachelet, no hay otros nombres bien posicionados en las encuestas, salvo el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic (FA), quien también ha descartado una candidatura, y la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), cuya opción no ha logrado despegar en los sondeos.
En ese contexto, el secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona, dijo a La Tercera que “hay ingredientes que me hacen pensar que Bachelet puede cambiar de opinión”, abriendo una ventana a la posibilidad de que la ex Mandatario se transforme en la candidata de los partidos oficialistas.
Por otro lado, la senadora y presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, ha sostenido que no se busca presionar públicamente a la ex Mandataria. Explicó que en marzo se convocó a Bachelet a la sede del partido para que la directiva saliente le rinda un reconocimiento y, además, pueda realizar un análisis político. Aclaró que en ningún caso se trata de una instancia para definir una eventual candidatura presidencial.
Asimismo, el PS resolvió que el tema presidencial no se abordará ni se tomará ninguna decisión al respecto hasta después de la elección interna del partido, prevista para el 16 de marzo. En ese sentido, la única certeza hasta ahora es que el PS presentará una candidatura socialista en la primaria.
Por otro lado, algunas voces dentro del PS han insistido en que Bachelet debe tomar una decisión, ya que su indefinición estaría opacando a posibles candidatos. Uno de ellos fue el senador José Miguel Insulza (PS), quien recibió críticas por parte de la directiva del partido.
Insulza puso el tema sobre la mesa y emplazó a su colectividad a “elegir un candidato o candidata pronto para las elecciones, porque los nombres que hay son pocos”, según declaró a Radio Cooperativa. Además, pidió excluir a la ex Presidenta Michelle Bachelet de esa lista, “porque ha dicho innumerables veces que no va a presentarse”.
Mientras que esta semana, la ex Presidente también contó como anécdota en un seminario la reciente conversación con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que el mandatario le sugirió postular a La Moneda por tercera vez, porque él está contento en su tercer periodo en el Palacio de Planalto.
Con todo, Vodanovic (PS) ha señalado que el plazo para definir las candidaturas vence el 29 de abril, fecha límite para la inscripción de las primarias y llamó a su sector a la calma.
Fortaleces y debilidades de Bachelet
Habiendo liderado el país en dos oportunidades, Bachelet reúne la experiencia para asumir el cargo de mayor magistratura del país. Cualidad que se le acusó de carecer al Presidente Gabriel Boric y a los cuadros del Frente Amplio que asumieron un rol en el Gobierno.
La médico cirujana posee estatura internacional, al desempeñarse como alta comisionada de las Naciones Unidas para los DD.HH, pero también, al haber presidido el Grupo Consultivo sobre el Nivel Mínimo de Protección Social, y haber sido la primera directora de ONU Mujeres.
Además, es la única figura que aúna al arco político que va desde la Democracia Cristiana, al Socialismo Democrático, el Frente Amplio y el PC.
Por otro lado, un paso adelante en la carrera presidencial significaría la ofensiva de la oposición sobre las reformas de sus gobiernos anteriores. Por ejemplo, la reforma educacional ha tenido un duro juicio con las complicaciones en la implementación de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) y la caída de los líceos emblemáticos en los últimos resultados Simce.
También, someterse a una nueva elección pone en juego el capital político de la líder progresista y su legado. Esto, en caso de que resulte derrotada y según la diferencia que logren sacarle sus competidores.
Fuente: Emol.com