160.342.000.000 de pesos chilenos. Eso es lo que Beyoncé y su esposo Jay Z pagaron por la propiedad más cara vendida en California, Estados Unidos. Y es que los artistas famosos y los adinerados suelen comprar propiedades con lujos inimaginables y vistas panorámicas de ensueño.
Sin embargo, no siempre es llegar y comprar. Stephen Shapiro tiene una agencia donde atiende clientes que buscan comprar casas y departamentos millonarios, y contó a The Washington Post que, detrás de una compra, hay arquitectos célebres, ofertas en efectivo y la búsqueda de más, sin parar.
Gimnasios, piscinas, cines y grandes jardines y vistas. Esto es lo que suele caracterizar las propiedades de los adinerados, no obstante, Shapiro explicó que “siempre quieren más”, repetidamente.
Y aunque todas las propiedades parecen ser masivas, imponentes, impresionantes, en realidad los compradores las buscan por razones específicas que van más allá de cómo lucen.
“No todos los multimillonarios son iguales”, dijo Leonard Steinberg, corredor de una empresa de bienes raíces de Nueva York llamado Compass a The Post. “Lo más importante sobre el comprador muy rico es que son muy diferentes, y no tiene nada que ver con la cantidad de riqueza que tienen, sino con sus necesidades, gustos y deseos personales”.
Para el corredor, mientras más dinero quiere gastar la persona, más perfecta tiene que ser la casa.
Pero las cifras son desbordantes, y aunque poseen mucho dinero, no siempre pueden pagar todas las casas que están a la venta. Por ello, muchas personas ricas tienen que sacrificar algunos de sus deseos, como no tener una vista impresionante, conformarse con menos metros cuadrados o, incluso, tener vecinos.
Los más entusiasmados pueden cerrar los tratos de 30 a 60 días, porque suelen pagar en efectivo, sin que interfiera un banco o prestamista que ralentice el proceso de compra. Aunque hay quienes negocian en secreto, logrando acuerdos permanentes de manera muy rápida, casi entre susurros, como en la escena de la serie Succession, donde Connor Roy compra la casa de su padre fallecido por 63 millones de dólares, después de negociar tan solo 10 segundos con su viuda.
Comprar casas, ¿por moda?
La casa de Beyoncé y Jay Z fue diseñada por el arquitecto japonés Tadao Ando y, se dice, es de la mejor calidad posible.
Los diseños de Ando han atraído a clientes adinerados, como Tom Ford, Kanye West y Kim Kardashian. Y es que su estilo, muy apegado a la cultura japonesa, desarrolla un espacio donde la luz natural del sol puede entrar y brillar, creando escenarios “poéticos” dentro de casa.
“Para algunas personas, la arquitectura es como la moda y comprarán el ‘producto’ porque el arquitecto es famoso o está de moda, no necesariamente porque les guste la casa”, explicó Howard Davis, profesor de arquitectura de la Universidad de Oregón.
“Lo que muy bien podrían estar comprando es una imagen y un nombre”, agregó
Fuente La tercera
