Con reiteradas operaciones estratégicas de la Policía Nacional del Perú (PNP), el Tren de Aragua, una de las megabandas criminales más peligrosas de la región, ha visto reducida su presencia en el país a pequeños vestigios de su estructura original.
Según datos oficiales, desde su llegada a suelo peruano en el 2018 hasta a mediados de este año, más de 500 de sus integrantes han sido capturados, lo que refleja el impacto de una estrategia sostenida que combinó inteligencia, coordinación internacional y acciones contundentes.
El general Óscar Arriola, jefe de Estado Mayor de la PNP, reveló que Perú es uno de los países con mayor número de detenciones de integrantes del Tren de Aragua.
“Hemos capturado a 3.600 delincuentes extranjeros, de los cuales 520 pertenecen a esta organización criminal”, declaró —en julio pasado — a Radio Nacional.
Entre los detenidos se encuentran cabecillas vinculados con delitos de alta peligrosidad, como trata de personas, narcotráfico, extorsión, secuestros y homicidios.
La caída de ‘Barbas’
Un caso reciente que ejemplifica esta lucha es la captura de Ángel García Hernández, alias ‘Barbas’, señalado como sicario del Tren de Aragua y requerido en Chile por su participación en un tiroteo que dejó cinco muertos.
Este sanguinario delincuente venezolano, detenido en el distrito limeño de Los Olivos, fue deportado a Chile, donde enfrenta la justicia. “Lo hemos capturado, lo pusimos tras las rejas y ahora debe pagar por sus crímenes”, afirmó el general Marco Conde Cuéllar, director de Investigación Criminal de la PNP.
Este caso es solo uno de los múltiples operativos realizados por la PNP para desarticular la red del Tren de Aragua en Perú. Con apoyo de la ley migratoria vigente, las autoridades han logrado expulsar a varios integrantes extranjeros y prohibirles el ingreso al país por largos periodos.
“La resolución de Migraciones establece una prohibición de ingreso de 15 años para García Hernández, medida que refuerza nuestra lucha contra la delincuencia transnacional”, añadió Conde Cuéllar.
Golpes a su estructura
Además de las detenciones, la Policía peruana ha implementado una serie de operativos dirigidos a desmantelar los llamados “búnkeres” del Tren de Aragua.
Uno de los golpes más significativos fue la captura de Héctor Prieto Materano, alias ‘Mamut’, considerado uno de los líderes más violentos de la organización. Su detención, en enero de 2022, marcó un hito en la lucha contra esta banda.
De acuerdo a las investigaciones policiales, Prieto Materano manejaba redes de explotación sexual y trata de personas, actividades que generaban importantes ingresos para la organización. De solo escuchar su apodo, las trabajadoras sexuales entraban en pánico y accedían a pagar altas sumas de dinero para que ocupen sin riesgo una plaza de la prostitución en Lima.
El debilitamiento se evidencia también en el cambio de control de territorios clave. La zona de Risso, en el distrito de Lince, es un ejemplo claro. Antes bajo dominio del Tren de Aragua, ahora estaría controlada por la banda criminal ‘One Family’, liderada por el peruano Danny Zapata Sosa, alias ‘El Chino’.
Según reportes de inteligencia, esta banda emplea a exmiembros del Tren de Aragua como gatilleros (sicarios), aunque estos no tienen poder de decisión dentro de la estructura delictiva.
“Se limitan a realizar tareas específicas como sicariato y extorsión a trabajadoras sexuales, bajo órdenes estrictas de Zapata Sosa”, detalló la PNP.
El rol de Challapalca
El penal de máxima seguridad de Challapalca, situado en la sierra peruana, a casi cinco mil metros de altitud, se ha convertido en un pilar de la estrategia para neutralizar a los líderes de la megabanda.
Este centro penitenciario, conocido por su aislamiento extremo, ha sido utilizado para reubicar a los cabecillas más peligrosos, evitando que sigan operando desde prisión.
Entre los reclusos más notorios se encuentra Enrique Serrano Salas, alias ‘Caracas’, líder de la facción Hijos de Dios, una de las más violentas del Tren de Aragua. Serrano Salas continuaba controlando redes de explotación sexual desde el penal Ancón I, pero su traslado a Challapalca cortó toda comunicación con sus subordinados.
“Buscamos desmantelar por completo su influencia criminal”, señaló el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) en un comunicado.
Alias ‘Mamut’ y José Ángel Ortega Padrón, conocido como ‘Armando’, también han sido recluidos en Challapalca. Este último lideraba la facción de Los Gallegos, considerada el brazo armado del Tren de Aragua. Con estas medidas, las autoridades han reducido significativamente la capacidad operativa de la organización.
Un modelo criminal
El Tren de Aragua, fundado en 2014 dentro de los pabellones de la cárcel de Tocorón en Venezuela, se caracterizó desde sus inicios por su ambición y su capacidad para expandirse más allá de su país de origen.
Según la periodista venezolana Ronna Rísquez, quien fue entrevistada recientemente por BioBioChile, la banda identificaba oportunidades de delinquir incluso en condiciones adversas, lo que explica su rápida expansión a países como Perú, Chile, Ecuador, Bolivia, Colombia y Brasil.
El éxito inicial de la organización en Perú se debió, en parte, a su capacidad para desplazar a bandas locales gracias a su arsenal superior y su ejército de sicarios.
“La potencia de fuego de estos delincuentes venezolanos, que incluye armas de largo alcance y granadas, fue determinante para imponer su control en los territorios donde llegaban”, explicó el coronel en retiro Lizandro Quiroga La Torre, exjefe del Escuadrón de Emergencia de la PNP, a BioBioChile.
Sin embargo, la colaboración entre países ha sido clave para contrarrestar su expansión. “Hemos trabajado de la mano con las policías de Ecuador y Chile, compartiendo estrategias basadas en inteligencia operativa”, destacó el general Arriola, subrayando el papel de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado.
En declive, pero no extinta
A pesar de los logros alcanzados, las autoridades peruanas reconocen que el Tren de Aragua no ha sido completamente desarticulado. Las investigaciones han revelado que algunos de sus exintegrantes se han integrado a otras organizaciones delictivas, como la mencionada ‘One Family’.
No obstante, el debilitamiento de sus líderes y la pérdida de territorios clave son indicadores de que la organización ha perdido fuerza en el país.
Con más de 500 detenidos y la reubicación de sus principales cabecillas en cárceles de máxima seguridad, el Tren de Aragua enfrenta un escenario adverso en Perú. Las autoridades continúan trabajando para desmantelar los rezagos de esta banda criminal y evitar su resurgimiento.
Fuente: biobiochile.cl